Reto Mia #1: 27 Lunas

Bonjour! (Francés)
He decidido levantarme cada día a las 9:00 am, comenzar una vida saludable y hacer algo digno con mi existencia. Realmente ésto de dormir hasta que me he de ir al trabajo no puede ser, creo que llevo con ésta idea desde hace como mínimo 5 meses (y eso que llevo trabajando unos 7 meses) pero jamás la he llevado acabo. Vamos a ver si ésta vez es la definitiva... ¿me das apoyo moral? De verdad la necesito muy mucho, porque mi cama es muy rica y me gusta demasiado dormir. Si pudiera dormir y comer sin engordar creo que sería la patata más feliz del mundo. ¿A quien no le gusta comer?¿Eh?

Como soy una patata dormilona y cuando tengo ganas de escribir no hay nada que me motive, pues me he dignado a apuntarme al fin al reto de mi adorada Mia (sí, si... sé que lleva años luz de adelanto, pero bueno) y a ver que sale.
Se supone que debo escribir sobre un título que ella ponga y obviamente éste es el de 27 Lunas, así que he decidido escribir un fanfic sobre Klaus y Caroline, de la serie Crónicas Vampíricas, nótese que me estoy viendo la serie da capo, así que en breves traeré mi reseña. Sin más... ¡allá voy!


27 Lunas
Él se había marchado, el pueblo volvía a estar tranquilo y podían respirar sin miedo a ser asesinados o atacados por algún vampiro rencoroso o híbrido manipulado. Debían estar todos felices, saltando de alegría o haciendo alguna fiesta como antaño. Todos deberían gozar de la vida, comenzar a hacer planes de futuro y decidir que hacer con su existencia nuevamente. Casi toda la gente del pueblo que ellos querían eran seres mágicos, el paso del tiempo no les iba a afectar, podrían cumplir sus sueños sin lamentaciones, tenían el poder en su mano, pero aún así nadie tenía una sonrisa en su rostro. Parecía que con la marcha de Klaus algo hubiera dejado de tener sentido, como si la energía, la adrenalina se hubiera acabado. Su pueblo se había vuelto gris, gris como sus sentimientos y corazón.

- ¿Está mal que quiera que vuelva?- susurró Caroline muy bajo, a sabiendas que todos los de la mesa la oían.
- ¿Quieres que te mienta?- contestó Damon con un inusual tono amable en él.- Nos ha amargado la vida durante mucho tiempo... ¿Tú que coño esperas?- el reclamo llegó con su voz desagradable.

Caroline hundió los hombros y miró a sus piernas sintiéndose culpable. No podía decir que era mentira lo que decía Damon, pero tampoco podía ignorar el amargo sentimiento que se centraba en su corazón. Era una sensación extraña, no sabía como explicarlo pero sabía que ésta no se marcharía hasta que Klaus volviera, o que ella decidiera marcharse con él.
Cuando se quedó sola en la sala de los Salvatore cerró los ojos y recordó con vergüenza aquella conversación que había tenido con él pocos minutos antes que desapareciera para no volver nunca más...

- Amor, ¿qué lograrás conseguir aquí?- preguntó con esa voz calmada y con cadencias antiguas.- tienes mucho talento, muchas cualidades que en éste pueblo jamás lograrás evolucionar. 
- ¡Pero aquí nací! Además ¿por qué debería irme contigo?- contestó sintiendo dolor, puesto que sus palabras tenían sentido. 
-  Porque me amas, sino... no habrías venido a despedirte de mi, de pedirme con esos ojos valientes a que me quedara. - sonrió de aquella manera que la volvía loca, se acercó y le besó.- Te doy 27 lunas, amor... escoge. 

Y desde aquella conversación hacían ya 26 lunas y todavía no había tomado su decisión.