Día 7 FanFiction: Reconocer
¡Buenas!
Ya estoy con el día siete del reto, a decir verdad éste me ha costado bastante en decidirme, porque quiero intentar alternar los personajes de libros, series y animes, pero claro con éste de hoy me lo han puesto bastante complicado.
Debo escribir algo sobre un sentido de los cinco, así que después de estar rebuscando me quedé con Onao Hokusai, que es la hermana pequeña de Miss Hokusai, de la película con el mismo nombre. Como comenté en su crítica me pareció algo muy bonito que pusieran escenas de como se le enseñaba el mundo a través de las manos y sigo pensando que fue una maravilla.
Sin más... ¡a escribir!
Reconocer
Era el primer día en el colegio y estaba un poco nerviosa. A decir verdad era la primera vez que asistiría a clases en un centro ordinario. Los años anteriores siempre había ido a escuelas especializadas para ciegos, al igual que había tenido profesores privados para ayudarla con la lectura en Braille. Así que nunca antes se había tenido que enfrentar a un lugar lleno de personas, tampoco había tenido la necesidad de pensar mucho en la ropa que ponerse y mucho menos en pensar como debería relacionarse con los demás niños. Era todo nuevo y estaba aterrada.
El colegio estaba bastante lejos de su casa o al menos esa era la impresión que tenía, después de todo su madre tuvo que llevarla con el coche y después la acompañó cogida de la mano hasta el interior del edificio. Notó el cambio de lugar al reconocer el olor a libros, pasillos y desinfectante, además el eco de sus pasos y frufru de las faldas de las monjas. A medida que iban caminando notaba como pasaban por aulas al escuchar a los niños gritar, después calma y tras un poco de silencio llegaron a otro lugar. Al igual que antes notó que el aroma cambiaba, esa vez olía todo a tierra y café. Su madre la ayudó a sentarse y comenzó hablar con la Madre superiora y le informaba de las características especiales que su hija tenia. A todas esa Onao tan solo prestaba atención a los ruidos, aromas y a las texturas de la mesa, silla y papeles que tocaba al estirar las manos. Antes de que pudiera seguir experimentado a través de las manos su madre se las sujetó y le pidió con voz dulce que reconociera a la Madre superiora para saber como era ella. Un poco arregañadientes se acercó a la mujer, estiró los brazos y comenzó a tocar con delicadeza su cara: la piel era algo rasposa pero con zonas suaves, varios surcos de arrugas, una nariz ancha y chata, labios gruesos y barbilla puntiaguada. Las orejas, ojos y frente eran pequeñas haciendo que su largo cabello grueso ocultara sus imperfecciones.
Después de reconocerla y escuchar más cosas que no le interesaban, se quedó con la anciana y su madre se marchó. Durante unos minutos no hablaron, pero escuchaba como la mujer escribía algo en una hoja, como chasqueaba la lengua cada vez que se equivocaba y como cambiaba de lápiz para rellenar otra cosa.
Su clase era muy grande y no estaba muy amueblada, lo supo por el eco que hacían las voces de sus compañeros y también por la facilidad que pronto éstos se movieron y la rodearon. Una vez más tuvo que estirar las manos para tocar el rostro de cada uno de ellos, por primera vez en toda su vida acabó con los brazos cansados y con dolor de cara. Nunca antes había sonreído tanto y hablado tanto.
Quizás no tenía ojos para ver, pero junto a sus nuevos compañeros lograría tenerlos y conocer mundo que estando sola no haría.
Ya estoy con el día siete del reto, a decir verdad éste me ha costado bastante en decidirme, porque quiero intentar alternar los personajes de libros, series y animes, pero claro con éste de hoy me lo han puesto bastante complicado.
Debo escribir algo sobre un sentido de los cinco, así que después de estar rebuscando me quedé con Onao Hokusai, que es la hermana pequeña de Miss Hokusai, de la película con el mismo nombre. Como comenté en su crítica me pareció algo muy bonito que pusieran escenas de como se le enseñaba el mundo a través de las manos y sigo pensando que fue una maravilla.
