El Reto Tahisiano: Cambio
Servus! (Bávaro)
Como dije en el post anterior, como ayer no escribí decidí hacer dos hoy. Lo sé, lo sé... eso no compensa pero bueno.
Siguiendo con los retos, haré el de Tahis. Es el de Diciembre y según ella parece que será el último. Me hubiera gustado hacerlo más tiempo, pero me uní un poco tarde... si lo vuelve hacer me apuntaré muerta de gusto.
Ésta vez elegiré el punto G (cochinote... ¿qué estás pensando?) que se trata de mezclar todos los elementos anteriores. Si quieres saber cuales son pincha AQUÍ.
En fin... ¡allá voy!
Cambio
El papel lo ponía claro: Había ganado. Un sudor pegajoso le comenzó a bajar por la nuca, haciéndola sentir algo incómoda. A pesar de que escuchaba las voces de más gente pedirle paso, no pudo moverse. Más bien, no podía ni respirar. Pensaba que se iba a morir, o algo parecido porque su corazón no latía con prisa y tampoco con lentitud. A su alrededor todo estaba igual, pero en su cabeza ocurría muchas cosas a la vez. Había ganado la lotería y no una cualquiera. Tenía en sus manos el papel que le haría dejar de trabajar, pagar las deudas de su familia, dar la vuelta al mundo y aún así, tendría dinero para ella, sus hijos, nietos y para cuatro o cinco generaciones más. Sencillamente no se lo podía creer.
Aún en su estado de estupor caminó hasta la fila, donde delante de ella había un hombre alto, atractivo y que comía de forma distraída un par de naranjas. Éste no llevaba ningún ticket de lotería, ni revista ni algún artículo, algo que le pareció curioso. A decir verdad no era nada raro, pero necesitaba centrar su atención en cualquier otra cosa que no fuera que había ganado más de cincuenta mil euros. Por lo que ante toda falta de lógica le tocó el hombro algo avergonzada, haciendo que éste se girara y una fragancia curiosa le golpeara la nariz. El individuo olía a naranjas y a café, algo curioso. Cuando se giro y la miró sonrió y espero a que ella le dijera algo.
- ¿Quería algo?- preguntó interesado al ver que no decía nada.
- Emm... esto... ¿tiene cambio de cinco euros en monedas? - dijo de forma automática mientras rebuscaba en su bolsillo. Al hacerlo el papel ganador calló al suelo y el nuevo individuo lo cogió.
En ese momento el ambiente cálido de primavera cambió a uno invernal, haciendo que una frescura más bien psicológica la cubriera por completo. Él sonrió divertido y se la entregó antes de girarse y decir en voz baja "suerte".
Al llegar a la caja, una mujer con un perfume fuerte le atendió. Ella aún estaba algo atontada y estupefacta por lo ocurrido con el hombre de las naranjas, que le miraba divertido y dejaba en el mostrador el cambio de las monedas. Sin decir nada cogió una revista sobre la contaminación y se marchó sin esperar a que ella le diera el billete de cinco. Sin pensarlo y mirando por todas partes cogió lo primero que vio, lo pagó y salió corriendo detrás del hombre. Pudo encontrarlo antes de cruzar el semáforo, le iba a entregar el billete cuando éste le dio una tarjeta y le pidió que le llamara para tomar un café y así se cobraría el dinero. Sin más se marchó dejándola más atontada de lo que ya estaba...
Al llegar a casa miró lo que había comprado, un dvd sobre un documental acerca de las primeras nodrizas de la historia. Dejó la compra en una mesa y se metió en el baño, encendió el agua y esperó a que el vapor llenara todo el cuarto y comenzó a desvestirse mientras pensaba en lo que haría a partir de ese momento: Había ganado la lotería, un atractivo hombre le había invitado a tomar un café y en una habitación al lado de la suya estaba su mejor amigo y pareja desde hacía un par de horas. Tenía que pensar bien en lo que hacer, pero lo único que tenía claro era una cosa...
La estación de tren estaba vacía, a esas alturas del año no habían muchos viajes y nadie los hacía, por lo que su amigo la miraba como si estuviera loca. ¿Quién decidía hacer un viaje para encontrarse de golpe? Nadie, al menos eso le decía mientras le pedía que se lo pensara mejor. Pero ella ya había tomado la decisión. Tenía dinero, mucho... y una vía de escape que le daría más tiempo en pensar sobre su vida.
Ese lotería no solo le había dado dinero, sino también tiempo. Uno que nunca había tenido.
Como dije en el post anterior, como ayer no escribí decidí hacer dos hoy. Lo sé, lo sé... eso no compensa pero bueno.
Siguiendo con los retos, haré el de Tahis. Es el de Diciembre y según ella parece que será el último. Me hubiera gustado hacerlo más tiempo, pero me uní un poco tarde... si lo vuelve hacer me apuntaré muerta de gusto.
Ésta vez elegiré el punto G (cochinote... ¿qué estás pensando?) que se trata de mezclar todos los elementos anteriores. Si quieres saber cuales son pincha AQUÍ.
En fin... ¡allá voy!
Cambio
El papel lo ponía claro: Había ganado. Un sudor pegajoso le comenzó a bajar por la nuca, haciéndola sentir algo incómoda. A pesar de que escuchaba las voces de más gente pedirle paso, no pudo moverse. Más bien, no podía ni respirar. Pensaba que se iba a morir, o algo parecido porque su corazón no latía con prisa y tampoco con lentitud. A su alrededor todo estaba igual, pero en su cabeza ocurría muchas cosas a la vez. Había ganado la lotería y no una cualquiera. Tenía en sus manos el papel que le haría dejar de trabajar, pagar las deudas de su familia, dar la vuelta al mundo y aún así, tendría dinero para ella, sus hijos, nietos y para cuatro o cinco generaciones más. Sencillamente no se lo podía creer.
