Alianza: 9. Celos
¡Hola!
Sigo con la historia, a decir verdad llevaba días queriendo escribir el capítulo, pero con los retos tampoco es que me pudiera poner a redactar, pero bueno, ahora que ya no tengo la presión de hacer algo diario me pondré al día con ésta historia.
Espero que te esté gustando y que la estés disfrutando al máximo.
Ahora dime... ¿de que equipo eres? ¿Team Einar o Team Kaile?
¿Qué crees que será Einar?
Dime las hipótesis que tienes. Sin más te dejo con el capítulo.
¡A leer!
9 .Celos:
Después de aquella conversación no pudo dormir, todo lo contrario de Kaile. Al parecer que ella hiciera esa pregunta era lo más natural del mundo, incluso contesto sin ningún temor. Sus palabras fueron seguras, llenas de sentimiento y alguna sonrisa tímida que no reconocía de él. En cierto modo sintió celos, pero no estuvo segura de por qué, si era porque su marido sintiera algo por Einar o porque sonriera de esa manera, algo que ella jamás había logrado. Aunque no debía sentirse mal por ello, entre sus piernas no estaba la capacidad de hacerle feliz, era algo que tenía que asumir por mucho que le costara. Su marido era homosexual y por mucho sexo que tuvieran, él seguía pensando en otra persona y quizás lo que más le sorprendía era que justamente ambos pensaban en la misma persona, aunque no estaba segura si el pensamiento era reciproco. Quizás antes de decidir nada debería averiguar si Einar tiraba por su misma vía o se decantaba más por la de Kaile. Y si fuera así, sabía que no le iba a gustar en absoluto...
A pesar de que había diseñado un plan magnífico para sonsacarle información sexual a Einar, parecía que aquel hombre se escondiera de ella. No había manera posible de contactarlo y eso hacía que sus sospechas referente a la condición sexual de éste se fueran asentado y como sabía, no le gustaba. Si debía ser sincera, en cierto modo aquel muchacho le gustaba. Era atractivo, malicioso y tenía aquel punto de prohibido que le hacía sentir mariposas en el estómago. Era consciente que era una mujer casada y que su marido era una figura importante, por lo que no era buena idea que le vieran pasear con otro hombre, y más si éste no era homosexual, aunque claro, que lo fuera o no todavía era un misterio, pero tiraba más a lo positivo que a lo negativo.
Suspiró y volvió a cerrar el teléfono, se puso el abrigo y salió sin móvil y sin llaves. Necesitaba un poco de tiempo para ella, tenía que pensar que era lo que quería hacer, porque después de todo, su plan para que su marido fuera feliz, dependía de que ella fuera infeliz. Si su intención era correcta, Einar también sentía algo por Kaile, por lo que le dejaba a ella en un segundo plano en la ecuación y aquello no le parecía del todo justo, aunque tampoco podía quejarse. Su esposo le había sacado de una casa que le hacía infeliz, le había dado la oportunidad de hacer su vida al margen de las demás personas y por primera vez en su vida tan sólo debía centrarse en su propia felicidad, aunque en el último tiempo quería hacerle feliz a él... ¿Por qué?
- ¿Y si te gusta?- dejó caer Sam mientras removía su taza de café.
- ¿Qué? ¡Oh dios no digas tonterías!- chillo ella sintiendo como la cara se le ponía roja.- Eso es imposible, es gay. ¿recuerdas?
- Lo hago. Lo que aún me sorprende que te hayas casado con un homosexual para huir de tu casa.- suspiró y le clavó la mirada.- Me siento delegada a un segundo plano. ¿Y para qué sirvo yo?¿eh?
- ¡Oh vamos Sammy! - gimoteó mientras le abrazaba.- Sabes que te adoro y te quiero, pero no puedo vivir contigo y chupar de tu amabilidad – le cortó con la mirada.- Y lo sabes.- aseguró.
-Cierto, pero...- farfulló molesta, pero no dijo más sobre aquello.- Igualmente es normal que te guste, es tu marido... no veo que mal hay.
- ¡Tiene todo mal! No puedo ahora enamorarme de un homosexual. Además... ¿Qué hago con Einar?
