Niña: Capítulo 4
Kia Orana! (Maori)
¿Cómo estas? ¡Yo genial! Bueno, realmente la muñeca me sigue doliendo, pero tampoco es para morirme, sigo con ibuprofeno y la venda. Veamos si se me recupera estos dos días porque... ¡tengo dos días libres! ¿A que es una pasada? Yo no me lo creo, pero estoy muy feliz, después de todo llevaba diez días sin tener descanso así que imagínate... tengo cansancio acumulado para regalar.
Ayer estaba pensando que está muy bien que no haga trampas, pero teniendo en cuenta el rimo de trabajo que tengo no puedo escribir a diario y tampoco llevar un control exacto de los retos que voy haciendo, por lo que... he decidido hacer trampas. Si, un poco de trampas pero espero que enseguida que lo tenga todo al día poder volver a la rutina normal.
Bueno los retos que haré ahora son:
- Frases de Mia que es "Entró en el quirófano, no sabía si saldría de allí"
- Y el reto de escribir por semana, tengo que relatar una historia que trate del robo de identidad.
Después de saber de lo que escribiré, seguiré con mi novela de Niña. Si no sabes de que va, vete AQUÍ.
Capitulo 4:
Las dos estaban esperando en una cafetería muy concurrida y bastante famosa del centro de la ciudad. Nadie sospecharía que en ese lugar se realizarían el intercambio de falsas identidades, además de cualquier asunto de moralidad indefinida. Enea no se sentía del todo cómoda con la niña ahí, pero debía seguir las instrucciones de Chad, después de todo él era el profesional, ella tan sólo debía obedecer y callar. En un par de horas ya estarían fuera del país, a salvo con la pequeña y planeando una vida nueva. O al menos eso se repetía a cada rato que veía el reloj. Se estaba retrasando y tenía la estúpida fantasía de que la gente les observaba con sospecha. Desde el atentado en el centro comercial no se había vuelto a escuchar nada más, por lo que el sentido común le decía que todo estaba bien, pero sabía que esa criaturita que comía un pastel de chocolate a su lado no era una niña normal, por lo que nada había acabado. Todo estaba apunto de comenzar, o eso haría si Chad se decidiera a llegar.
El reloj marcaba las once y media y él aparecíó por la puerta de la cafetería, llevaba un traje negro, sin corbata y con su cabello castaño desordenado. En ese instante recordó porque se había enamorado de aquel hombre tan atractivo y tan poco correcto. Era un maldito Dios nórdico y ella era todo lo contrario a una Diosa nórdica, más bien una diosa griega… pero tampoco se lo creía del todo.
- ¡PAPÁ! - gritó Layla dando un bote de la silla y corriendo a los brazos de Chad. Con esa escena tan familiar, supo que nadie sospecharía de ellos. Esa niña era más lista de lo que pensaba.
- Hola pequeña.- rió él mientras la cogía en brazos y le limpiaba el chocolate de la boca con el pulgar.- ¿Dónde está mamá?- le preguntó aunque era obvio donde estaba.
Después de que la pequeña le explicara encantada de la vida lo que había hecho esa mañana, los dos adultos se pusieron hablar del tema en cuestión. A medida que Chad iba sacando los documentos un sudor frío le fue bajando por la nuca. Se había imaginado lo que sería tener una identidad falsa en sus manos, pero lo que le estaba mostrando su amigo no era una identidad falsa, sino de una persona real, de alguien que realmente vivía. Al ver el rostro de Enea, Chad se apresuró a explicarse.
- La Señora y el Señor Sade murieron en un accidente de avión hace un par de meses. Sus cuerpos quedaron totalmente carbonizados y nadie los pudo reconocer, además de que aparentemente ambos era huérfanos así que nadie podría reclamar por ellos...- antes de que él pudiera seguir Enea señaló a Layla.- Se sabía que tenían una niña, que al igual que ellos también murieron en el avión.
- Si la gente piensa que murieron… ¿como podemos hacernos pasar por ellos?
- Realmente la gente no piensa nada, porque nadie lo sabe.- contestó él riendo.
- Pero lo sabes tú.- cortó ella algo irritada.
- No quieras saber como lo sé…
En ese momento recordó el trato que años atrás habían tenido ambos. No necesitaba saber de que trataba su trabajo, así ella se mantendría a salvo. Era una forma bastante buena de mantenerse a salvo, pero ahora se estaba metiendo en la boca del lobo y encima manchándose las manos.
