K: Gotas

¡Y aunque sea un reto hecho por mi yo también lo haré!
¿Por qué? Pues me parece feo hacer un reto y no hacerlo yo también... así que creo que ya va siendo hora que lo haga.
Pronto haré el siguiente reto (no sé cuando) y la temática será diferente, seguramente iré escribiendo los niveles yo también, pero se paciente... la inspiración erótica viene por cuenta gotas. 


Reto 1: Relato erótico. 

Normas:
- No seas obsceno. El erotismo es una arte, es una manera sensual de relatar el acto sexual. No es una descripción exacta del acto sexual.
- Debe haber una historia. Me importa un bledo cual, pero tengo que notar que no sólo es follar y punto.

Nivel 1: Tienes que comenzar el relato con éste inicio " Llovía tanto que no podía salir de casa..."

Gotas

Llovía tanto que no podía salir de casa y se aferraba a la puerta esperando que la tormenta se detuviera. No quería seguir estando en ese apartamento, con aquel hombre que le removía hasta las células más idiotas de su cuerpo. Simplemente era verlo y sentir que su cuerpo estallaba en llamas.

Escuchó como salía del cuarto de baño, podía oler su aroma a menta y comenzó a babear. Cerró los mulsos y se apretó lo máximo que pudo contra la puerta, deseando que la madera pudiera mimetizarla y hacerla una con ella. No necesitaba ver como aquel adonis de espaldas anchas, caderas marcadas y sonrisa pícara le miraba como si fuera un trozo de carne. En cierto modo pensar aquello la excitaba, sentía como sus intimidad comenzaba a estar resbaladizas, como tenía pequeños espasmos en el abdomen y la boca seca. Ese hombre la llevaba por el camino de la amargura y él disfrutaba de ello. 

El aroma de macho la golpeó en la nariz y no pudo evitar mirarle. Él estaba desnudo, aún con gotas de agua sobre su musculoso cuerpo, mirándola como un lobo hambriento. Ella gimió y se pasó la lengua por los labios al comprobar que su gran y preciosa vara la miraba esperando atenciones. Gimió y cuando él se aproximó a ella, le besó con esos gruesos labios y le metió la lengua hasta la campanilla supo que no habría marcha atrás.

Su cuerpo ardió y dejó de pensar en nada, sólo era consciente que su adonis del infierno la espoleaba con su vara del amor y ella tan sólo quería gritar más y disfrutar.