Día 7: Cita
No te miento si te digo que no he puesto nombre. No sabrás nunca de quién se trata, porque si te soy honesta yo tampoco lo sé.
¿Por qué? Es que no hay ninguna celebridad que me guste en estos momentos... me gustan muchos, pero tampoco lo suficiente para que me inspiren, así que podrás poner el nombre que quieras donde deba ser.
Espero que te guste.
Cita
A pesar de que durante el trayecto se había repetido su mantra, al llegar al restaurante simplemente los nervios parecieron volver. No estaba segura si había alguna parte de su cuerpo que se encontrara seco, porque sentía la humedad de sus manos, la planta del pie se le deslizaba por los tacones y entre los muslos comenzaba a sentir el roce y el escozor. Se maldijo por querer estar guapa para él. Llevaban años saliendo, prácticamente se iban a vivir juntos y aún sentía los nervios de la adolescencia. Suspiró y repitió sus frases anti-nervios antes de entrar al restaurante. Un camarero vestido de traje absolutamente negro y con una sonrisa radiante le pidió algunos datos y cuando ella se los dio le llevó al interior del local, pasadas unas cuantas mesas llegaron a un pequeño jardín que daba a una piscina llena de velas de papel que iluminaban el recinto con una luz especial. Al ver el lugar donde Liam le había invitado sintió que tantos días sin verse valdrían la pena. Suspiró algo aliviada, sabía que no faltaría, no cuando se habría gastado tantos euros en sólo la reserva en ese restaurante. Conocía a su semi-prometido y por muy rico que fuera, seguía siendo un rata de cuidado, por eso tenía una buena sensación de ese día. Sin ninguna duda sería una cena espectacular. Sonrió y despidió al camarero después de pedir una copa de vino para calentar el estomago.
El reloj de su muñeca marcaban casi las nueve. Liam llevaba un cuarto de hora de retraso. No quería impacientarse. Llevaba diez años saliendo un un famoso cirujano, era consciente de que su libertad pendía de los pacientes que tuviera abiertos en canal en el hospital, por eso nunca le recriminaba nada. Pero esa cena debía marcar una diferencia o al menos eso le había dicho horas atrás. Bufó molesta y pidió otra copa al camarero. Esperaría una hora más, si él no aparecía o se dignaba a llamar ya le cantaría las cuarenta.
Tenía la segunda copa a medio vaciar cuando comenzó a notar que los camareros se movían incómodos, miraban todas las mesas y por último la miraban a ella. En ningún momento dijeron nada, pero en su miraba dejaban claramente que querían algo. Al principio pensó en decir algo, pero luego pensó que serían ellos los que harían algo, pero al no hacerlo dedujo que no era tan importante, por lo que volvió a meter su boca en la copa. Así con los morros dentro estuvo hasta que escuchó un carraspeo y levantó la vista. Quiso pensar que era Liam, pero la voz era de una mujer por lo que rechazó la idea y miró a la intrusa. Al hacerlo tuvo un colapso, sus ojos no creían lo que veía.
- ¿Te importa si me siento?- preguntó aquella mujer, con su flamante cabello y su sonrisa profident.
- ¡Claro!- dijo tartamudeando. La mujer sonrió timidamente y tomó asiento delante de ella.
- Lamento pedirtelo, pero se han quedado sin mesa...
Al estar delante de esa celebridad el enojo por el plantón de Liam le desapareció. Sólo era consciente que tenía a una diva delante de sus ojos que le sacaba tema de conversación tan sólo para hacer que sonriera. Quizás aquella cita no había sido como esperaba, pero al menos había conocido a una celebridad... tan mal no había ido. ¿No?
¡Oh, me encantó! Por un momento, creía que iba a ser una historia romántica, pero ¡te has lucido con ese final! La verdad, no me lo esperaba.
ResponderEliminarMe encantó <3
Bye!
Jo, Jo, Jo... todas las papeletas apuntaban a que fuera algo romántico, pero como no sabía a que actor poner o a que celebridad me decante por esto. Me alegra que te haya gustado.
Eliminar:D