K: Seducción
He decidido que seguiré avanzando en mi reto, tengo más o menos una idea vaga de lo que haré en el número dos, pero hasta que no haga todos los niveles de éste no pienso escribir el segundo. Así que aquí voy...
Nivel 2: Escribir un reto erótico sin utilizar las palabras "corrserse", "orgasmo", "pene" y "vagina"
Aviso: No contendrá vocabulario erótico en si, pero quizás te haga sentir algo incómodo. Así que se eres sensible, no sigas... si eres una cachonda de mente y una cochina por favor, ya tardas.
Seducción
El arte del cortejo es algo que se ha perdido con el paso del tiempo. Los hombres ya no ofrecen sonrisas o miradas sensuales a las damas. No hay caricias íntimas y tímidas debajo de la mesa. No hay momentos incómodos cuando los pechos se rozan en una danza, o cuando el brazo se coloca adecuadamente en el hueco de la cadera. Ya la seducción se ha quedado en el cajón de películas pornos o libros eróticos. Los hombres no seducen y las mujeres no se dejan seducir.
Por eso, abrí la "escuela de la seducción". No tengo alumnos, pero siempre pasa aquel hombre por la puerta. Mira el interior de mi sala, pero jamás se atreve a pasar. Interiormente deseo que un día encuentre sus huevos y cruce la puerta. Por mucha paciencia que tenga, sigo siendo mujer y la mirada ardiente de él no me ha sido indiferente.
Al final se decidió entrar, después de días pasándose y mirándome, clavándome esos ojos grises llenos de deseo y curiosidad. Al verlo atravesar la puerta, con su espalda ancha, su cabello oscuro y aquella barba incipiente comprendí que el poder de seducción comienza con la primera mirada.
Sus ojos recorrieron la longitud de mi cuerpo. Sentí como su mirada iba quemando mi piel. Imaginé como sus manos buscaban rincones en mi cuerpo que no conocía e incluso sentí como sería besar sus labios, gruesos y generosos.
No necesité ni un minuto para acercarme a él, mirarle a los ojos y dejar que con un suave movimiento me recostara sobre la pared. Nuestro cuerpos no se tocaban, pero su mirada iba describiendo como me iría quitando el estrecho vestido que cubría mi cuerpo. Supe que sus manos querían descubrir la textura de mis bragas, como su lengua necesitaba saborear mi piel y como su sexo, latía en su pantalón reclamando atenciones.
Acorte la distancia, lo suficiente para poder oler el perfume a macho y notar el calor de su cuerpo. Sonreí complacida al ver que quería besarme. Le apartó y me alejo con un sutil andar.
Actualmente la seducción se le llama calienta pollas, pero es más educado hablar de seducción.
Nivel 2: Escribir un reto erótico sin utilizar las palabras "corrserse", "orgasmo", "pene" y "vagina"
Aviso: No contendrá vocabulario erótico en si, pero quizás te haga sentir algo incómodo. Así que se eres sensible, no sigas... si eres una cachonda de mente y una cochina por favor, ya tardas.
Seducción
El arte del cortejo es algo que se ha perdido con el paso del tiempo. Los hombres ya no ofrecen sonrisas o miradas sensuales a las damas. No hay caricias íntimas y tímidas debajo de la mesa. No hay momentos incómodos cuando los pechos se rozan en una danza, o cuando el brazo se coloca adecuadamente en el hueco de la cadera. Ya la seducción se ha quedado en el cajón de películas pornos o libros eróticos. Los hombres no seducen y las mujeres no se dejan seducir.
Por eso, abrí la "escuela de la seducción". No tengo alumnos, pero siempre pasa aquel hombre por la puerta. Mira el interior de mi sala, pero jamás se atreve a pasar. Interiormente deseo que un día encuentre sus huevos y cruce la puerta. Por mucha paciencia que tenga, sigo siendo mujer y la mirada ardiente de él no me ha sido indiferente.
Al final se decidió entrar, después de días pasándose y mirándome, clavándome esos ojos grises llenos de deseo y curiosidad. Al verlo atravesar la puerta, con su espalda ancha, su cabello oscuro y aquella barba incipiente comprendí que el poder de seducción comienza con la primera mirada.
Sus ojos recorrieron la longitud de mi cuerpo. Sentí como su mirada iba quemando mi piel. Imaginé como sus manos buscaban rincones en mi cuerpo que no conocía e incluso sentí como sería besar sus labios, gruesos y generosos.
No necesité ni un minuto para acercarme a él, mirarle a los ojos y dejar que con un suave movimiento me recostara sobre la pared. Nuestro cuerpos no se tocaban, pero su mirada iba describiendo como me iría quitando el estrecho vestido que cubría mi cuerpo. Supe que sus manos querían descubrir la textura de mis bragas, como su lengua necesitaba saborear mi piel y como su sexo, latía en su pantalón reclamando atenciones.
Acorte la distancia, lo suficiente para poder oler el perfume a macho y notar el calor de su cuerpo. Sonreí complacida al ver que quería besarme. Le apartó y me alejo con un sutil andar.
Actualmente la seducción se le llama calienta pollas, pero es más educado hablar de seducción.
Muy bueno, casi elegante, me atrevería a decir ;)
ResponderEliminarGracias, esa era la intención :D
Eliminar¡Me ha encantado! XD y me hizo un poco de gracia el final xD pobre, calienta pavas es más elegante (???)
ResponderEliminarEstaré esperando el segundo reto :D
Bye!
Aquí en España se dice así, o calienta braguetas, pero no me pareció acorde con el texto. Me encanta que te gusste :D
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