Los tres recogieron sus cosas y salieron de la cafetería para coger un taxi e ir al aeropuerto. Durante todos los trámites de papeleo Enea estuvo con un nudo en el estómago, pero nadie se percato de que éste fuera falso, por lo que cuando estuvieron los tres sentados en el avión al fin pudo respirar tranquila y dejarse caer en un sueño profundo…
Sabía que se encontraba en un sueño, después de todo podía oír a lo lejos como los demás tripulantes del avión hablaba, escuchaba las risas de Layla a lo lejos y el ronquido de Chad. No había duda que su cerebro se encontraba en un mundo paralelo, por lo que relajada se dejó llevar por aquello. Estaba en lo que parecía una habitación de hospital, aunque ante sus ojos todo parecía más grande de lo que ella podía entender. Sobretodo cuando estiró el brazo y encontró una pequeña mano como si fuera la suya. La puerta se abrió y unos sujetos que no conocía le abrazaron con ternura mientras repetía que todo iba a salir bien, aunque su rostro decía lo contrario. Pocos segundos después entró un doctor, le dijo algo a esas personas y tan pronto como éstos se fueron el doctor le explicó que la operación no duraría nada, que sería en cuestión de minutos y que después podría volver con sus papás. Así que confiando en aquel facultativo le cogió de la mano y entró al quirofano, aunque algo le decía que no sabía si saldría…Una turbulencia la despertó del sueño, al mismo tiempo que la pequeña Layla se abrazaba a ella temblando. En ese momento la camisita de la pequeña se levantó y pudo ver que en la espalda tenía una fea cicatriz. Al ver la piel ligeramente más clara que la demás sintió un escalofrío y supo con total certeza que la niña de su sueño era Layla y que esa supuesta operación no era para hacerla más feliz o curarla… sino algo mucho peor.
¿Cómo estas? ¡Yo genial! Bueno, realmente la muñeca me sigue doliendo, pero tampoco es para morirme, sigo con ibuprofeno y la venda. Veamos si se me recupera estos dos días porque... ¡tengo dos días libres! ¿A que es una pasada? Yo no me lo creo, pero estoy muy feliz, después de todo llevaba diez días sin tener descanso así que imagínate... tengo cansancio acumulado para regalar.
Ayer estaba pensando que está muy bien que no haga trampas, pero teniendo en cuenta el rimo de trabajo que tengo no puedo escribir a diario y tampoco llevar un control exacto de los retos que voy haciendo, por lo que... he decidido hacer trampas. Si, un poco de trampas pero espero que enseguida que lo tenga todo al día poder volver a la rutina normal.
Bueno los retos que haré ahora son:
- Frases de Mia que es "Entró en el quirófano, no sabía si saldría de allí"
- Y el reto de escribir por semana, tengo que relatar una historia que trate del robo de identidad.
Después de saber de lo que escribiré, seguiré con mi novela de Niña. Si no sabes de que va, vete AQUÍ.
Capitulo 4:
Las dos estaban esperando en una cafetería muy concurrida y bastante famosa del centro de la ciudad. Nadie sospecharía que en ese lugar se realizarían el intercambio de falsas identidades, además de cualquier asunto de moralidad indefinida. Enea no se sentía del todo cómoda con la niña ahí, pero debía seguir las instrucciones de Chad, después de todo él era el profesional, ella tan sólo debía obedecer y callar. En un par de horas ya estarían fuera del país, a salvo con la pequeña y planeando una vida nueva. O al menos eso se repetía a cada rato que veía el reloj. Se estaba retrasando y tenía la estúpida fantasía de que la gente les observaba con sospecha. Desde el atentado en el centro comercial no se había vuelto a escuchar nada más, por lo que el sentido común le decía que todo estaba bien, pero sabía que esa criaturita que comía un pastel de chocolate a su lado no era una niña normal, por lo que nada había acabado. Todo estaba apunto de comenzar, o eso haría si Chad se decidiera a llegar.
El reloj marcaba las once y media y él aparecíó por la puerta de la cafetería, llevaba un traje negro, sin corbata y con su cabello castaño desordenado. En ese instante recordó porque se había enamorado de aquel hombre tan atractivo y tan poco correcto. Era un maldito Dios nórdico y ella era todo lo contrario a una Diosa nórdica, más bien una diosa griega… pero tampoco se lo creía del todo.
- ¡PAPÁ! - gritó Layla dando un bote de la silla y corriendo a los brazos de Chad. Con esa escena tan familiar, supo que nadie sospecharía de ellos. Esa niña era más lista de lo que pensaba.
- Hola pequeña.- rió él mientras la cogía en brazos y le limpiaba el chocolate de la boca con el pulgar.- ¿Dónde está mamá?- le preguntó aunque era obvio donde estaba.
Después de que la pequeña le explicara encantada de la vida lo que había hecho esa mañana, los dos adultos se pusieron hablar del tema en cuestión. A medida que Chad iba sacando los documentos un sudor frío le fue bajando por la nuca. Se había imaginado lo que sería tener una identidad falsa en sus manos, pero lo que le estaba mostrando su amigo no era una identidad falsa, sino de una persona real, de alguien que realmente vivía. Al ver el rostro de Enea, Chad se apresuró a explicarse.
