Niebla #2

Tengo un brote de inspiración suprema así que he decidido seguir con el reto de Inspirándome con un elemento (si quieres ver de que trata ve al enlace) y viendo lo que me tocaba hoy recordé que hace tiempo escribí un relato de éste mismo reto y he decidido hacer una continuación. Si veo que voy encontrando motivos para seguir algunos, lo haré...

Aquí te dejo la primera parte (para así decirlo)
Y aquí te dejo la canción que ha inspirado el relato, que es de lo que me tenía que inspirar. Viva la redundancia.
Espero que disfrutes.




Niebla
Jamás pensó que volvería a ese lugar. Años atrás cuando huyó de aquel compromiso se juró no poner un pie más en eseespectacular castillo, no volver a encontrarse con esas mismas personas y mucho menos recuperar la vida que había tenido. Pero las cosas cambiaban y volvía a estar en el lugar donde la vio nacer, aunque el paso de los años habían hecho estragos en las maravillosas paredes, los cuadros descoloridos, las escaleras con moho y los cientos de muebles cubiertos de polvo. Sabía por algunos mensajeros que después de su marcha el pueblo entero se rebeló contra su padre, que alzaron las armas y usurparon el castillo, meses más adelante un reino vecino cogió el poder. El palacio real se había abandonado dejando claro que la antigua monarquía jamás volvería a gobernar y en los restos del que fue su hogar se notó aquella decisión.

Llegó a la sala real, donde tiempo atrás había danzado con sus amigos, reído con sus criados y llorado con su nana. Tantos recuerdos luchaban por salir que pronto los ojos se le llenaron de lágrimas. No se había arrepentido de marcharse, más sabiendo el destino que le hubiera esperado si se hubiese quedado. Lamentaba la muerte de su familia. Sobretodo la de sus hermanas pequeñas, pero en todo el tiempo que había estado fuera de las influencias nobles comprendió que su nacimiento fue por un motivo, quizás cuando era joven no lo veía, pero en ese momento, cuando contemplaba como los fantasmas de su pasado le decían hola lo tuvo muy claro: había nacido para gobernar, no como la esposa de, sino como la reina de. El tiempo del usurpador había acabado, ahora era su turno de reinar.
Era el momento de volver. Iba a recuperar su reino y ante todo, su trono.