Niña: Capítulo 5
¡Hola!
Ya se me acabaron los saludos en otro idiomas, así que tendré que inventarme algunos o repetir otros. ¿Qué crees?
He de decir dos cositas... ¡Tengo la mano mejor! Incluso he podido dar un masaje sin morirme en el intento, además he podido duchar a mis abuelos sin sufrir ningún dolor... ahora cuando vuelva a la tarde veré si sobrevivo o no. La otra cosa... recuerdas que ayer dije que una yaya estaba muy mal ¿no? pues ayer murió. ¿Ven? El olor... lo dice todo.
Volviendo al tema... ¡vuelvo al reto juevero! Sé que ando un poco atrasada ya que dieron otra consignía hace poco, pero me quedo con la de un amor infantil... y con ésta consignia sigo mi historia de niña. ¡Allá voy!
Capítulo 5:
El avión estaba en silencio, la mayoría de pasajeros dormían profundamente, mientras ellos tres jugaban a las cartas en silencio. A decir verdad Enea estaba muerta de cansancio, pero temía que si volvía a cerrar los ojos tendría ese mismo sueño otra vez y odiaba la sensación de ver a su pequeña Layla sufrir de tal forma, o peor, de no saber porque motivo sufrió. En un segundo se dio cuenta que sus dos acompañantes se habían quedado profundamente dormidos mientras ella se había perdido en sus pensamientos: Chad tenía la cabeza colgando de un lado con las cartas caídas sobre las piernas, mientras que Layla había apoyado su cabecita en su hombro sujetando fuertemente las cartas. La pesada respiración de ambos le fueron acunando hasta que sin querer se quedó igual de dormida que ellos…
- ¿Qué te gusta de mamá?- escuchó la voz de Layla algo divertida. Durante un segundo se quedó algo desorientada, hasta que recordó que se había quedado dormida en el avión. Quiso abrir los ojos para observar el rostro de la pequeña, pero calló al oír la voz cascada de Chad.
- Tu madre...- ríe.- y yo nos conocemos desde hace bastante tiempo, el problema es que ella no se acuerda de eso.
- ¿Por qué?- quiso saber curiosa la niña, mientras recogía las cartas de sus piernas y las apilaba en la mesita.
Enea se quedó helada al escuchar eso, ¿cómo es que se conocían de antes? Se maldijo entre dientes pero se negó a abrir los ojos y romper ese momento de confesión, pero sabía que no podía permitirse más incógnitas en su vida, por lo que abrió los ojos y miró a Chad, éste se dio cuenta y sonrió algo avergonzado.
- Es de mala educación escuchar a escondidas...-siseo.
El resto del viaje no se habló de nada más, la única que abría la boca era Layla para informar de las distintas nubes que había en el cielo, en lo aburrida que estaba y que quería llegar a la casa. Aunque ninguno de los adultos sabía qué casa sería la suya. Estaban viajando hacia Dublin, dónde buscarían una casa pequeña en algún sitio lejos del centro, ya estando instalados volverían a abrir el tema de Layla y su pasado, y sobretodo de lo que era…
Habían alquilado una pequeña casa en Clonee, era un distrito bastante tranquilo y poco conocido, por lo que era perfecto para hacer lo que iban hacer. Pronto la pequeña se había adaptado a los jardines verdes, los árboles frondosos y el aire fresco. Nunca pasaba mucho tiempo encerrada en la casa, por lo que las puertas estaban siempre abiertas, disponible para que la niña pudiera jugar a su libertad, después de todo tampoco se alejaba de dónde estaban ellos…
- ¿Qué es aquello que me olvidé?- habló Enea rompiendo el silencio entre ambos mientras contemplaban a Layla.
- Lo nuestro...-dice tranquilo.- ...eras pequeña cuando nos conocimos, pero… tenías tanto brillo y energía como Layla… por eso al verla… pensé que era nuestra.
Un momento incómodo se creó al recordar aquel terrible episodio entre ambos. Quería abrir su memoria, recordar aquello que había olvidado pero sus prioridades estaban en aquella niña, algo le decía que todo encajaría cuando supieran que hacer con ella… después de todo gracias a Layla ellos dos se habían vuelto a encontrar… quizás era algo destinado.
Ya se me acabaron los saludos en otro idiomas, así que tendré que inventarme algunos o repetir otros. ¿Qué crees?
He de decir dos cositas... ¡Tengo la mano mejor! Incluso he podido dar un masaje sin morirme en el intento, además he podido duchar a mis abuelos sin sufrir ningún dolor... ahora cuando vuelva a la tarde veré si sobrevivo o no. La otra cosa... recuerdas que ayer dije que una yaya estaba muy mal ¿no? pues ayer murió. ¿Ven? El olor... lo dice todo.
Volviendo al tema... ¡vuelvo al reto juevero! Sé que ando un poco atrasada ya que dieron otra consignía hace poco, pero me quedo con la de un amor infantil... y con ésta consignia sigo mi historia de niña. ¡Allá voy!