- La Señora y el Señor Sade murieron en un accidente de avión hace un par de meses. Sus cuerpos quedaron totalmente carbonizados y nadie los pudo reconocer, además de que aparentemente ambos era huérfanos así que nadie podría reclamar por ellos...- antes de que él pudiera seguir Enea señaló a Layla.- Se sabía que tenían una niña, que al igual que ellos también murieron en el avión.
- Si la gente piensa que murieron… ¿como podemos hacernos pasar por ellos?
- Realmente la gente no piensa nada, porque nadie lo sabe.- contestó él riendo.
- Pero lo sabes tú.- cortó ella algo irritada.
- No quieras saber como lo sé…
En ese momento recordó el trato que años atrás habían tenido ambos. No necesitaba saber de que trataba su trabajo, así ella se mantendría a salvo. Era una forma bastante buena de mantenerse a salvo, pero ahora se estaba metiendo en la boca del lobo y encima manchándose las manos.
Los tres recogieron sus cosas y salieron de la cafetería para coger un taxi e ir al aeropuerto. Durante todos los trámites de papeleo Enea estuvo con un nudo en el estómago, pero nadie se percato de que éste fuera falso, por lo que cuando estuvieron los tres sentados en el avión al fin pudo respirar tranquila y dejarse caer en un sueño profundo…
Sabía que se encontraba en un sueño, después de todo podía oír a lo lejos como los demás tripulantes del avión hablaba, escuchaba las risas de Layla a lo lejos y el ronquido de Chad. No había duda que su cerebro se encontraba en un mundo paralelo, por lo que relajada se dejó llevar por aquello. Estaba en lo que parecía una habitación de hospital, aunque ante sus ojos todo parecía más grande de lo que ella podía entender. Sobretodo cuando estiró el brazo y encontró una pequeña mano como si fuera la suya. La puerta se abrió y unos sujetos que no conocía le abrazaron con ternura mientras repetía que todo iba a salir bien, aunque su rostro decía lo contrario. Pocos segundos después entró un doctor, le dijo algo a esas personas y tan pronto como éstos se fueron el doctor le explicó que la operación no duraría nada, que sería en cuestión de minutos y que después podría volver con sus papás. Así que confiando en aquel facultativo le cogió de la mano y entró al quirofano, aunque algo le decía que no sabía si saldría…Una turbulencia la despertó del sueño, al mismo tiempo que la pequeña Layla se abrazaba a ella temblando. En ese momento la camisita de la pequeña se levantó y pudo ver que en la espalda tenía una fea cicatriz. Al ver la piel ligeramente más clara que la demás sintió un escalofrío y supo con total certeza que la niña de su sueño era Layla y que esa supuesta operación no era para hacerla más feliz o curarla… sino algo mucho peor.
continuará...
capítulo 3 ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- capítulo 5
capítulo 3 ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- capítulo 5
Deseo que te recuperes pronto. Es estresante estar enferma y de esa forma. Me paso una vez cuando corriendo me disloque el tobillo, un dolor insoportable. Yo agarré dos días de mi tiempo de enfermedad, sino los pierdo. Tienes razon, despues del trabajo es difícil seguir con las tareas del dia. Aproveche el dia para terminar este reto, lo posteare por la noche.
ResponderEliminarMe gusta lo interesante que se está poniendo, estoy ansiosa de saber el misterio de la chiquilla. Por lo menos la falsa identidad está dando resultado. Ese sueño creo que trae algo no agradable. Cuanto suspenso nos dejas con esa cicatriz. Me quedo a ;la espera del próximo.
Bso y cuida de tu mano.
Espero que te mejores pronto.
ResponderEliminarMe gustó esa salida del sueño a un despertar inquietante, un despertar relacionado con el sueño.
¿Que hay de especial en la niña?
Bien contado.
Besos.
(。◕ ‿ ◕。)/ Holaaa!!!
ResponderEliminarPrimero que todo que mal lo de la muñeca espero te sientas mejor pronto! animo! por otra parte estoy feliz de que te hayan dado 2 días libres osea te hacían mucha falta! ya que si no después estarás estresada.
Con respecto al texto me ha gustado muchisimo pero estaba leyendo y decia capitulo 4 entonces me dije "me he perdido 3 capítulos -.-!" (creo XD) cuídate mucho
espero puedas pasar a visitarme un abrazo!
穛 S4Ku SEK4i®
¡Hola! Espero mejores pronto de la muñeca, que esas cosas son bastante incómodas >.<
ResponderEliminarMe gusta el giro que está dando la trama, de hechos, los últimos giros que le estás dando que justo cuando resuelven algo, sale algo mucho mejor ¡me encanta! Me dejas super intrigada, así que espero la continuación.
¡Un abrazo!