Hablemos de ... ¡Tetas!
En castellano hay un sin fin de palabras para referirse a las glándulas mamarias de la mujer. Entre ellas tenemos:
- Las clásicas Tetas.
- Los respetuosos Senos.
- El pueril Busto.
y el confuso Pecho.
Dependiendo del país de habla hispana que pertenezcas dirás una o dirás otra. Yo personalmente uso Tetas. Posiblemente sea porque cuando era pequeña llamarlas así era algo obsceno, pero ahora me parece lo más natural del mundo. Como decir vagina. Honestamente prefiero decir eso, que chocho, que me parece el colmo de lo vulgar. Pero bueno, no venía a hablar de pubis (hay gente que lo llama así, aunque correctamente dicho el pubis es el hueso de arriba de la rajita. Sí, donde te crece el pelo) si no de TETAS. Como me gusta decirlo (comentario irrelevante para tu interés, pero detalle de la autora).
Cuando una es pequeña, una de las cosas más importantes es que te crezcan los pechos. Y para otras, que te salga pelo allá abajo. Y cuando ya hay algo que se le parece es motivo de fiesta. O por lo menos lo era en mi caso. Durante toda mi adolescencia tenía un complejo terrible por no tener pecho. Mis amigas me llamaban "Tabla de planchar" algo que para la autoestima de una hormonal adolescente era terrible, pero ni modo. Yo seguía viviendo con mi tabla lo más feliz que podía. En cambio, tenía amigas que ya comenzaban a lucir un adorable busto, por lo que para ellas, comenzaban los problemas.
Una de las características de las adolescentes es que sufren complejo por todo. Sí, todo puede ser causa del fin del mundo. Te sale un grano. Te mueres. No te cierran los pantalones. Te mueres... no, espera, eso aún es causa de muerte. El chico que te gusta no te habla. Te mueres dos veces. Se te rompió una uña. Ardes en el infierno.
Es un cúmulo de sensaciones normales sumadas por 100 por lo que imagínate, tener pecho cuando la mayoría de tus amigas no tienen es algo interesante. Y aquí lo explico:
- Es bueno porque luces algo que las demás no tienen y además, te hace sentir más mujer. Un poquito mayor. Puede ser que la pardala (boda) siga jugando con Barbies, pero ella con sus pechotes se siente la mujer más adulta y madura del patio.
- Es malo porque sufres la opresión de los terribles Sujetadores (también llamados: Brasier, Sosten...) y para colmo, la población adolescente masculina no para de mirarte como si fueras un caramelo.
Esto lo sé, por amigas que me han querido ofrecer su experiencia. Yo como no tenía tetas, ni sufría ni lo padecía. Vivía feliz utilizando los tops que me hacían bolsas y soñando algún día, poder llenar algún sujetador con encaje.
Y así poco a poco mi pecho plano se llenó de grasa y crecieron. Era la adolescente más feliz del patio, pero claro cuando mis pechotes crecieron, niñas más pequeñas que yo tenían un canalillo enorme. Así que muy feliz decidí olvidarme del complejo absurdo y pasajero. Es verdad tenia pocas tetas, pero al menos tenía.
A medida que iba creciendo y me hacía íntima de los sujetadores, comencé a lamentarme. No hay nada más incómodo que un sujetador. Bueno, los tacones. Y eso me hizo maldecir a la persona que los inventó. Es verdad que hacen unos pechos preciosos y te los recogen, pero son un incordio. Como se nota que lo diseñó un hombre. Y un día (aún era una pueril niña) decidí revelarme y no llevarlos. Obviamente me sentí super incómoda porque me sentía desnuda, pero era una ¿liberación? Sentir mis pelotitas ir al compás de mis pasos. Pero ya cuando quería correr... la cosa cambiaba. Por lo que sintiéndome incómoda y desnuda, decidí volver a la castración tetil.
Los años pasaron y seguía con la misma talla del sujetador, me iba haciendo más vieja y veía que mis amigas tenías unos pechotes para quitar el hipo, cuando comencé a descubrir la incomodidad de los pechos grandes. Y éstas son:
- Molestan.
- Te duele la espalda.
- Problemas a la hora de vestirse y comprar sujetador.
Yo con mi talla perfecta iba feliz. Podía ir con un vestido sin sostén tan feliz como una perdiz, y mis colegas tetonas maldecían mi precariedad pechil. Y yo muy feliz.
¿Qué más podía pedir?
La regla. Ese gran incordio rojo que nos viene a todas las mujeres. Yo inocente con mi talla bebé no sabía lo que era la "sensibilidad" en las bolitas, hasta que... ¡pum! Apareció un día como de la nada. Incluso la camisa me dolía, el aire me dolía... ¿Como algo tan pequeño puede molestar tanto? No lo sé, sigue siendo un misterio.
Igualmente con dolor o sin dolor, tener poco busto es un regalo divino. No sufro dolores de espalda, no tengo problemas con la ropa... ¿y sabes que es lo mejor? ¡Puedo salir sin llevar sujetador! Total ¿quién lo nota?
- Las clásicas Tetas.
- Los respetuosos Senos.
- El pueril Busto.
y el confuso Pecho.
Dependiendo del país de habla hispana que pertenezcas dirás una o dirás otra. Yo personalmente uso Tetas. Posiblemente sea porque cuando era pequeña llamarlas así era algo obsceno, pero ahora me parece lo más natural del mundo. Como decir vagina. Honestamente prefiero decir eso, que chocho, que me parece el colmo de lo vulgar. Pero bueno, no venía a hablar de pubis (hay gente que lo llama así, aunque correctamente dicho el pubis es el hueso de arriba de la rajita. Sí, donde te crece el pelo) si no de TETAS. Como me gusta decirlo (comentario irrelevante para tu interés, pero detalle de la autora).
