Inspirándome con...

¡Me he metido en otra iniciativa! Sí, nótese que tengo tiempo de sobra... ahora cuando consiga trabajo estaré cagando leches porque no podré escribir, pero bueno... el dinero me consolará.
En fin, Roxana está también en ésta iniciativa y me ha dado un poco de envidia así que he decidido meterme en ella.
Está en el blog de Ficción Romántica, así que puedes meterte y ver un poco de que va la cosa. Sin más... ¡allá voy!




Sin mal no lo he entendido hay que escribir algo inspirándote en un elemento, sea cual sea éste en cuestión. Pues yo me voy a decantar por escribir algo relacionado con El libro del Jade, de Lena Valentí. Aún no he hecho mi crítica, pero la haré... cuando me lea los nueve libros que me quedan. Quizás tarde un poco, pero bueno... si cada libro me lo leo en 3-4 días, diría que en dos-tres semanas ya tendré los demás.
Bueno, el punto es que éste libro (y el segundo) me llevan por el camino del amargura y quiero escribir algo parecido, no sé si será largo o corto... pero bueno, ya se verá.

Celos
No somos humanos. Somos animales con apariencia humana. Siempre lo hemos sabido, es algo que tenemos en nuestro código genético, pero aún así... cuesta acostumbrarse. Ésta vida tan distinta es como si te levantaras en un sitio distinto cada vez, sin saber como orientarte ni que camino escoger. Vivir constantemente en una incógnita es una mierda, aunque una cosa si que estoy seguro.
Ella es mía. Puede ser que me despierte desconcertado, pero mis instintos animales me dicen que esa hermosa mujer me pertenece. Sus labios gruesos, su sonrisa pícara y eso ojos tan oscuros como la noche. Toda ella es mía y no solo mi instinto lo dice, sino los sentimientos de celos que irradian mi cuerpo cuando otro macho se acerca. Ella es hermosa, tiene los estrogenos disparados y tiene poder sobre los otros hombres, pero ella sabe que tiene dueño.
Le miro con ojos celosos, avisándole que cuando entre a nuestra habitación le haré partícipe de como folla un macho. No, no un macho cualquiera. Sino su macho. Ella ríe juntando los muslos con expectación.
Uff, como me pone mi hembra.