Día 9: Hogar
Algo tan bonito como describir tu casa ideal, el lugar donde quisieras vivir... y yo honestamente quiero vivir allí donde están las personas que quiero, porque ese es mi hogar.
Como he dicho no tengo patria, así que...
Hogar
Mucho antes de dejar mi casa, ya sabía que era las cosas que buscaría de mi nuevo hogar. Algo que en el lugar familiar faltaba, cosas que quizás a mis padres le parecían innecesarias o absurdas, pero que para mi eran importantes. Por eso cuando comencé la búsqueda tenía todas las cosas claras, pero no fue hasta que vi esa casa que me enamore y aún después de veinte años sigue siendo mi hogar.
Aún a estas alturas recuerdo el día que la vi, como si hubiera sido ayer...
El señor de la inmobiliaria llega tarde. Estoy nerviosa, demasiado para ser honesta. Richard no ha podido venir conmigo, así que tengo que tomar la decisión yo sola. Cuando vuelva a casa pienso cantarle las cuarenta. Odio que me haga esto. Se supone que somos una pareja. ¡Una pareja! Ya sé que me mudé a su apartamento, pero ésta casa se supone que va a ser la definitiva, la de los dos. Bufo molesta y me cruzo de brazos mientras miro el reloj de la plaza. Tengo nervios, tantos que ni pude disfrutar el café.
- ¡Perdón!- grita un hombre gordo, sudoroso cuando se acerca a mi. Quiero relajar el ceño, pero sigo estando molesta.- ¡He estado una hora dando vueltas!
Mientras me explica lo complicado que es aparcar en ésta zona me conduce por unas callejuelas hasta llegar a un portón, éste estÁ algo viejo, desconchado y cuando abre, las hebillas suenan. Ya no me gusta. El hombre entra primero, estira la mano y enciende la luz. Lo que veo primero es un pequeño recibidor, tiene un armario de zapatos y un pequeño escalón que da a un largo pasillo. Hay tres puertas la de la derecha da a una cocina un poco antigua, pero con todo lo necesario. La otra puerta da a una sala comedor, está vacía y no hay ningún mueble pero puedo imaginarme la disposición de todo. La última puerta da a otra habitación con unas escaleras y subiendo queda un pasillo con dos puertas más. Los dos cuartos restantes tenían baño propio y un pequeño balcón.
Cuando salgo de la casa llamo a Richard, él me coge el teléfono de golpe y le digo que comience a hacer las maletas. Ya tenemos casa.
Sonrió al recordar la cara de mi marido cuando le enseñé la casa, ahora está un poco cambiada. Las paredes pintadas, llenas de cuadros de familia y las habitaciones totalmente decoradas y personalizadas. A decir verdad me da un poco de pena pensar que la casa ha cambiado tanto, pero luego recuerdo que ahora ésta casa forma parte de mi vida y en cierto modo ha terminado teniendo alma. Una alma que a veces por las noches me dice "gracias por escogerme".
¡Que precioso! Es como estar atravesando esas habitaciones una misma, todas llenas de recuerdos buenos y malos.... Me ha parecido muy lindo lo que has escrito, me hace pensar cómo sería mi casa ideal (jeje).
ResponderEliminarSaludos~
¡Gracias! Me alegra que te haya gustado... realmente no es mi casa ideal, pero me pareció que me gustaría vivir así, en una casa llena de historia.
Eliminar¡Saludos!
¡Oh, me ha encantado! Como empezó con una simple casa y acabó con un hogar <3
ResponderEliminarPrecioso <3
¡Cuidate!
Bye!
¡Me alegra que te haya gustado! <3
EliminarCuídate