Cuando una es pequeña, una de las cosas más importantes es que te crezcan los pechos. Y para otras, que te salga pelo allá abajo. Y cuando ya hay algo que se le parece es motivo de fiesta. O por lo menos lo era en mi caso. Durante toda mi adolescencia tenía un complejo terrible por no tener pecho. Mis amigas me llamaban "Tabla de planchar" algo que para la autoestima de una hormonal adolescente era terrible, pero ni modo. Yo seguía viviendo con mi tabla lo más feliz que podía. En cambio, tenía amigas que ya comenzaban a lucir un adorable busto, por lo que para ellas, comenzaban los problemas.
Una de las características de las adolescentes es que sufren complejo por todo. Sí, todo puede ser causa del fin del mundo. Te sale un grano. Te mueres. No te cierran los pantalones. Te mueres... no, espera, eso aún es causa de muerte. El chico que te gusta no te habla. Te mueres dos veces. Se te rompió una uña. Ardes en el infierno.
Es un cúmulo de sensaciones normales sumadas por 100 por lo que imagínate, tener pecho cuando la mayoría de tus amigas no tienen es algo interesante. Y aquí lo explico:
- Es bueno porque luces algo que las demás no tienen y además, te hace sentir más mujer. Un poquito mayor. Puede ser que la pardala (boda) siga jugando con Barbies, pero ella con sus pechotes se siente la mujer más adulta y madura del patio.
- Es malo porque sufres la opresión de los terribles Sujetadores (también llamados: Brasier, Sosten...) y para colmo, la población adolescente masculina no para de mirarte como si fueras un caramelo.
Esto lo sé, por amigas que me han querido ofrecer su experiencia. Yo como no tenía tetas, ni sufría ni lo padecía. Vivía feliz utilizando los tops que me hacían bolsas y soñando algún día, poder llenar algún sujetador con encaje.
Y así poco a poco mi pecho plano se llenó de grasa y crecieron. Era la adolescente más feliz del patio, pero claro cuando mis pechotes crecieron, niñas más pequeñas que yo tenían un canalillo enorme. Así que muy feliz decidí olvidarme del complejo absurdo y pasajero. Es verdad tenia pocas tetas, pero al menos tenía.
A medida que iba creciendo y me hacía íntima de los sujetadores, comencé a lamentarme. No hay nada más incómodo que un sujetador. Bueno, los tacones. Y eso me hizo maldecir a la persona que los inventó. Es verdad que hacen unos pechos preciosos y te los recogen, pero son un incordio. Como se nota que lo diseñó un hombre. Y un día (aún era una pueril niña) decidí revelarme y no llevarlos. Obviamente me sentí super incómoda porque me sentía desnuda, pero era una ¿liberación? Sentir mis pelotitas ir al compás de mis pasos. Pero ya cuando quería correr... la cosa cambiaba. Por lo que sintiéndome incómoda y desnuda, decidí volver a la castración tetil.
Los años pasaron y seguía con la misma talla del sujetador, me iba haciendo más vieja y veía que mis amigas tenías unos pechotes para quitar el hipo, cuando comencé a descubrir la incomodidad de los pechos grandes. Y éstas son:
- Molestan.
- Te duele la espalda.
- Problemas a la hora de vestirse y comprar sujetador.
Yo con mi talla perfecta iba feliz. Podía ir con un vestido sin sostén tan feliz como una perdiz, y mis colegas tetonas maldecían mi precariedad pechil. Y yo muy feliz.
¿Qué más podía pedir?
La regla. Ese gran incordio rojo que nos viene a todas las mujeres. Yo inocente con mi talla bebé no sabía lo que era la "sensibilidad" en las bolitas, hasta que... ¡pum! Apareció un día como de la nada. Incluso la camisa me dolía, el aire me dolía... ¿Como algo tan pequeño puede molestar tanto? No lo sé, sigue siendo un misterio.
Igualmente con dolor o sin dolor, tener poco busto es un regalo divino. No sufro dolores de espalda, no tengo problemas con la ropa... ¿y sabes que es lo mejor? ¡Puedo salir sin llevar sujetador! Total ¿quién lo nota?
¡Hola! Muy cierto todo lo que dices. Yo tengo la mala suerte de tener pechos grandes y es un verdadero calvario. Como dices, es peor cuando pasas todo el día trabajando que sientes que eres capaz de vivir sin espalda para evitar que te duela. La ropa es punto y aparte ¿sabes que es lo peor? Que a veces ni sujetador consigues. Me pasó este año que estuve a nada de hacer lo mismo y vivir sin sujetador porque era imposible encontrar mi talle y el que decía era de mi talla, me iba chico. No sé cuál es la gracia de hacer medidas si no van a ser estandar. Un fiasco todo.
ResponderEliminarHe de decir que me gustan los pechos pequeños. No sé, aun no me explico, cómo existen mujeres que buscan padecer por voluntad propia todos los males del pecho grande. Sí, se ven hermosos, pero sospecho que la mayoría no tiene ni la más remota idea de todo lo que implica tener un busto grande. Han de ser masoquistas.
¡Buen tema!
Bye!
Las mujeres somos muy raras, pero bueno hay de todo un poco. ¡Animo!Seguro que en alguna tienda encontraras de tu talla. Y si no... ¡libertad de las tetas oprimidas!
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