Byopp: Capítulo 3
¡Me duelen los talones!
Desde siempre he tenido los pies muy delicados y se me secan un montón y se me abren... me dan ganas de morir de dolor. ¿Sabes la mierda que es caminar mal? Pues llevo así dos días y tengo los ovarios acatarrados.
Creo que he encontrado el saludo perfecto ¿a que si?
Ya no me quejaré más de mis saludos porque el que tengo ahora es maravilloso. Qué fácil de contentar que soy... pero bueno, tan perfecta no podía ser.
Después de tanta palabrería sin sentido voy a lo que interesa. Ya tengo el capítulo 3, espero que esté interesante la historia y que te esté gustando. Como pensaba no durará mucho más, uno o dos capítulos como mucho... pronto llegará el desenlace.
Jo Jo Jo
Prólogo - Cap 1. - Cap 2.
Capítulo 3:
Placer, deseo, lujuria y sexo eran las únicas palabras que su cerebro podía utilizar para referirse a Richard. Era el típico hombre que te haría perder la cabeza con tan sólo un par de besos y una simple caricia. Aún sentía el calor de su roce en su piel, los labios hinchados y la garganta ligeramente irritada por los continuos jadeos que aquel intenso hombre le hizo sentir horas atrás.
No se sentía especialmente orgullosa de haberse acostado con él, parecía que no era ningún triunfo meterse y enredarse entre sus sábanas o incluso comer en su mesa junto a él. Todo lo que habían hecho esa intensa noche parecía ser algo tan usual y normal para todas las mujeres existentes del planeta, aunque Richard le repitiera que era la única Byopp en haberse acostado con él. No sabía si aquello debía hacerla sentir especial o simplemente como una especie de cobaya.
Los primeros días de convivencia con él pensó que la primera opción simplemente era como un leve susurro en su oído, incluso llegó a pensar que estando a su lado podía explotar las nuevas habilidades de su cuerpo, pero cuanto más lo conocía más entendía que para él ella no era más que un experimento más, y no sólo lo pensaba, sino lo tenía confirmado, puesto que su despacho siempre cerrado se quedó abierto una noche y mientras el dormía después de un intenso coito ella se deslizó hasta entrar y encontrar en su mesa cientos de apuntes sobre ella, sobre su cuerpo, su piel y casi avergonzada de cada rincón de su vagina. Nunca se había sentido especialmente avergonzada de aquello, pero verlo en un dibujo, con palabras y describiendo como su mucosa se hinchaba y se empapaba o como su clítoris vibraba con el roce no era algo que le agradara leer y mucho menos saber que alguien se deleitaba con aquello. Una parte de ella al saber eso entendió que debía sentirse mal o incluso ofendida, pero en su mente no había ningún sentimiento más que de repugnancia y una curiosidad morbosa…
- ¿Richard sabe sobre mi útero?- le preguntó a Matt cuando se atrevió a llamarlo después de casi un mes sin contactar con él.
- Obviamente no, se supone que el útero aún esta en fase de prueba...- remugó éste algo molesto.- ¿Es que te ha abierto y preguntó por el?- farfullo molesto y gruñendo.
- ¡No, no! - negó energicamente- Es que… me he acostado con él y ¿Si quedo embarazada?
La conversación que comenzó parecía sacada de un mundo alternativo, dos personas que se amaban hablando de las relaciones sexuales que había tenido con otra persona. Era simplemente extraño, pero aquello no quitaba que ambos mientras hablaban se preguntaran si al volver todo sería igual. Por parte de Matt tan sólo deseaba que volviera y que estuviera a su lado, podría vivir teniéndola como una hija e incluso como una hermana, pero tan sólo necesitaba que volviera… en cambio Chloe tenía miedo que la pasión de Richard la volviera exigente con el sexo, pero escuchando la voz suave, tercia y ronca de Matt comprendía que Richard bien podría ser el Dios del Sexo, pero nadie podría cambiar los sentimientos que ella sentía por Matt, aunque aún sabiendo eso simplemente no podía regresar y listo, necesitaba explorar más su propio cuerpo, saber que era ser mujer y quizás, durante unos minutos olvidarse de su condición de Byopp y creerse mujer.
Cuanto más tiempo pasaba con Richard, más amaba a Matt. No sólo por la forma de ser, sino por la forma de amar; los labios de Richard eran bruscos y exigentes, mientras que los de Matt eran delicados e intensos. Se podría decir que ambos hombres eran la parte oscura del otro, aunque en cuerpos y personalidades diferentes. Más de una vez se encontraba fantaseando en poder quedarse con los dos, pero sabía que ninguno de ellos lo aguantaría, después de todo a diferencia de ellos, ella era un Byopp y podía amar a más de una persona al mismo tiempo, aunque no podría amar de forma familiar a su actual poseedor y quizás esa diferencia abismal era otra más de las que le hacía quedarse aún en Tokio, necesitaba tener más tiempo para encontrar el momento de volver a su hogar junto a su amado.
