Día 2: Molinos

Me leí el libro del Quijote cuando era una adolescente y todavía la lectura no me llamó la atención. Y honestamente ahora no está dentro de mis planes volver a leérmelo, sé que es una lectura divertida, interesante y el autor es un gran escritor de la literatura Española, pero aún así no tengo buenos recuerdos cuando me lo leí, así que quizás espere un poco...
De todo lo que me acuerdo lo que más recuerdo es la escena de los Molinos. Es la parte donde se muestra que el Hidalgo está muy mal de la cabeza y que Sancho es un gran seguidor y que quiere proteger a su señor.
Así que no me será difícil escribir esa escena...




Molinos
Estaban caminando a buen ritmo cuando de golpe el hidalgo detuvo a Rocinante y con él a su rechoncho amigo. Sancho miró al hidalgo, esperando alguna explicación pero de su boca no salió ningún palabra, aunque sus labios se movían emitiendo bufidos. Él angustiado se bajó de su burro, se acercó a su ídolo y le tocó del brazo. El hidalgo dio un salto, pero no miró a su compañero tan sólo gruñó y espoleó a su caballo para correr delante de unos enormes molinos de vientos. Antes de que la figura alargada y delgaducha de él se desvaneciera, el amigo rechoncho corrió a su lado gritando. "¿Qué ocurre señor?" preguntó acelerado. "¡Hombres rogando ayuda! Estirando las manos y gritando. Agonizando de dolor. ¡Sancho! Hay que ayudarles!". El nombrado ante tanta agonía de su amigo miró delante, pero tan sólo vio la nada y en ese momento comprendió que con aquel anciano hombre nada sería sencillo.