Día 1: Abuela

Hace unos días leí tanto en el blog de Roxana como el de R. Crespo que había un nuevo reto, éste se trata de escribir durante 52 días. Si quieres leer el origina pincha AQUÍ.
Así que como ya terminé el otro de 21 días y le he cogido un poco de cariño a ésto de escribir algo a diario comenzaré con éste reto un poco más largo.

El primer día debo escribir un sueño o una pesadilla que he tenido ésta semana. Realmente no he tenido nada así digno de recordad, pero últimamente sueño mucho con mi abuela, y bien sabes que murió hace un par de años y mi relación no era del todo buena con ella. Así que en cierto modo me sorprende soñar con ella y al mismo tiempo me enternece. Así que este escrito va por ella, sea donde sea que este.



Abuela
Es extraño soñar con alguien que no esta. Siempre he soñado con personas que no existen o gente que conozco de lejos, pero todas y cada una de ellas están vivas. Por eso, soñar con ella me duele.
Siempre el sueño se repite de la misma forma, estamos en su casa. Todo oscuro como lo recuerdo, grandes habitaciones, decoradas con gusto de anciano, olor... casi ni me acuerdo. Siempre estoy en su cuarto, esperándola o haciendo algo hasta que ella llega. Ya no siento odio, ni amor. Simplemente es esa persona. Es mi abuela. Dentro del sueño sé que está muerta, pero disfruto de ella como si fuera una gota de un frío manantial en verano. Recuerdo su rostro, arrugado, cabello teñido rubio, labios pintados de rojo y un olor a... a ella. Huele a abuela.
Nunca he llorado soñando con ella, pero cuando esa mañana abrí los ojos una lágrima calló. No quise gemir, pero la certeza que tan sólo la encontraré ahí me duele. Cierro los ojos intentando recuperar su imagen y antes de volverlos abrir le digo "Adiós abuela, hasta la próxima".