R.F # 5: Frío # 2
Minyani! (Tsonga)
¡Me falta sólo una para estar al día con los retos de Mia! Soy feliz, snif snif... mira que no soy tan constante como me gustaría pero poco a poco lo voy consiguiendo. Necesito aplausos por favor, eso me sube el ego.
Llevo unos días pensando que quizás doy la sensación que soy bastante seria aquí en el blog, cuando la realidad es muy diferente. Soy la persona más poco seria del planeta... soy un payaso sin nariz roja. No sé... dime ¿te parezco así como me conoces por aquí, sería?
Bueno volviendo a lo que te tira, me toca el número 5 del reto y las frases que he elegido son: Acarició su pelo mientras dormía, ella lo notó, pero cuando despertó, él ya no estaba y Abrazó su almohada y lloró hasta que por fin, se quedó dormida.
Y siguiendo vuestra sugerencias seguiré con otro capítulo de Frío. Si es la primera vez que lees ésto, te recomiendo que leas el primero.
Frío #2
Al salir de la cafetería llovía tan fuerte que prácticamente era un suicidio salir de la zona cubierta. A ella realmente no le importaba mojarse, después de todo su casa estaba a una calle de ahí, pero sabía que él debía coger coche para llegar a la suya. Por un momento se planteó la idea de invitarlo a pasar la noche a su casa. Quizás causaría problemas al día siguiente, pero tampoco se veía con fuerzas de dejarlo ahí solo. No después de haber acudido a su caprichosa llamada.
Tomó aire y cerró las manos a cada lado de su cuerpo para coger valor y hacer la pregunta que llevaba pensando desde que vio como caía el agua. Se mordió el labio y le miró de reojo, barajando las posibles respuestas que él podría dar. Parecía bastante disgustado y fastidiado del temporal, por lo que eso podría darle alguna posibilidad.
- ¿Por qué no te quedas en casa?- al ver el rostro de espanto que puso sintió un poco de dolor y agregó.- hasta que escampe.- él medito durante unos segundos y aceptó.
Cuando abrió la puerta de su casa se alegró por primera vez de estar sola. Nunca le había gustado pasar las noches sin nadie, y más con aquella lluvia que hacía resonar todas las cristaleras de la vivienda. Mientras encendía las luces y ponía la calefacción recordó que sus padres volverían dentro de uno o dos días, por lo que seguiría teniendo la casa para ella. Quiso sonreír pero no se consideraba tan alocada para hacer una fiesta ahí. No era la típica adolescente y tampoco tenía intención de serlo ahora. No cuando intentaba parecer más adulta para que Christian se fijara en ella, para que la viera como mujer y no como una alumna.
Durante unos minutos se olvidó de que él estaba pululando por la casa hasta que la luz se fue y un trueno hizo retumbar todo. En ese instante gritó y pronto tuvo a Christian abrazado a ella para consolarla.
- Estoy aquí...- susurró mientras la consolaba y tranquilizaba. Hundiendo su cabeza en su pecho se maldijo el día que lo conoció, el momento que él marcó los límites después de haberse dicho todo lo importante.
- No podré dormir...- se quejó ella deseando que la tormenta durara enternamente.
- Me quedaré hasta que te duermas.- aseguró.
Pegados como estaban caminaron hasta su habitación, ella entró en el baño se puso el pijama y le ofreció una camisa y pantalones de su padre para que se cambiara. Christian aceptó y cuando se encontraba seco y cómodo se sentó a su lado en la cama y comenzó a acariciarle la cabeza.
Vagamente recordó como le acarició el pelo mientras dormía, lo notó, pero cuando se despertó él ya no estaba. A medida que se iba espabilando un sabor amargo se le aparecía en los labios. Quiso pensar que él le besó, pero sería una fantasía absurda...
Al ser sábado y estar todo a oscuras decidió quedarse un poco más en la cama, recordando con tristeza el día que él le cubrió con la chaqueta en el columpio, el momento que sus corazones se entrelazaron y el instante que él cortó aquel lazo. El recuerdo era ácido pero cálido.
Con ese sensación abrazó la almohada y lloró hasta que se volvió a quedar dormida. Ya cuando se despertara tendría tiempo de gestionar sus emociones y decidir como actuar con él al comenzar las clases... Christian seguiría siendo su profesor y por mucho que odiara aquello era su realidad.
¿Continuará? Está en tu mano :D
¡Me falta sólo una para estar al día con los retos de Mia! Soy feliz, snif snif... mira que no soy tan constante como me gustaría pero poco a poco lo voy consiguiendo. Necesito aplausos por favor, eso me sube el ego.
Llevo unos días pensando que quizás doy la sensación que soy bastante seria aquí en el blog, cuando la realidad es muy diferente. Soy la persona más poco seria del planeta... soy un payaso sin nariz roja. No sé... dime ¿te parezco así como me conoces por aquí, sería?
Bueno volviendo a lo que te tira, me toca el número 5 del reto y las frases que he elegido son: Acarició su pelo mientras dormía, ella lo notó, pero cuando despertó, él ya no estaba y Abrazó su almohada y lloró hasta que por fin, se quedó dormida.