Sin más... ¡a escribir!
Reconocer
Era el primer día en el colegio y estaba un poco nerviosa. A decir verdad era la primera vez que asistiría a clases en un centro ordinario. Los años anteriores siempre había ido a escuelas especializadas para ciegos, al igual que había tenido profesores privados para ayudarla con la lectura en Braille. Así que nunca antes se había tenido que enfrentar a un lugar lleno de personas, tampoco había tenido la necesidad de pensar mucho en la ropa que ponerse y mucho menos en pensar como debería relacionarse con los demás niños. Era todo nuevo y estaba aterrada.
El colegio estaba bastante lejos de su casa o al menos esa era la impresión que tenía, después de todo su madre tuvo que llevarla con el coche y después la acompañó cogida de la mano hasta el interior del edificio. Notó el cambio de lugar al reconocer el olor a libros, pasillos y desinfectante, además el eco de sus pasos y frufru de las faldas de las monjas. A medida que iban caminando notaba como pasaban por aulas al escuchar a los niños gritar, después calma y tras un poco de silencio llegaron a otro lugar. Al igual que antes notó que el aroma cambiaba, esa vez olía todo a tierra y café. Su madre la ayudó a sentarse y comenzó hablar con la Madre superiora y le informaba de las características especiales que su hija tenia. A todas esa Onao tan solo prestaba atención a los ruidos, aromas y a las texturas de la mesa, silla y papeles que tocaba al estirar las manos. Antes de que pudiera seguir experimentado a través de las manos su madre se las sujetó y le pidió con voz dulce que reconociera a la Madre superiora para saber como era ella. Un poco arregañadientes se acercó a la mujer, estiró los brazos y comenzó a tocar con delicadeza su cara: la piel era algo rasposa pero con zonas suaves, varios surcos de arrugas, una nariz ancha y chata, labios gruesos y barbilla puntiaguada. Las orejas, ojos y frente eran pequeñas haciendo que su largo cabello grueso ocultara sus imperfecciones.
Después de reconocerla y escuchar más cosas que no le interesaban, se quedó con la anciana y su madre se marchó. Durante unos minutos no hablaron, pero escuchaba como la mujer escribía algo en una hoja, como chasqueaba la lengua cada vez que se equivocaba y como cambiaba de lápiz para rellenar otra cosa.
Su clase era muy grande y no estaba muy amueblada, lo supo por el eco que hacían las voces de sus compañeros y también por la facilidad que pronto éstos se movieron y la rodearon. Una vez más tuvo que estirar las manos para tocar el rostro de cada uno de ellos, por primera vez en toda su vida acabó con los brazos cansados y con dolor de cara. Nunca antes había sonreído tanto y hablado tanto.
Quizás no tenía ojos para ver, pero junto a sus nuevos compañeros lograría tenerlos y conocer mundo que estando sola no haría.
No sé... Muy tierno para mi. Yo que hoy como sabes he tenido un día así, así... Pues esto... Necesitaba sangre,muerte... xD
ResponderEliminarTQ
Lo sé, pero es que tenía que ser tierno y bonito, otro día ya haré alguno sangriento <3
EliminarTQ
ResponderEliminar(✧∀✧)/ Holaaa!!!
Interesante historia! me ha gustado muchisimo a pesar de que no he visto la película pues siempre he pensado que las gente ciega tiene muy desarrollado los sentidos, me pareció bastante tierno y muy sutil el texto. hermoso! cuídate mucho amiga un abrazo!
穛 S4Ku SEK4i®
¡Muchas gracias! Quería que fuera muy tierno y que gusto me da saber que así te ha parecido. ¡Muchas gracias! <3
EliminarUn abrazote
¡Oh, qué ternura! Me ha encantado el fic <3
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Me alegra que te haya gustado! <3
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