Capítulo 5:
El avión estaba en silencio, la mayoría de pasajeros dormían profundamente, mientras ellos tres jugaban a las cartas en silencio. A decir verdad Enea estaba muerta de cansancio, pero temía que si volvía a cerrar los ojos tendría ese mismo sueño otra vez y odiaba la sensación de ver a su pequeña Layla sufrir de tal forma, o peor, de no saber porque motivo sufrió. En un segundo se dio cuenta que sus dos acompañantes se habían quedado profundamente dormidos mientras ella se había perdido en sus pensamientos: Chad tenía la cabeza colgando de un lado con las cartas caídas sobre las piernas, mientras que Layla había apoyado su cabecita en su hombro sujetando fuertemente las cartas. La pesada respiración de ambos le fueron acunando hasta que sin querer se quedó igual de dormida que ellos…
- ¿Qué te gusta de mamá?- escuchó la voz de Layla algo divertida. Durante un segundo se quedó algo desorientada, hasta que recordó que se había quedado dormida en el avión. Quiso abrir los ojos para observar el rostro de la pequeña, pero calló al oír la voz cascada de Chad.
- Tu madre...- ríe.- y yo nos conocemos desde hace bastante tiempo, el problema es que ella no se acuerda de eso.
- ¿Por qué?- quiso saber curiosa la niña, mientras recogía las cartas de sus piernas y las apilaba en la mesita.
Enea se quedó helada al escuchar eso, ¿cómo es que se conocían de antes? Se maldijo entre dientes pero se negó a abrir los ojos y romper ese momento de confesión, pero sabía que no podía permitirse más incógnitas en su vida, por lo que abrió los ojos y miró a Chad, éste se dio cuenta y sonrió algo avergonzado.
- Es de mala educación escuchar a escondidas...-siseo.
El resto del viaje no se habló de nada más, la única que abría la boca era Layla para informar de las distintas nubes que había en el cielo, en lo aburrida que estaba y que quería llegar a la casa. Aunque ninguno de los adultos sabía qué casa sería la suya. Estaban viajando hacia Dublin, dónde buscarían una casa pequeña en algún sitio lejos del centro, ya estando instalados volverían a abrir el tema de Layla y su pasado, y sobretodo de lo que era…
Habían alquilado una pequeña casa en Clonee, era un distrito bastante tranquilo y poco conocido, por lo que era perfecto para hacer lo que iban hacer. Pronto la pequeña se había adaptado a los jardines verdes, los árboles frondosos y el aire fresco. Nunca pasaba mucho tiempo encerrada en la casa, por lo que las puertas estaban siempre abiertas, disponible para que la niña pudiera jugar a su libertad, después de todo tampoco se alejaba de dónde estaban ellos…
- ¿Qué es aquello que me olvidé?- habló Enea rompiendo el silencio entre ambos mientras contemplaban a Layla.
- Lo nuestro...-dice tranquilo.- ...eras pequeña cuando nos conocimos, pero… tenías tanto brillo y energía como Layla… por eso al verla… pensé que era nuestra.
Un momento incómodo se creó al recordar aquel terrible episodio entre ambos. Quería abrir su memoria, recordar aquello que había olvidado pero sus prioridades estaban en aquella niña, algo le decía que todo encajaría cuando supieran que hacer con ella… después de todo gracias a Layla ellos dos se habían vuelto a encontrar… quizás era algo destinado.
capítulo 4 ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- capítulo 6
Algo que quedó en el pasado y que uno de los dos recuerda más.
ResponderEliminarLe agrega algo más de intriga.
Un abrazo
¡Si! La estoy liando más... no tengo remedio. xD
EliminarAlargando historia, bien ,bien.
ResponderEliminarje je je
EliminarQué ternura, con la nena y la llegada a un nuevo hogar. Espero ver de qué se trata ese encuentro anterior que tuvieron y ella no recuerda.
ResponderEliminar¡Besos!
¡Si! Es un recuerdo que pronto aparecerá jo jo jo
Eliminar¡un besote!
En serio ya los dijistes todos? Y bueno, pues es hora de inventar algunos. Me gustaba leerlos.
ResponderEliminarQue gusto saber que tu mano sigue mejor. Y siento mucho la muerte de esa personita.
Los nenes son así, preguntones, no? Pero adorables! Muy bonito capitulo, espero que todo les vaya bien en su nuevo hogar, y que ese recuerdo no sea para mal.
Bso
Sip, los dije todo toditos... quizás tenga que repetirlos o inventarme algunos xD
EliminarY los nenes son increíbles, esas preguntas tan oportunas.
Un besote
Podrías probar con idiomas inventados para ficciones, como el élfico, el klingon.
ResponderEliminarPues podría, voy a ponerme a buscar a ver que sale :D
EliminarGracias
¡Hola! Hasta ahora, no me había dado cuenta de que habías actuliazado esta historia >.< despiste el mío >.<
ResponderEliminarMe gusta ¡qué tierno que se conozcan de antes! Me dan intriga saber de qué es, pero layla los va a terminar acercando a los de alguna manera, que ya lo ha hecho bastante <3 me encantan.
Sobre los idiomas, como te han sugerido, los diálectos o idiomsa ficticios pueden ser una buena forma de saludar, incluso, alguna lengua muerta, que debe haber centenares, como para que no te aburras. No sé si lo habrás visto o te servirá, pero aquí hay un listado de lenguas oficiales y dialectos que me parece bastante completo http://www.wikilengua.org/index.php/Lista_de_lenguas_oficiales_y_reconocidas sería cuestión de buscar en el idioma cómo se dice cada palabra. No serán todas, pero puede servirte.
¡Un abrazo!
No pasa nada xD es normal, a veces se pasan éstas cosas.
EliminarSiii, ahora todo es tan tierno <3.
Ahora iré a esa página.
Un besote