Reto 52 #8: The Vows

Cualli tonaltin! (Náhuatl)
¡Estoy pseudo viva! Mentira estoy completa y genial, pero a mi jefe le gusta ponerme el horario que no quiere nadie y claro... no me queda otra que tragar como una pendeja. ¿Qué puedo hacer?
Ésta semana no sé como voy a vivir, pero bueno... espero que el domingo esté viva (después de tres días seguidos de turno partido).

Como hoy estoy bastante productiva (nótese que tengo ganas de escribir y llevo dos cafés) dejaré escritas unas cuantas entradas y veré si puedo programar algunas, así que tendrás una entrada diaria. Vamos, si lo logro... soy así de cateta.

Sigo con el reto de 52 días y como soy consciente que estoy bastante atrasada me he devanado los sesos buscando una película romántica que nadie haya escrito, porque si hoy debo rescribir una escena de una película de amor y que le de un giro inesperado... y he elegido ésta película porque es puro amor. Además Channing Tatum está para hacerle muchos favores.


The Vows
La cabeza me da vueltas, siento como todos mis músculos están contraídos y doloridos. Recuerdo vagamente el accidente, la ambulancia y la voz de Leo llamándome, lo demás es un borrón de imágenes inconclusas. Me llevo la mano al pelo y noto un pegote de sangre y una fuerte punzada en la sien. Aparto la mano y miro a la habitación del hospital, al parecer no he recibido visitas todavía. Sonrío algo triste y una angustia alarmante me cubre el pecho, de golpe recuerdo la llamada de mi madre y mi padre, todo lo que ocurrió y la amenaza de que mi pasado pudiera volver a atacarme y afectara a la vida de mi matrimonio.

- Quizás no se acuerde de nada, el impacto fue bastante grave pero quizás con tiempo pueda recuperar la memoria.- escucho la voz del doctor decirle a alguien.
- ¿No se acordará de nada?- pregunta Leo con voz afligida.
- No es seguro, pero podría ser...- murmura dudoso el facultativo.

Antes de que la puerta se hubiera abierto ya había tomado una decisión importante, quizás sería dolorosa para Leo al principio, pero quizás con el tiempo podría aceptarlo. Así sería mejor...
La puerta se abre y el rostro angustiado de mi marido aparece, me mira con ojos preocupados y empiezo con mi plan.

- ¿Quién eres?