El Reto Tahisiano: Última Navidad

Goeie dei! ( Frisón)
Como terminé la historia de Alianza, vengo poniéndome al día con los demás retos que los dejé un poco abandonados, así que vengo con el Reto Tahisiano del mes de Octubre.
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Sin más que decir... ¡Allá voy!



He elegido del bloque A la imagen 2 (que es la que he puesto como foto de entrada), del bloque B elegí la frase para empezar (la pondré en cursiva para que sepas cuál es), y el bloque D todas las palabras que han salido ( las pondré en negrita).


Última Navidad
Retrocedí mientras trataba de soltarme, pero él me siguió a través del umbral. En su rostro veía la desesperación de verse abandonado nuevamente. No sería el primer divorcio que tenía, pero sabía que el nuestro sería mucho más traumático que los anteriores. Mientras caminaba hacia la habitación y colocaba la maleta en la cama, recordaba las palabras que me había dicho mi Tío años atrás. " Niña, la edad siempre es una barrera para las relaciones. Piénsalo antes de tomar ninguna decisión". Ojalá le hubiera hecho caso en ese entonces, pero era joven y quería conocer mundo, rechazaba cualquier tipo de autoriazación que mis tutores me pudieran dar, o incluso consejos que sabiamente mi anciano tío había hecho años atrás.
Terminé de hacer la maleta cuando noté su mirada desde el marco de la puerta. Tenía miedo de girarme y caer en sus brazos una vez más. Sabía por mucha gente que las rupturas eran así, pero claro, para mi era la primera. Me casé siendo muy joven, enamorada de la idea del amor y ajena a lo que significaba estar en un matrimonio donde la diferencia de edad podría ser la causante de la propia ruptura. Y no habíamos sido la excepción. Me mordí el labio antes de coger la maleta y girar para mirarle. Él estaba destrozado, su aspecto parecía mucho más mayor de lo que era, tenía la ropa arrugada y con sus ojos me pedía una segunda oportunidad. Yo quería darle otra, cada partícula de mi ser lo quería así, pero... no creía en ellas y menos cuando habían entrado terceras personas en la relación. Intenté sonreír, pero en vez de eso me salieron amargas lágrimas.
Mientras caminaba por los pasillos iluminados por los adornos navideños, no volteé la mirada. No podía ver por última vez lo que fue los mejores años de mi vida. Simplemente quería recordar lo maravilloso que había sido esa última navidad juntos. Sólo necesitaba ese recuerdo para seguir adelante. Y era eso lo que iba a hacer... seguir adelante.