RCF #7: Frío #4 Final

Nano Toka! (Náhuati)
He estado pensando en estos días de ausencia que ésto de escribir a diario en mi situación actual es algo complicado, y también ponerme un día fijo porque estoy plenamente segura que no lo conseguiré, así que... escribiré cuando quiera o cuando pueda. ¿Qué te parece?

Vuelvo a los retos a ver si logro ponerme al día (otra cosa complicada) y estoy con el de mi lovely Mia. Me toca el número 7 y la frase que me toca es la agarró por el cuello y sus ojos se encontraron.
Y seguiré con la historia de Frío, por si no has leído los anteriores te los dejo aquí #1 #2 #3




Frío #4
El instituto comenzaba a quedarse vacío. Las únicas personas que estaban eran los alumnos que hacían extraescolares, algunos profesores y las mujeres de la limpieza. Todas y cada una de ellas estaban concentrados en sus cosas por lo que no repararon en que ella aún seguía en la azotea, con la cabeza escondida entre las rodillas y esperando pacientemente a alguien que jamás iba a regresar.
O al menos de eso se estaba convenciendo desde que se escondió ahí. En las horas anteriores no había subido y al parecer a sus compañeras de clase tampoco le importó mucho su ausencia, algo que también le lastimó lo suficiente para llorar un poco más.
Así aovillada estuvo lo suficiente hasta que comenzó a llover y el sentido común le gritó de que volviera a casa, por lo que con más fuerza de voluntad de lo que quería se levantó y comenzó a bajar las escaleras. Sus pasos resonaban por los pasillos vacíos y sus gimoteos hacían eco entre las paredes, sabía que así la escucharían, pero no le importó aunque dudaba de que alguien estuviera ahí. Al menos eso creyó hasta que lo vio salir del salón de profesores. Christian estaba ahí, mirándola con los ojos abiertos, sorprendido y algo dolido, cosa que no entendió. Quizás en otro momento se hubiera emocionado, pero había decidido dejarlo correr, ya nada pasaría como ella quería. Nunca más pondría tengo frío en un mensaje. Nunca más. Así que con tanto valor como pudo, giró sobre sus talones y comenzó a bajar las escaleras, ignorando su mirada y sobre todo girarse al oír sus paso acercarse a ella.  Antes de que ella hubiera podido bajar del todos las escaleras él la agarró por el cuello y sus ojos se encontraron. Una parte suya quiso contener las ganas de besarle, otra tan sólo quería que lo hiciera, por lo que cuando él se acercó y la besó todo dejó de tener importancia.

- Estoy helada...- gimoteó mientras se escondía en su pecho tras el beso.
- Lo siento, pero necesitaba que tuvieras bastante frío para que sepas lo que significa estar conmigo.- susurró él mientras le acaricia el pelo.
- ¿Lo dices en serio?- se separó de él y le miró sorprendida.

Y en modo de respuesta la volvió a besar. Al fin los mensajes habían dado su fruto, al fin iban a tener una historia que contar. Quizás costaría un poco, pero sabía que los dos serían feliz.