- ¿Puedo confiar en ti?- rompió el silencio del momento tras una sesión experimental de sexo encima de la lavadora.
- ¿Es que a caso te he demostrado lo contrario?- rió y apoyó su frente sobre la de la ella.- ¿Qué te inquieta?
- Quiero ser una mujer…
Si hubiera sido otra Byopp a Richard le hubieran entrado ganas de romper a reír, pero se trataba de Chloe, el robot más humano que había conocido en su vida. Sabía las habilidades y el talento que tenía Matt cuando se trataba de volver humano a un objeto, pero con ella había traspasado los límites humanamente entendibles: Chloe era una mujer con organismo femeninos, impulsos femeninos e incluso deseos femeninos, pero aún faltaba algo, algo que podría convertir a aquel ser en un ente completo y en cierta manera sabía que él era el único capaz de hacerlo, porque después de todo él tenía lo que Matt le hacía falta: frialdad para romper algo bello.
Y eso era precisamente lo que iba a hacer con Chloe: romperla.
Desde siempre he tenido los pies muy delicados y se me secan un montón y se me abren... me dan ganas de morir de dolor. ¿Sabes la mierda que es caminar mal? Pues llevo así dos días y tengo los ovarios acatarrados.
Creo que he encontrado el saludo perfecto ¿a que si?
Ya no me quejaré más de mis saludos porque el que tengo ahora es maravilloso. Qué fácil de contentar que soy... pero bueno, tan perfecta no podía ser.
Después de tanta palabrería sin sentido voy a lo que interesa. Ya tengo el capítulo 3, espero que esté interesante la historia y que te esté gustando. Como pensaba no durará mucho más, uno o dos capítulos como mucho... pronto llegará el desenlace.
Jo Jo Jo
Prólogo - Cap 1. - Cap 2.
Capítulo 3:
Placer, deseo, lujuria y sexo eran las únicas palabras que su cerebro podía utilizar para referirse a Richard. Era el típico hombre que te haría perder la cabeza con tan sólo un par de besos y una simple caricia. Aún sentía el calor de su roce en su piel, los labios hinchados y la garganta ligeramente irritada por los continuos jadeos que aquel intenso hombre le hizo sentir horas atrás.
No se sentía especialmente orgullosa de haberse acostado con él, parecía que no era ningún triunfo meterse y enredarse entre sus sábanas o incluso comer en su mesa junto a él. Todo lo que habían hecho esa intensa noche parecía ser algo tan usual y normal para todas las mujeres existentes del planeta, aunque Richard le repitiera que era la única Byopp en haberse acostado con él. No sabía si aquello debía hacerla sentir especial o simplemente como una especie de cobaya.
Los primeros días de convivencia con él pensó que la primera opción simplemente era como un leve susurro en su oído, incluso llegó a pensar que estando a su lado podía explotar las nuevas habilidades de su cuerpo, pero cuanto más lo conocía más entendía que para él ella no era más que un experimento más, y no sólo lo pensaba, sino lo tenía confirmado, puesto que su despacho siempre cerrado se quedó abierto una noche y mientras el dormía después de un intenso coito ella se deslizó hasta entrar y encontrar en su mesa cientos de apuntes sobre ella, sobre su cuerpo, su piel y casi avergonzada de cada rincón de su vagina. Nunca se había sentido especialmente avergonzada de aquello, pero verlo en un dibujo, con palabras y describiendo como su mucosa se hinchaba y se empapaba o como su clítoris vibraba con el roce no era algo que le agradara leer y mucho menos saber que alguien se deleitaba con aquello. Una parte de ella al saber eso entendió que debía sentirse mal o incluso ofendida, pero en su mente no había ningún sentimiento más que de repugnancia y una curiosidad morbosa…
- ¿Richard sabe sobre mi útero?- le preguntó a Matt cuando se atrevió a llamarlo después de casi un mes sin contactar con él.
- Obviamente no, se supone que el útero aún esta en fase de prueba...- remugó éste algo molesto.- ¿Es que te ha abierto y preguntó por el?- farfullo molesto y gruñendo.
- ¡No, no! - negó energicamente- Es que… me he acostado con él y ¿Si quedo embarazada?