Aún en su estado de estupor caminó hasta la fila, donde delante de ella había un hombre alto, atractivo y que comía de forma distraída un par de naranjas. Éste no llevaba ningún ticket de lotería, ni revista ni algún artículo, algo que le pareció curioso. A decir verdad no era nada raro, pero necesitaba centrar su atención en cualquier otra cosa que no fuera que había ganado más de cincuenta mil euros. Por lo que ante toda falta de lógica le tocó el hombro algo avergonzada, haciendo que éste se girara y una fragancia curiosa le golpeara la nariz. El individuo olía a naranjas y a café, algo curioso. Cuando se giro y la miró sonrió y espero a que ella le dijera algo.
- ¿Quería algo?- preguntó interesado al ver que no decía nada.
- Emm... esto... ¿tiene cambio de cinco euros en monedas? - dijo de forma automática mientras rebuscaba en su bolsillo. Al hacerlo el papel ganador calló al suelo y el nuevo individuo lo cogió.
En ese momento el ambiente cálido de primavera cambió a uno invernal, haciendo que una frescura más bien psicológica la cubriera por completo. Él sonrió divertido y se la entregó antes de girarse y decir en voz baja "suerte".
Al llegar a la caja, una mujer con un perfume fuerte le atendió. Ella aún estaba algo atontada y estupefacta por lo ocurrido con el hombre de las naranjas, que le miraba divertido y dejaba en el mostrador el cambio de las monedas. Sin decir nada cogió una revista sobre la contaminación y se marchó sin esperar a que ella le diera el billete de cinco. Sin pensarlo y mirando por todas partes cogió lo primero que vio, lo pagó y salió corriendo detrás del hombre. Pudo encontrarlo antes de cruzar el semáforo, le iba a entregar el billete cuando éste le dio una tarjeta y le pidió que le llamara para tomar un café y así se cobraría el dinero. Sin más se marchó dejándola más atontada de lo que ya estaba...
Al llegar a casa miró lo que había comprado, un dvd sobre un documental acerca de las primeras nodrizas de la historia. Dejó la compra en una mesa y se metió en el baño, encendió el agua y esperó a que el vapor llenara todo el cuarto y comenzó a desvestirse mientras pensaba en lo que haría a partir de ese momento: Había ganado la lotería, un atractivo hombre le había invitado a tomar un café y en una habitación al lado de la suya estaba su mejor amigo y pareja desde hacía un par de horas. Tenía que pensar bien en lo que hacer, pero lo único que tenía claro era una cosa...
La estación de tren estaba vacía, a esas alturas del año no habían muchos viajes y nadie los hacía, por lo que su amigo la miraba como si estuviera loca. ¿Quién decidía hacer un viaje para encontrarse de golpe? Nadie, al menos eso le decía mientras le pedía que se lo pensara mejor. Pero ella ya había tomado la decisión. Tenía dinero, mucho... y una vía de escape que le daría más tiempo en pensar sobre su vida.
Ese lotería no solo le había dado dinero, sino también tiempo. Uno que nunca había tenido.
¡Hola! Me ha gustado, muy humilde la protagonista de la historia y que el dinero le haya dado la oportunidad de salir, despejarse y encontrarse a ella, me ha gustado mucho.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Si, una forma bastante fácil de enfrontarse a un problema. Me alegra que te haya gustado. Un besito
EliminarMe ha parecido que es lo que harías tú, pero no por nada, si no por no gastar el dinero. Pero sabiendo que lo tienes ahí para sobrevivir. No sé, te has reflejado en cierto modo.
ResponderEliminarHombre si me voy de viaje gastaría dinero ¿no? xD
Eliminar
ResponderEliminar(。◕ ‿ ◕。)/ Holaaa!!!
Perdona la demora en pasar u.u me siento una mal agradecida :c
me ha gustado el texto pues la protagonista me pareció bastante buena.
穛 S4Ku SEK4i®
No es verdad, eres muy buena <3
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un besote
¡Hola! Qué susto, al leer el principio creía que era el anuncio de Navidad jejeje (es broma, es que el otro día vi un vídeo graciosillo sobre ese anuncio y lo tengo ahí presente :P ).
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el final del relato por una razón: los anuncios de lotería y todas estas cosas nos dan el mensaje de que "nuestros sueños no son baratos", en plan: ganas la lotería y te compras un yate, un pedrusco... En cambio, la protagonista de tu relato va a usar el premio de la lotería para algo tan profundo como encontrarse a sí misma y tener tiempo para pensar en su vida, que parece que algunas personas no le dan importancia a cosas como esta y esto es mucho más importante que lo material y todos los caprichos caros que nos podamos comprar con el dinero de la lotería.
Por esta razón me ha gustado mucho tu relato. Invertir tiempo en reflexionar sobre un@ mism@ es muy valioso.
Un abrazo :)
Uy no. Y eso que aún no he visto el anuncio de navidad... aunque seguro que es lacrimogeno. Me alegra que te haya gustado el relato, y es verdad lo que dices.
EliminarUn besote
Muy buen capitulo. Vaya sorpresas de la vida, ganarse la lotería fue lo mejor que le pudo pasar. Y así es la vida de contradictoria, porque algunos piensan en comprarse mansiones, carros y lo inimaginable. Pero otros son más sencillos, como tu protagonista.
ResponderEliminarBeso
Exacto. A veces las cosas más sencillas dan la felicidad... un cliche, pero es verdad xD
EliminarMe alegro que te haya gustado,
Un besote
Holaaa! Wow, me ha gustado muchísimo este relato y que hayas mezclado elementos. Te he quedado perfecto.
ResponderEliminarUn beso!
Gracias <3
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