K: Miradas

¡Y el último nivel de "Escribe con K" parte Erótica.
Este relato será un poco complicado porque debo escribir algo sensual sin que sea explícitamente. Vamos nada porno debo poner, así que tampoco habrá aviso ni nada.
Próximamente haré un Escribe con K sobre otro tema, se aceptan sugerencias...
¡Allá voy!




Miradas
Se sentía como un estúpido colegial. Esa sensación incómoda en el estómago, la boca seca y el corazón aleteando en su pecho como un pajarillo. Quería salir corriendo del metro, o al menos alejarse lo máximo de aquella ninfa. Desde el primer día que la vio en la estación perdió completamente la razón, simplemente no pudo coordinar el resto del día. Por suerte aquello solo ocurrió una vez, porque después iba preparado contra los influjos de aquel ser diabólico... pero sabía que era cuestión de que sus ojos se encontraran y su mundo entero se girara.

Sus ojos eran pequeños, tanto como su boca y esa nariz que se levantaba respingona en su cara pálida. El cabello siempre le caía desordenado por los hombros, dándole un aspecto descuidado y aquella sonrisa, era capaz de romper cualquier cristal. Esa mujer era el mismo demonio para él.

Pensaba que se había inmunizado a esa hembra, pero se equivocaba. Ese día llevaba una falda corta, ajustada a su suculento trasero abonbado, las piernas largas y torneadas cubiertas con unas medias trasparentes que dejaban traslucir sus esbeltos músculos y ocultos en unas manoletinas negras sus pequeños pies. Su torso estaba escondido tras una blusa de un color canela suave, la tela era fina por lo que se podía notar sus senos generosos tapados con un sencillo sujetador negro y su sexual pelo recogido en un muño en lo alto de la cabeza. Cuando sus ojos se fijaron en él y el metro entró en un túnel apagándose las luces, gruñó, ya todo estaba perdido. Esa mujer debía huir.