Día 16: Noble
Si tuviera que elegir otro tipo de vida, seguramente me iría a otra época. Es verdad que en estos tiempos hay muchas más facilidades, al igual que no se muere la gente con tanta facilidad y la mujer es más libre... pero aún así, la época antigua tiene un encanto que no tiene otro tiempo. Y precisamente por eso, en el reto de hoy escribiré mi vida si hubiera sido de la nobleza del siglo XIX.
Noble
Era la fiesta de mayoría de edad. Todos los criados estaban en la sala ordenado las mesas, poniendo las sillas y decidiendo el banquete que darían a la noche. De mientras ella se dejaba arreglar por su nana, que peinaba sus cabellos con delicadeza y cariño. Posiblemente ese sería su último día con ella, pronto su padre le desposaría con algún rico caballero quien la mantendría desde ese día, por eso la nana se estaba esmerando en dejar su fina cabellera quieta en un trabajado moño adornado con una diadema de perlas. El vestido en cambio era un poco más sencillo, un traje largo, de color violeta y con una gran cola. El cuello estaba adornado con una cinta negra, al igual que las mangas y el vuelo del vestido. Al levantarse y verse reflejada en el espejo pensó que con un poco de suerte, algún caballero joven se enamoraría de ella y se casarían. Aún tenía quince años, aún era una niña podía permitirse soñar. O al menos hasta ese día a las doce, después se tendría que olvidar de sus deseos y sueños para ser una adulta más.
Sin dilatar más la preparación abandonó la habitación decidida a ser un simple objeto que un mejor postor tendría que pujar por ella. Después ya todo se vería.
Noble
Era la fiesta de mayoría de edad. Todos los criados estaban en la sala ordenado las mesas, poniendo las sillas y decidiendo el banquete que darían a la noche. De mientras ella se dejaba arreglar por su nana, que peinaba sus cabellos con delicadeza y cariño. Posiblemente ese sería su último día con ella, pronto su padre le desposaría con algún rico caballero quien la mantendría desde ese día, por eso la nana se estaba esmerando en dejar su fina cabellera quieta en un trabajado moño adornado con una diadema de perlas. El vestido en cambio era un poco más sencillo, un traje largo, de color violeta y con una gran cola. El cuello estaba adornado con una cinta negra, al igual que las mangas y el vuelo del vestido. Al levantarse y verse reflejada en el espejo pensó que con un poco de suerte, algún caballero joven se enamoraría de ella y se casarían. Aún tenía quince años, aún era una niña podía permitirse soñar. O al menos hasta ese día a las doce, después se tendría que olvidar de sus deseos y sueños para ser una adulta más.
Sin dilatar más la preparación abandonó la habitación decidida a ser un simple objeto que un mejor postor tendría que pujar por ella. Después ya todo se vería.
¡OH, qué final tan desesperanzador! Y la verdad, no me lo esperaba xD aunque es verdad que en esa época eran más estrictos y todo, me gusta pensar que algunas mujeres corrieron con suerte <3
ResponderEliminar¡Cuidate!
Bye!
Si, eso y las enfermedades hace que me eche para atrás, pero por todo lo demás me gusta mucho. Soy una romántica <3
EliminarCuídate