- ¿Cómo que qué haces con él?- enarcó la ceja y se chupó la cucharada divertida.
- Hombre, se supone que es gay...
- Antes de suponer deberías comprobarlo.
- ¿Y eso cómo se hace?
- ¿De verdad me lo estás preguntando?
Después de un breve minuto en silencio las dos conectaron con el mismo pensamiento. Antes de hacer nada Freya debía poner en claro sus sentimientos, después despejar incógnitas y al final, si es que había uno, solucionar en la mierda que se había metido. O al menos lo intentaría, aunque tampoco lo tenía muy claro.
Una vez al mes la familia de Kaile organizaba una gran fiesta en uno de los hoteles más importantes de Oslo. Alquilaban cuatro plantas y en éstas se hospedaban los invitados que ellos hubieran elegido. Normalmente la fiesta duraba una semana, por lo que el alcohol, el baile y la música invadía el hotel por todas sus superficies. Más de una vez Freya tuvo que huir acompañada de su marido para no verse envueltos en según que desastre sexual, pero precisamente era eso lo que quería esa vez. Necesitaba meter a Kaile y a Einar en una misma habitación, no era necesario que hubiera alcohol de por medio, mientras los dos estuvieran visibles y solos podría crear cualquier ambiente para demostrar la orientación de cada uno. Al menos eso era lo que quería pensar que lograría, porque la alternativa no le gustaba en absoluto. Si Einar no era homosexual, se vería la sorpresa de Kaile, aunque tampoco sería una sorpresa del todo, pero si un momento incómodo y para rematarlo la estafa de ellos se vería descubierta. Pensándolo bien, tampoco es que le hiciera especial ganas, pero algo tenía que hacer, por lo menos para salir de las dudas con Einar. Esa noche iba a dormir con un hetero fuera como fuera. Esa era su misión.
Capítulo ocho Capítulo nueve
Sigo con la historia, a decir verdad llevaba días queriendo escribir el capítulo, pero con los retos tampoco es que me pudiera poner a redactar, pero bueno, ahora que ya no tengo la presión de hacer algo diario me pondré al día con ésta historia.
Espero que te esté gustando y que la estés disfrutando al máximo.
Ahora dime... ¿de que equipo eres? ¿Team Einar o Team Kaile?
¿Qué crees que será Einar?
Dime las hipótesis que tienes. Sin más te dejo con el capítulo.
¡A leer!
9 .Celos:
Después de aquella conversación no pudo dormir, todo lo contrario de Kaile. Al parecer que ella hiciera esa pregunta era lo más natural del mundo, incluso contesto sin ningún temor. Sus palabras fueron seguras, llenas de sentimiento y alguna sonrisa tímida que no reconocía de él. En cierto modo sintió celos, pero no estuvo segura de por qué, si era porque su marido sintiera algo por Einar o porque sonriera de esa manera, algo que ella jamás había logrado. Aunque no debía sentirse mal por ello, entre sus piernas no estaba la capacidad de hacerle feliz, era algo que tenía que asumir por mucho que le costara. Su marido era homosexual y por mucho sexo que tuvieran, él seguía pensando en otra persona y quizás lo que más le sorprendía era que justamente ambos pensaban en la misma persona, aunque no estaba segura si el pensamiento era reciproco. Quizás antes de decidir nada debería averiguar si Einar tiraba por su misma vía o se decantaba más por la de Kaile. Y si fuera así, sabía que no le iba a gustar en absoluto...
A pesar de que había diseñado un plan magnífico para sonsacarle información sexual a Einar, parecía que aquel hombre se escondiera de ella. No había manera posible de contactarlo y eso hacía que sus sospechas referente a la condición sexual de éste se fueran asentado y como sabía, no le gustaba. Si debía ser sincera, en cierto modo aquel muchacho le gustaba. Era atractivo, malicioso y tenía aquel punto de prohibido que le hacía sentir mariposas en el estómago. Era consciente que era una mujer casada y que su marido era una figura importante, por lo que no era buena idea que le vieran pasear con otro hombre, y más si éste no era homosexual, aunque claro, que lo fuera o no todavía era un misterio, pero tiraba más a lo positivo que a lo negativo.
