El bloqueo...Ese grano en el culo.
Todo escritor con la magia de crear "algo" conocerá esa maldita sensación de "No saber" en el sentido más puro de la palabra. Sentarte delante de tu ordenador y mirarlo fijamente y darte cuenta que por mucho que lo mires la magia no aparecerá por si sola.
Ese maldito momento que te haces la pregunta ¿por qué coño me metí en esto? Y con esas palabras en tu cabeza te vas a hacer un café, te vuelves a sentar y vuelves a mirar tu trabajo en blanco. Escribes algo, lo borras, vuelves a escribir, vuelves a borrar, bebes café... te desesperas y te levantas a ducharte. En ese momento que el agua cae sobre tu cuerpo, esa magia aparece, pero cuando te vuelves a sentar, con tu café casi vacío y frío y dispuesta a hacer la mejor obra de arte de tu vida, vas y se te olvida... o escribes una mierda, que es lo más parecido a un fracaso en tu área. Muy bien, has escrito una total mierda, pero esa mierda te da la idea de escribir una mierda superior que llega a la mierda perfecta, y luego poco a poco vuelves a ti. Pero para llegar a ti... han pasado horas. Horas jodidamente odiosas.
Ese es el maldito oficio del escritor. Siempre he tenido bloqueos ocasionales, que te desesperan y te quieres morir, pero por arte de magia se arregla pronto. Al principio de mi carrera literaria, los bloqueos no suponían más que unos momentos de absoluto desconocimiento de la obra, luego después de unas cuantas lecturas y canciones, la magia volvía y todo marchaba genial. Pero eso ha cambiado... cambió desde el momento que quise mejorar, desde el momento que decidí SER MEJOR escritora y no contentarme con lo primero que escribo. Eso supone leer TODO lo que he escrito y hacerlo, supone borrar... lo que supone tener que EMPEZAR a pensar por qué cojones escribí eso y tener la suerte de que con lo nuevo no modifique lo siguiente. Eso suele ocuparte parte del día, y cuando llegas al final y debes escribir lo nuevo... ¡charán! El puto bloqueo aparece y te jode el subidón literario.
Una vez me dijeron que los escritores se pasan más tiempo borrando que escribiendo... e ilusa yo pensaba que no era verdad. ¡Mentira! ¡Es una maldita verdad! Estoy escribiendo mi nueva novela y me paso más tiempo borrando, corrigiendo y leyendo que escribiendo, por lo que eso me obliga a posponer las ideas y cuando llego al momento de crear... no me gusta, no combina o simplemente no es feo. Ese momento de que no puedes beber más café, ese momento que comer no llenará tu frustración y la ducha no te calmara...es una jodida mierda.
Ahora me siento más escritora que otra cosa. Soy una puta escritora frustrada y teniendo una relación romántica con el botón de "suprimir" y "borrar".
Ese maldito momento que te haces la pregunta ¿por qué coño me metí en esto? Y con esas palabras en tu cabeza te vas a hacer un café, te vuelves a sentar y vuelves a mirar tu trabajo en blanco. Escribes algo, lo borras, vuelves a escribir, vuelves a borrar, bebes café... te desesperas y te levantas a ducharte. En ese momento que el agua cae sobre tu cuerpo, esa magia aparece, pero cuando te vuelves a sentar, con tu café casi vacío y frío y dispuesta a hacer la mejor obra de arte de tu vida, vas y se te olvida... o escribes una mierda, que es lo más parecido a un fracaso en tu área. Muy bien, has escrito una total mierda, pero esa mierda te da la idea de escribir una mierda superior que llega a la mierda perfecta, y luego poco a poco vuelves a ti. Pero para llegar a ti... han pasado horas. Horas jodidamente odiosas.
Ese es el maldito oficio del escritor. Siempre he tenido bloqueos ocasionales, que te desesperan y te quieres morir, pero por arte de magia se arregla pronto. Al principio de mi carrera literaria, los bloqueos no suponían más que unos momentos de absoluto desconocimiento de la obra, luego después de unas cuantas lecturas y canciones, la magia volvía y todo marchaba genial. Pero eso ha cambiado... cambió desde el momento que quise mejorar, desde el momento que decidí SER MEJOR escritora y no contentarme con lo primero que escribo. Eso supone leer TODO lo que he escrito y hacerlo, supone borrar... lo que supone tener que EMPEZAR a pensar por qué cojones escribí eso y tener la suerte de que con lo nuevo no modifique lo siguiente. Eso suele ocuparte parte del día, y cuando llegas al final y debes escribir lo nuevo... ¡charán! El puto bloqueo aparece y te jode el subidón literario.
Una vez me dijeron que los escritores se pasan más tiempo borrando que escribiendo... e ilusa yo pensaba que no era verdad. ¡Mentira! ¡Es una maldita verdad! Estoy escribiendo mi nueva novela y me paso más tiempo borrando, corrigiendo y leyendo que escribiendo, por lo que eso me obliga a posponer las ideas y cuando llego al momento de crear... no me gusta, no combina o simplemente no es feo. Ese momento de que no puedes beber más café, ese momento que comer no llenará tu frustración y la ducha no te calmara...es una jodida mierda.
Ahora me siento más escritora que otra cosa. Soy una puta escritora frustrada y teniendo una relación romántica con el botón de "suprimir" y "borrar".
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