Y siguiendo vuestra sugerencias seguiré con otro capítulo de Frío. Si es la primera vez que lees ésto, te recomiendo que leas el primero.
Frío #2
Al salir de la cafetería llovía tan fuerte que prácticamente era un suicidio salir de la zona cubierta. A ella realmente no le importaba mojarse, después de todo su casa estaba a una calle de ahí, pero sabía que él debía coger coche para llegar a la suya. Por un momento se planteó la idea de invitarlo a pasar la noche a su casa. Quizás causaría problemas al día siguiente, pero tampoco se veía con fuerzas de dejarlo ahí solo. No después de haber acudido a su caprichosa llamada.
Tomó aire y cerró las manos a cada lado de su cuerpo para coger valor y hacer la pregunta que llevaba pensando desde que vio como caía el agua. Se mordió el labio y le miró de reojo, barajando las posibles respuestas que él podría dar. Parecía bastante disgustado y fastidiado del temporal, por lo que eso podría darle alguna posibilidad.
- ¿Por qué no te quedas en casa?- al ver el rostro de espanto que puso sintió un poco de dolor y agregó.- hasta que escampe.- él medito durante unos segundos y aceptó.
Cuando abrió la puerta de su casa se alegró por primera vez de estar sola. Nunca le había gustado pasar las noches sin nadie, y más con aquella lluvia que hacía resonar todas las cristaleras de la vivienda. Mientras encendía las luces y ponía la calefacción recordó que sus padres volverían dentro de uno o dos días, por lo que seguiría teniendo la casa para ella. Quiso sonreír pero no se consideraba tan alocada para hacer una fiesta ahí. No era la típica adolescente y tampoco tenía intención de serlo ahora. No cuando intentaba parecer más adulta para que Christian se fijara en ella, para que la viera como mujer y no como una alumna.
Durante unos minutos se olvidó de que él estaba pululando por la casa hasta que la luz se fue y un trueno hizo retumbar todo. En ese instante gritó y pronto tuvo a Christian abrazado a ella para consolarla.
- Estoy aquí...- susurró mientras la consolaba y tranquilizaba. Hundiendo su cabeza en su pecho se maldijo el día que lo conoció, el momento que él marcó los límites después de haberse dicho todo lo importante.
- No podré dormir...- se quejó ella deseando que la tormenta durara enternamente.
- Me quedaré hasta que te duermas.- aseguró.
Pegados como estaban caminaron hasta su habitación, ella entró en el baño se puso el pijama y le ofreció una camisa y pantalones de su padre para que se cambiara. Christian aceptó y cuando se encontraba seco y cómodo se sentó a su lado en la cama y comenzó a acariciarle la cabeza.
Vagamente recordó como le acarició el pelo mientras dormía, lo notó, pero cuando se despertó él ya no estaba. A medida que se iba espabilando un sabor amargo se le aparecía en los labios. Quiso pensar que él le besó, pero sería una fantasía absurda...
Al ser sábado y estar todo a oscuras decidió quedarse un poco más en la cama, recordando con tristeza el día que él le cubrió con la chaqueta en el columpio, el momento que sus corazones se entrelazaron y el instante que él cortó aquel lazo. El recuerdo era ácido pero cálido.
Con ese sensación abrazó la almohada y lloró hasta que se volvió a quedar dormida. Ya cuando se despertara tendría tiempo de gestionar sus emociones y decidir como actuar con él al comenzar las clases... Christian seguiría siendo su profesor y por mucho que odiara aquello era su realidad.
¿Continuará? Está en tu mano :D
Creo que sería interesante que continuara.
ResponderEliminarSaludos.
¡Gracias! :D
Eliminar¡Hola! Pues, primero que nada, que yo como una persona seria, no, la verdad, es que por la forma en la que escribes me suenas a alguien muy enérgica y alegre, por sobre todo esto último, que se te nota el entusiasmo en las entradas, al menos, así lo siento yo mientras te leo. No tengo aplausos, pero lo tengo a Dean https://68.media.tumblr.com/699f45f2ffd84ed759ef513220ce49b3/tumblr_oluwnl9FFi1s4m8cso1_500.gif (?)
ResponderEliminarOMG! La historia es de profesorxalumna :D me gustan mucho estas historias XD me encanta la continuación <3 Christian ha sido muy lindo y esa lluvia creando el momnto idóneo.
¡Un abrazo!
¡Ohhh! Gracias... que guapo que es Dean <3. Me alegra que te haya gustado y sep, no soy absolutamente nada seria xD.
EliminarSip, una lluvia muy muy oportuna.
un besote guapa
(。◕ ‿ ◕。)/ Holaaa!!!
ResponderEliminarEsta buenísimo como dijeron por ahí sería genial que hubiera una continuación!!!! que estés muy bien!
Espero puedas pasarte que estés bien!
穛 S4Ku SEK4i®
¡Gracias! Pues pronto me pondré a ello. ¡Un besote!
Eliminar!Me encanto la continuacion de frío! Aca ya se está cocinando una relación muy bonita entre ambos, es un buen comienzo, bajo la lluvia. La historia esta muy interesante, me gustaria leer mas.
ResponderEliminarBso
Pues ya comenzaré a pensar el siguiente episodio :D
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