R.F: Resignación

Tashi delek! (Ihasa tibetano)
¡Y al fin hago algo de escribir! ¡Ueee ueee! Aún me faltan dos reseñas más (creo) pero al menos voy avanzando poco a poco. ¿Ves? ¡Soy constante! Si yo lo dije... eso te pasa por no creerme.

Bueno, hoy vuelvo al reto de mi adorada Mia, tengo que escribir algo con ésta frase "¿Eso es lo que estás haciendo?¿Tratas de hacer que te odie?"
Será de temática homosexual, así que si no te sientes atraído por éste género, ya sabes puedes leer otras cosas aquí.
¡Allá voy!




Resignación
Lleva días sin hablarme. No lo encuentro en su casa, en su oficina no está y no me atiende el teléfono. ¿Qué será lo que le pasa por la cabeza? Se supone que somos pareja, que nos debemos contar las cosas pero él sigue en su mundo, en su perfecto mundo de señor perfecto, mientras yo voy llorando por las esquinas por él. ¡¿Qué cojones le ocurre?!
Gruño dispuesto a hablar con él ese día. No me iré a mi casa hasta que logre cruzar unas palabras con él. ¡Me niego!

Hace bastante frío, está lloviendo y comienzo a no notar mis manos, pero aún así me aovillo en el escalón de su finca a esperarlo. Un taxi se para delante de mi, unos segundos después baja él. Lleva su usual traje negro, con el cabello desordenado y con el rostro bastante chupado y ojeroso. Al verme abre los ojos, vi en su mirada un toque de alegría, de ilusión pero pronto lo esconde con un feo fruncido de ceño.

- ¿Qué haces aquí?- me espeta furioso.
- Quería hablar contigo...- respondo tranquilo mientras me levanto del escalón.
- ¿Y no podías llamarme por teléfono?- gruñe pero al darse cuenta que no me cogía las llamadas se calla.- Deberías irte.

Al pasar a su lado siento un perfume femenino y el corazón se me encoge en el pecho.

- ¿Has estado con mujeres?¿por qué?
- Porque me gustan.- responde al acto, como si se hubiera estado memorizando la contestación.
- Mentiroso.- bufo girando la cara.
- Soy un hombre, es natural que me gusten los coños.
- El otro día no decías lo mismo...- le recuerdo con dolor. Sé que está diciendo eso para herirme, lo sé, pero duele tanto.
- Márchate, estoy cansado.- dice abriendo la puerta y con la intención de dejarme solo en la puerta de su apartamento.
- ¿Quieres que me vaya?- el asiente- ¿Y que no vuelva?- vuelve asentir.- ¿Eso es lo que quieres?- no dice nada.- ¿Tratas de hacer que te odie?

Ante mis palabras él se envara, pero no se mueve. Dolido por su indiferencia me giro dispuesto a no volver jamás. Puedo arrastrarme, pero no eternamente. Me muerdo el labio y giro sobre mis talones para marcharme.
Siento como las gotas de agua caen encima de mi durante unos segundos, para luego no sentir nada. O al menos dejé de sentirlos cuando él me sujetó de la muñeca y tiro de mi hasta tenerme entre sus brazos.

- Soy un hombre...- me susurra al oído.- no será fácil...
- ¿Y desde cuando a mi me gusta lo fácil?

Me giro y le encaro, sus ojos me piden que lo bese y sin esperar permiso lo hago. Él me responde y sin decirnos nada más entramos a la casa.
Quizás lo nuestro sea complicado y difícil, pero podría soportarlo siempre y cuando él me esté abrazando.