La conversación que comenzó parecía sacada de un mundo alternativo, dos personas que se amaban hablando de las relaciones sexuales que había tenido con otra persona. Era simplemente extraño, pero aquello no quitaba que ambos mientras hablaban se preguntaran si al volver todo sería igual. Por parte de Matt tan sólo deseaba que volviera y que estuviera a su lado, podría vivir teniéndola como una hija e incluso como una hermana, pero tan sólo necesitaba que volviera… en cambio Chloe tenía miedo que la pasión de Richard la volviera exigente con el sexo, pero escuchando la voz suave, tercia y ronca de Matt comprendía que Richard bien podría ser el Dios del Sexo, pero nadie podría cambiar los sentimientos que ella sentía por Matt, aunque aún sabiendo eso simplemente no podía regresar y listo, necesitaba explorar más su propio cuerpo, saber que era ser mujer y quizás, durante unos minutos olvidarse de su condición de Byopp y creerse mujer.
Cuanto más tiempo pasaba con Richard, más amaba a Matt. No sólo por la forma de ser, sino por la forma de amar; los labios de Richard eran bruscos y exigentes, mientras que los de Matt eran delicados e intensos. Se podría decir que ambos hombres eran la parte oscura del otro, aunque en cuerpos y personalidades diferentes. Más de una vez se encontraba fantaseando en poder quedarse con los dos, pero sabía que ninguno de ellos lo aguantaría, después de todo a diferencia de ellos, ella era un Byopp y podía amar a más de una persona al mismo tiempo, aunque no podría amar de forma familiar a su actual poseedor y quizás esa diferencia abismal era otra más de las que le hacía quedarse aún en Tokio, necesitaba tener más tiempo para encontrar el momento de volver a su hogar junto a su amado.
- ¿Puedo confiar en ti?- rompió el silencio del momento tras una sesión experimental de sexo encima de la lavadora.
- ¿Es que a caso te he demostrado lo contrario?- rió y apoyó su frente sobre la de la ella.- ¿Qué te inquieta?
- Quiero ser una mujer…
Si hubiera sido otra Byopp a Richard le hubieran entrado ganas de romper a reír, pero se trataba de Chloe, el robot más humano que había conocido en su vida. Sabía las habilidades y el talento que tenía Matt cuando se trataba de volver humano a un objeto, pero con ella había traspasado los límites humanamente entendibles: Chloe era una mujer con organismo femeninos, impulsos femeninos e incluso deseos femeninos, pero aún faltaba algo, algo que podría convertir a aquel ser en un ente completo y en cierta manera sabía que él era el único capaz de hacerlo, porque después de todo él tenía lo que Matt le hacía falta: frialdad para romper algo bello.
Y eso era precisamente lo que iba a hacer con Chloe: romperla.
Matt es tan brillante, la ha creado. Y la vez no ha podido ver que ella ha encontrado a quien amar. Chloe a ama a Matt. Y eso posiblemente la vaya a poner en peligro de ser destruida por Richard.
ResponderEliminarChloe no sabe que su deseo ha sido cumplido, es tan emocional como las mujeres humanas, tiene su apariencia. Ya es mujer.
Bien contado
¡Exacto! Es muy buen chaval, ojalá Chloe logre ser mujer para volver con él. Ya veré como lo continúo.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un saludo
¡Hola! La verdad es que me ha dejado heladísima ese final ¡qué intenso! Muero de ganas de leer el siguiente capítulo
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Me alegra que te haya gustado! Espero continuarla más pronto que tarde.
EliminarUn besito
Me encanta. No estamos hablando solo del amor ni del deseo, sino de la cualidad de lo que hace a algo humano. Estoy de acuerdo con Richard. El dolor es imposible de imitar en una máquina. Lograrlo hará que ella pase esa barrera.
ResponderEliminarMuy buena historia.
¡Besos!
¡Exacto! Es una historia un poco futurista que busca la perfección de la mujer más allá del amor.
EliminarEspero que el capítulo próximo te guste.
Un besote
Dicen los podólogos que cuando se trabaja de pie por muchas horas, se deben usar zapatos especiales. El taco debe estar elevado por lo menos 1/4 de pulgada.
ResponderEliminarLimalos y usa una crema que contenga un poco de salicílico, urea o manteca de karite son excelentes para cuidar los talones. Por ahora evita usar sandalias cuando no estes trabajando.
Creo que Chloe está desarrollando sentimientos por Matt, y por Richard siente la lujuria, la pasión, razonable, ya que está en el proceso experimento. Un capítulo en un mar de tentaciones.
Excelente continuación.
!Abrazo!
¡Gracias por tu consejo! Lo haré a ver como mejoran mis pies.
EliminarMe alegra que te esté gustando, veremos como termina Chloe con sus emociones.
Un abrazo