Ejercicio #2: Profesional

¡Aquí estoy con el reto!
A decir verdad hasta ahora no me parecían unos ejercicios muy complicados, más bien han sido fáciles y no me han permitido explotar mi creatividad a lo máximo pero el que me toca hoy... ¡me encanta! Es complejo y a su vez divertido... ya sabes que me gusta lo divertido, ya que no tengo filtro aprovecho eso.

Las reglas son fáciles he de coger tres libros al azar de mi estantería y elegir una página y escribir algo relacionando las tres frases que me hayan tocado... le pedí ayuda a un amigo con los libros y por suerte me tocaron "El tiempo entre costuras", "Más maldito Karma" y "Cincuenta sombras más oscuras".
Para hacer éste reto más interactivo... ¿cuál frase crees que pertenece a cada libro?




Profesional
No sólo estaba nerviosa sino también enfadada y no ayudaba que lloviera como si se acabara el mundo y que el tráfico fuera aún más denso de lo habitual. Mientras esperaba a que el semáforo se pusiera en verde me felicité por salir con tiempo de sobra de casa, aunque eso a mi marido le molestara. Sabía que no le hacía gracia que fuera a aquella entrevista de trabajo, pero no teníamos ninguna otra opción. Simplemente no podía quedarme siendo una ama de casa y madre cuando con su empleo no llegábamos a fin de mes y después de todo ambos sabíamos que en esa empresa iba a tener un puesto asegurado, o al menos eso creía...

Al llegar al despacho del entrevistador comprobé que no estaba el señor Ricardo, sino alguien mucho menos agradable. James me sonreía con suficiencia mientras movía en su mano mi currículum. Con un movimiento de cabeza me invitó a sentarme en una silla delante de él. Sin hablar obedecí y esperé a que terminara de leer mi historial laboral. No estaba segura si realmente estaba leyendo o era una forma cruel de ponerme nerviosa, aunque viniendo de él me podía esperar cualquier cosa.

- Así que al final te casaste.- murmuró y se dejó caer en su silla como si el cuerpo le pesara.
- Si, lo hice.- contesté algo cortante aunque esa no era mi intención.
- ¿Eres feliz?- me preguntó mientras me clavaba su mirada azul e inquisidora.
- ¿Curiosidad personal o profesional?- quise saber más tensa de lo que ya estaba. No era agradable que mi ex marido me hiciera esa clase de preguntas en una entrevista de trabajo.
- Las dos.- contesto tranquilamente y apoyo la cabeza sobre sus manos sin dejar de mirarme, invitándome a hablar, a que le contara mis penas y casi estuve a punto de hacerlo.
- Lo soy.- mentí con tal facilidad que incluso me sorprendí.
- Eres una zorra con suerte. - dijo entre risas.

Si, eres una zorra con suerte, me replicó mi voz de la conciencia cuando notó que comenzaba a lamentarme de mi decisión pasada. Tomé aire un par de veces antes de pedirle que prosiguiera con la entrevista basándose en mis cualidades laborales y no de nuestra relación pasada, porque si fuera así sabía que jamás recuperaría el puesto de trabajo.

- El puesto es tuyo. Así que relájate.- me dijo tirando el curriculum en la papelera.- El jefe ya me avisó que vendrías. Tan sólo quería distraerte un poco...

Más sorprendida que otra cosa se lo agradecí, pues la conversación también me distrajo a mi. Ya al entrar y vernos comprendí que esa situación no era agradable para ninguno de los dos, por lo que a raíz de ese momento decidí mostrarme más abierta a hablar con él aunque al hacerlo corría al grave riesgo de volver a caer en sus manos... y por desgracia sabía que no iba a ser la última vez.