Día 28: Bosque
No me gusta las guerras así que escribir sobre algo bélico me resulta algo raro. Puedo escribir algo, no digo que no... pero requiere una concentración masiva o una motivación ajena que ahora mismo no tengo, así que escribiré un relato fantástico pero sin lo bélico. ¿Vale no?
Este fin de semana me fui de acampada y ayer llegué con una insolación a casa que quedé comatosa en la cama, así que detuve mi vida literaria para quedarme extendida en cama cual serpiente. Así que... ¡aquí voy!
Bosque
Llevaban días andando. La cuenta de los soles se había perdido y la brújula en algún momento de la marcha se había dañado. No tenían más agua, la piel les dolía y sus zapatos parecían ser unas sandalias aborígenes. Eran consciente que debían parar, pero si lo hacían se quedarían perdidos en aquel tupido y gran bosque. No era un grupo muy creyente de las fantasías, pero preferían seguir caminando y llegar algún lugar menos peligroso. Sabían por la gente autóctona que por aquellos lares existían pequeñas criaturas, capaces de embobar hasta el más recatado de los curas y embaucar incluso a los propios eunucos, por eso, ese grupo de hombres varoniles y sexuales en cierto modo temían de aquellos seres. Aunque si se preguntaban entre ellos lo negaban con rotundidad. Edward estaba recién casado. Jackson tenía una esposa dulce y un bebé recién nacido y Mark estaba de noviazgo con su pareja de toda la vida. Tres hombres con el corazón dividido, no se iban a permitir que unos seres que no existían les robaran el credo...
El sol se ocultó más temprano de lo esperado, por lo que aregañadientes decidieron acampar en aquel lugar del bosque. Los arboles cubrían sus cabezas, los helechos le rozaban los muslos y los animales le cantaban al oído. Era el típico paisaje para que algo malo ocurriera. No debían ser muy listo para creerlo, así que como machos racionales decidieron que dos de ellos descansaran y uno se quedara guardando. Al quien le tocó fue a Jackson. A pesar de llevar 3 meses sin dormir en condiciones, había desarrollado la capacidad de estar despierto muchas horas, por lo que ese trabajo no iba a ser tan arduo. O eso pensaba. No muy lejos escuchó la voz melodiosa de una mujer. La canción era dulce, embaucadora y tenía un matiz algo sexual. Olvidando todas sus responsabilidades se adentró a la espesura de la fauna hasta llegar a un lago donde una hermosa mujer con cabellos largos, color caoba y ojos razgados azules, cantaba una canción. La criatura de piel blanca, suave, pechos generosos y caderas anchas le ofrecía la mano mientras no dejaba de cantar. Jackson seguía creyendo que amaba a su mujer, que los días sin sexo no le nublarían la razón, pero cuando esa mujer le acarició la mejilla su miembro no evitó hacer un aullido de felicidad. Se mordió el labio y atacó a la mujer sabiendo que con eso no sólo estaría dándole la razón a esos aborígenes, sino también estaría rindiéndose a su parte más oscura y animal.
La criatura con cuerpo de mujer se lamió los labios después de absorber toda la pasión que aquel humano le entregó. Miró el cuerpo sin vida del ser y sonrió malvada. ¿Quién serían los siguientes?
Aclaraciones: En teoría los seres son las Dodskamp, agonías nórdicas. Son seres que se nutren de la atracción sexual de los humanos. Son hijas de Nerthus la diosa de la tierra y fertilidad.
Quizás me extienda en éste relato, que me ha gustado... sólo quizás.
Este fin de semana me fui de acampada y ayer llegué con una insolación a casa que quedé comatosa en la cama, así que detuve mi vida literaria para quedarme extendida en cama cual serpiente. Así que... ¡aquí voy!
Bosque
Llevaban días andando. La cuenta de los soles se había perdido y la brújula en algún momento de la marcha se había dañado. No tenían más agua, la piel les dolía y sus zapatos parecían ser unas sandalias aborígenes. Eran consciente que debían parar, pero si lo hacían se quedarían perdidos en aquel tupido y gran bosque. No era un grupo muy creyente de las fantasías, pero preferían seguir caminando y llegar algún lugar menos peligroso. Sabían por la gente autóctona que por aquellos lares existían pequeñas criaturas, capaces de embobar hasta el más recatado de los curas y embaucar incluso a los propios eunucos, por eso, ese grupo de hombres varoniles y sexuales en cierto modo temían de aquellos seres. Aunque si se preguntaban entre ellos lo negaban con rotundidad. Edward estaba recién casado. Jackson tenía una esposa dulce y un bebé recién nacido y Mark estaba de noviazgo con su pareja de toda la vida. Tres hombres con el corazón dividido, no se iban a permitir que unos seres que no existían les robaran el credo...
El sol se ocultó más temprano de lo esperado, por lo que aregañadientes decidieron acampar en aquel lugar del bosque. Los arboles cubrían sus cabezas, los helechos le rozaban los muslos y los animales le cantaban al oído. Era el típico paisaje para que algo malo ocurriera. No debían ser muy listo para creerlo, así que como machos racionales decidieron que dos de ellos descansaran y uno se quedara guardando. Al quien le tocó fue a Jackson. A pesar de llevar 3 meses sin dormir en condiciones, había desarrollado la capacidad de estar despierto muchas horas, por lo que ese trabajo no iba a ser tan arduo. O eso pensaba. No muy lejos escuchó la voz melodiosa de una mujer. La canción era dulce, embaucadora y tenía un matiz algo sexual. Olvidando todas sus responsabilidades se adentró a la espesura de la fauna hasta llegar a un lago donde una hermosa mujer con cabellos largos, color caoba y ojos razgados azules, cantaba una canción. La criatura de piel blanca, suave, pechos generosos y caderas anchas le ofrecía la mano mientras no dejaba de cantar. Jackson seguía creyendo que amaba a su mujer, que los días sin sexo no le nublarían la razón, pero cuando esa mujer le acarició la mejilla su miembro no evitó hacer un aullido de felicidad. Se mordió el labio y atacó a la mujer sabiendo que con eso no sólo estaría dándole la razón a esos aborígenes, sino también estaría rindiéndose a su parte más oscura y animal.
La criatura con cuerpo de mujer se lamió los labios después de absorber toda la pasión que aquel humano le entregó. Miró el cuerpo sin vida del ser y sonrió malvada. ¿Quién serían los siguientes?
Aclaraciones: En teoría los seres son las Dodskamp, agonías nórdicas. Son seres que se nutren de la atracción sexual de los humanos. Son hijas de Nerthus la diosa de la tierra y fertilidad.
Quizás me extienda en éste relato, que me ha gustado... sólo quizás.
¡Oh, te quedó precioso! Aunque me dio penita por Jackson al final, que final tan placentero y tétrico después de todo XD .
ResponderEliminarNo conocía a las Dodskamp ¡qué rica es la mitología nórdica! Yo me puse a buscar algunas bestias para mi historia y me encontré muchísimas. Es fascinante.
¡Cuidate!
Bye!
¡Gracias! Si, la mitología nórdica es muy bonita, aunque en general todas las mitologías son increíbles.
Eliminar¡Cuídate!