Ejercicio #2: Venganza

Buenas ~
De verdad últimamente los retos se están poniendo algo flojos, pero bueno creo que voy a participar en otros retos así no se me hará tan pesado éste.
Hoy tengo que escribir sobre un taxista que se venga, debo inventarme la situación y explicar por qué ocurre, además me obligan a comenzar la historia con la frase "El taxista juró que se vengaría",
No soy una mala persona y mira que lo he intentado, pero bueno vamos a ver que me sale de ésto.




Venganza
El taxista juró que se vengaría al dejar el cuerpecito de su hijo en la camilla del hospital.
Nunca había sido una persona especialmente agresiva, pero cuando se trataba de su familia podría ser el mismo diablo y ese hombre lo iba a saber. No se había pasado toda la mañana subido en ese coche para terminar encerrado en el hospital con su hijo, se suponía que ese día iba a pasar el mejor cumpleaños de la historia. Le había prometido a Marc que pasarían juntos todo el tiempo posible y que le llevaría a los mejores lugares de la ciudad, por eso, apagó la señal de circulación y decidió pasear a su retoño en aquel coche que tanto le emocionaba. Pensó que enseñarle su trabajo le encantaría, después de todo siempre le pedía cosas, así que lo ideó todo, pero no salió como él había querido...
Estaba parado en la gasolinera mientras Marc había ido a ser pipí, cuando éste se subió estaba apunto de arrancar cuando alguien entró en la parte de atrás y apuntó con una arma a la cabeza de su hijo. Él quiso gritar pero el intruso le gruñó diciendo que si abría la boca le volaría los sesos al crío, por lo que con el corazón en la garganta arrancó y siguió las instrucciones del hombre.
Llevaba más de veinte minutos conduciendo y parecía que el criminal no se decidía, en un momento comprobó que había soltado a su hijo por lo que decidió hacer lo que jamás estando cuerdo hubiera hecho. Le avisó a Marc de que se sujetara con un movimiento de cabeza y cuando lo vio seguro movió el volante haciendo que el coche diera una vuelta de campana y éste saliera disparado por la ventana. No perdió el conocimiento cuando se veía atado de la silla y veía como los cristales cubrían su cuerpo, llamó al pequeño que lloraba asustado, se desató y cayo en el techo, con cuidado bajó a su hijo y salió del vehículo. Éste tenía una herida poco profunda en la cabeza, además de algún corte en el brazo. Pocos minutos después de salir, la policía como la ambulancia fueron a por ellos. A pesar de que él le explicó lo sucedido la policía insistió en que dejara declaración y que en el momento que el criminal se despertara se lo harían pagar, pero él sabía que la ley jamás actuaria como él quería.

Marc estaba descansado en la habitación del hospital, le habían puesto dos puntos en la frente y tapado las heridas. Antes de dejarlo con su esposa, le dio un beso en el pelo y salió. Le preguntó a una enfermera que no le había visto por el hombre del accidente, ésta le dijo que estaba en cuidados intensivos conectado a una máquina, le explicó lo grave de su situación y le pidió que esperara a que le dejaran pasar. No sabía las consecuencias de lo que estaba apunto de hacer, pero tampoco le importaban. Nadie dañaba a su hijo y se quedaba impune. Incluso la muerte que podría tener en el hospital sería demasiado buena de lo que a él le gustaría, por lo que cuando la enfermera le dejó pasar y explico que la máquina le mantenía con vida y que intentara no tocar nada, lo vio claro. Tenía muy pocos minutos y debía hacerlo sin levantar sospechas.
Se acercó al hombre que le había jodido el día, no parecía el mismo y tampoco le importó. Buscó la máquina y examino los cables, al momento que vio entrar un doctor supo que si él estaba nadie le podría acusar, así que se acercó a la máquina y fingiendo apoyarse de la pared movió con el pie uno de los cables hasta lograr que éste se saliera de su lugar. No fue un movimiento brusco ni notable, pero lo suficiente para hacer que todo comenzara a pintar y que un equipo especialista entrara. Debido a la crisis lo sacaron a fuera, no se marcho hasta que el médico anunció la hora de su muerte.
Sonrió y decidió volver con su hijo, si él llegaba a preguntar por aquel ser simplemente le diría que murió en el accidente. Ya más adelante, si era necesario, intentaría sentir remordimientos pero hasta que su hijo no estuviera sano y salvo, simplemente pensaría que estaba haciendo justicia. Una justicia quizás no divina, pero si una justicia de padre.