El Reto Tahisiano: Giro

Goedendag! ( Holandés)
¿Qué tal? Yo estoy muy contenta, después de una semana agotadora tendré mi primer domingo libre. ¡Si! ¿A que es genial? Estoy que no quepo de gozo. ¡Estoy feliz! Realmente adoro mi trabajo, a mis viejitos y a mis compañeras, pero físicamente estoy molida... de pasar de no hacer nada a hacer todo es un cambio brutal, pero bueno... ¡Esto es la vida adulta!

Ya estamos terminando Noviembre y como tal debo hacer el reto de Tahís, así que aquí estoy. El enlace del tema de éste mes lo dejo en el nombre del blog, antes de escribir voy a decir lo que he elegido.
- El bloque A (la imagen en cuestion).
- El bloque B la frase de inspiración es ésta: Esa mañana me había levantado con ganas de cambiar mi vida, después de noches enteras llorando por la ruptura con Mark, por fin estaba dispuesta a hacer algo por cambiar mi humor.
- El bloque D: Frustración, Desfavorable, Anular, Cassoulet, Extensa, Alcaide, Yoga, Hielo, Ruibarbo y Calculadora.




Giro
El sol comenzaba a iluminar la extensa llanura de la aldea, dando iniciado el día. Aunque uno desfavorable para viajar. O al menos eso pensó cuando al salir al jardín vio como el hielo cubría los coches, árboles y cualquier superficie que estuviera desprotegido.
A pesar de que el tiempo no acompañaba, cogió a su hijo en brazos, le colocó una manta encima y salió antes de que su marido se despertara. A cada paso que daba sentía como el anillo de su dedo anular pesaba cada vez más, como si éste le estuviera avisando de lo que estaba haciendo. Una parte de su cabeza quería quedarse, seguir asistiendo a las clases de yoga, comer los ricos Cassoulet que preparaba su suegra y beber te de Ruibarbo por la noche con su madre, pero eso no podría volver a ocurrir nunca más, no con la frustración que llevaba en el alma...
Ser la esposa de un Alcaide no era su misión en la vida. Puede ser que ser madre si, cuidar de su hogar y ser la calculadora andante de su pareja, pero no la mujer florero que tenía que girar la cara cada vez que una abogada venía a casa para informarle que su marido había vuelto a cometer una infidelidad y que quería dinero para no contarlo todo. Ese no era su papel en su vida, por eso, con un gran dolor en el alma cogió lo poco de valor que tenía y se marchó junto a su hijo.
No iba a volver nunca, y sabía que su marido jamás diría que se marchó. Después de todo su matrimonio comenzó siendo un secreto y su separación lo sería también.