Un día siendo yo


Túturu~

¡Que frío! Tengo los pies helados, quiero buscar mi bata-manta pero no la encuentro en ningún lugar. Creo que está para lavar... no tengo ni idea. ¡Ah! Debería comprarme una nueva, porque son muy necesarias... ¿tú tienes una? ¿Hace frío donde vives?

El último relato o escrito que hice fue sobre mi pasado, pero ahora quiero relatar algo que tengo bastante ilusión de hacer. Más que nada, porque necesito y quiero que me entiendas, que comprendas porque siempre me estoy quejando de mi trabajo y no te equivoques, no es porque no me guste. ¡Me encanta! Pero justo por eso, creo que la gente tiende a entender que no debería quejarme... los humanos somos complicados, los enfermos más así que imagínate un abuelo enfermo. Es un caos.

Te invito a ser un día yo. A tener una jornada laboral como la mía. Ahora entenderás que es trabajar con abuelos, a diario y sobre todo con mucho amor.


Un día siendo Yo

La alarma suena en mi habitación. Me quejo interiormente mientras intento posponer el moverme, pero el ruido sigue tronando por todo mi cuarto, molestando a mi gata que duerme acurrucada a mi lado y a los vecinos aún descansando. Apoyo los brazos sobre el colchón para incorporarme de la cama, estiro el brazo hasta encender la luz y coger el móvil para apagar la maldita alarma. Las 6:15 de la mañana. Mientras me levantó y me visto me maldigo haber elegido ese trabajo. De forma automática me hago el café, agarro mi bolso y salgo para coger el bus.

Aún la recepcionista no ha llegado, así que me arrastro ocultando la cara en la bufanda para apuntar mi hora de llegada y coger el walkie talkie. Con el mismo ánimo camino hasta el despacho dónde mis compañeras se encuentran leyendo el parte del día anterior. Saludo y espero a que me dejen el libro para informarme si alguno de mis abuelos ha sufrido algo. Al leer todo, recojo lo necesario y me marcho al vestuario.

Dejo una bolsa llena de pañales, esponjas, colonia y una caja de guantes al frente de una puerta. La abro y enciendo la luz mientras saludo a mis abuelos. Una de ellas me contesta, la otra tan sólo emite un ronquido pesado. Río y preparo una cuña con agua caliente, le pongo jabón y mientras hace espuma llevo dentro de la habitación la crema para el cuerpo y para el culo, junto a la toalla y la ropa que debo ponerle.
Con lentitud comienzo la tarea de lavar a la que está despierta, ésta mientras le quito la ropa y el paquete me busca tema de conversación, para luego quedarse callada y apartarme la mano con violencia. Espero a que se tranquilice y cuando está calmada prosigo con mi trabajo.
Tardo media hora en salir de esa habitación, puesto que tardé más con la otra compañera ya que tiró el agua al suelo, se cagó encima y tuve que repetir el proceso dos veces. Ya con ambas secas, olorosas y vestidas las bajo a desayunar para nuevamente subir a la siguiente habitación.

El siguiente abuelo estaba sentado en la cama, totalmente desnudo y moviendo las barreras con violencia. Respiré tranquila y me preparé para recibir algún que otro golpe, por suerte no recibí ninguno hasta dejarlo sentado en la silla ya limpio. Con lentitud seguí el proceso de bajarlo al comedor. Otra vez subí y escuché insultar y gritar a uno de mis abuelos, al verme sonríe, me dice que me ama para luego golpearme y morderme cuando intento vestirle.

Eso se repite hasta las doce del día, cuando al fin logro sentarme para tomarme algo. Escucho a las compañeras hablar de su vida, pero estoy muy cansada para integrarme en la conversación. Al terminarme la coca-cola voy directo a los baños, los preparo y comienzo la ronda de cambiar pañales a los abuelos. Hacer que se pongan en pie, quitarles el pañal, sentarlos en el baño y esperar que hicieran algo. La mayoría orina, otra se caga encima teniendo que cambiarle toda la ropa y lavarla.
Cuando me quiero dar cuenta hay que llevarlos a comer, ayudarlos y sentarlos en su butaca. Lo que queda de jornada tan sólo es caminar y ordenar allá donde me manden.

Mi reloj marca las tres, me visto rápido y huyo al autobus. Al sentarme en la cabina, apoyo la cabeza en el cristal y cierro los ojos para dormirme con el murmullo del autobus. Suspiro tranquila cuando noto que el vehículo comienza a marchar dando así por finalizada mi dura jornada de trabajo.

Comentarios

  1. ¡Hola! Es un intenso día, tratar con personas mayores y además, con mala salud y esa perdida de la noción de la realidad por momentos, debe ser bastante duro. Mi madre trabajaba en los geriátricos, aunque ella sólo iba a hacer análisis, así que apenas entraba y salía cuanto mucho, en media hora, dependiendo de los pacientes, terminaba agobiada de sólo pasar por ahí. Imagino que es mucho más complejo de lo que cuentas.
    Pero siendo esto que amas hacer, sigue adelante nomás y quéjate lo que haga falta, que desahogarse es también parte del trabajo.
    ¡Un abrazo!

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    1. ¡Muchas gracias! No me suelen dejar quejarme mucho.... así que ¡gracias!

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  2. Es complicado tratar con personas mayores. Recuerdo que tenia problemas con mi abuelo por ello y pues años después mis padres ya entraron en esa categoría pero aprendí a vivir con ello.
    ¡Un abrazo!

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  3. Cierto que el amor por el trabajo de uno es algo complicado, más en labores intensas como la tuya. Aplaudo tu vocación de servicio y te deseo lo mejor en tu día a día. Seguiré leyendo tus historias. Un abrazo.

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  4. Pienso que perder el sentido de la realidad es lo peor que nos puede suceder... solo gente como tú permite mantener esa pizca de dignidad. Gracias!

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  5. (。◕ ‿ ◕。)/ Holaaa Cath, yo no puedo hacer nada más que admirarte porque la vocación que le pones a tu trabajo es realmente admirable y vale oro, no es fácil aguantar agresiones yo de veras que te admiro un montón, me ha encantado el texto he disfrutado leyéndolo porque me he entrado del detalle de lo que haces, gracias por compartir.

    Ah! apropósito aquí es verano XD


    Espero puedas pasarte por mi humilde espacio ♥

    穛 S4Ku SEK4i®

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  6. Hola, Cath
    La verdad, tambien yo admiro tu fortaleza!
    El trabajo que has elegido, es una vocación en que te debates “entre el dolor y el gusto” sin embargo, es consumidora físicamente y psíquicamente. Alli das amor por los demás, dedicación, mucha responsabilidad.
    No se si donde vives tienes la opción de ser Home Health Aide. Este trabajo se hace en las casa de los ancianos que no necesitan estrictamente estar bajo cuidado de doctor y enfermera. De esta forma, trabajarías para una sola persona en la tranquilidad de su casa. El salario es el mismo. Creo que tendrias menos estrés.
    Un abrazo y feliz noche!


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    1. ¡Hola guapa!
      Si, aquí hay ayuda domiciliar... pero tampoco es que se haya hecho en plan "estandarizada". Es más por parte privada... quizás en algún momento me lo piense,
      Muchas gracias

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