Suspiró y volvió a cerrar el teléfono, se puso el abrigo y salió sin móvil y sin llaves. Necesitaba un poco de tiempo para ella, tenía que pensar que era lo que quería hacer, porque después de todo, su plan para que su marido fuera feliz, dependía de que ella fuera infeliz. Si su intención era correcta, Einar también sentía algo por Kaile, por lo que le dejaba a ella en un segundo plano en la ecuación y aquello no le parecía del todo justo, aunque tampoco podía quejarse. Su esposo le había sacado de una casa que le hacía infeliz, le había dado la oportunidad de hacer su vida al margen de las demás personas y por primera vez en su vida tan sólo debía centrarse en su propia felicidad, aunque en el último tiempo quería hacerle feliz a él... ¿Por qué?
- ¿Y si te gusta?- dejó caer Sam mientras removía su taza de café.
- ¿Qué? ¡Oh dios no digas tonterías!- chillo ella sintiendo como la cara se le ponía roja.- Eso es imposible, es gay. ¿recuerdas?
- Lo hago. Lo que aún me sorprende que te hayas casado con un homosexual para huir de tu casa.- suspiró y le clavó la mirada.- Me siento delegada a un segundo plano. ¿Y para qué sirvo yo?¿eh?
- ¡Oh vamos Sammy! - gimoteó mientras le abrazaba.- Sabes que te adoro y te quiero, pero no puedo vivir contigo y chupar de tu amabilidad – le cortó con la mirada.- Y lo sabes.- aseguró.
-Cierto, pero...- farfulló molesta, pero no dijo más sobre aquello.- Igualmente es normal que te guste, es tu marido... no veo que mal hay.
- ¡Tiene todo mal! No puedo ahora enamorarme de un homosexual. Además... ¿Qué hago con Einar?
- ¿Cómo que qué haces con él?- enarcó la ceja y se chupó la cucharada divertida.
- Hombre, se supone que es gay...
- Antes de suponer deberías comprobarlo.
- ¿Y eso cómo se hace?
- ¿De verdad me lo estás preguntando?
Después de un breve minuto en silencio las dos conectaron con el mismo pensamiento. Antes de hacer nada Freya debía poner en claro sus sentimientos, después despejar incógnitas y al final, si es que había uno, solucionar en la mierda que se había metido. O al menos lo intentaría, aunque tampoco lo tenía muy claro.
Una vez al mes la familia de Kaile organizaba una gran fiesta en uno de los hoteles más importantes de Oslo. Alquilaban cuatro plantas y en éstas se hospedaban los invitados que ellos hubieran elegido. Normalmente la fiesta duraba una semana, por lo que el alcohol, el baile y la música invadía el hotel por todas sus superficies. Más de una vez Freya tuvo que huir acompañada de su marido para no verse envueltos en según que desastre sexual, pero precisamente era eso lo que quería esa vez. Necesitaba meter a Kaile y a Einar en una misma habitación, no era necesario que hubiera alcohol de por medio, mientras los dos estuvieran visibles y solos podría crear cualquier ambiente para demostrar la orientación de cada uno. Al menos eso era lo que quería pensar que lograría, porque la alternativa no le gustaba en absoluto. Si Einar no era homosexual, se vería la sorpresa de Kaile, aunque tampoco sería una sorpresa del todo, pero si un momento incómodo y para rematarlo la estafa de ellos se vería descubierta. Pensándolo bien, tampoco es que le hiciera especial ganas, pero algo tenía que hacer, por lo menos para salir de las dudas con Einar. Esa noche iba a dormir con un hetero fuera como fuera. Esa era su misión.
Capítulo ocho Capítulo nueve
¡Oh, qué suerte de Freya! Pero mira que los dos le salgan homosexual es tener mucha mala suerte xD Me recuerda un poco a Grace de Will and Grace, si no son, los convierte XD
ResponderEliminarPersonalmente, me gusta mucho más Einar qu Kaile, a ver si no le termina saliendo el tiro por la culata y acaba sin el pan y sin la torta también xD
¡Cuidate!
¡Jaa! Yo también soy de Team Einar. Es más... ¿masculino? xD
EliminarMe alegra que te guste
Un abrazote