Idilio Escatologico
Ahoj! (Eslovaco)
Siguiendo la sugerencias de Yessy y Demiurgo me puse a investigar otros saludos. He encontrado algunas páginas decentes, no sé si repetiré los holas, pero al menos seguiré con la dinámica ésta de poner palabras raras.
Siempre puedo poner una palabra al azar en un idioma diferente y fingir que es un hola. No tengo ni idea, ésto de no escribir a diario me llena la cabeza de ideas... ¡maldito cansancio! Me deberían haber avisado que ser adulta era difícil... ¡exijo una carta de reclamación!
Hace un par de meses hablé sobre algunas cosas asquerosas que me pasaron en Dublin, pero no estoy muy segura si conté la anécdota al completo o si sólo dije el resultado final, y como no lo sé y tampoco me pondré a buscarlo pues haré un pequeño recopilatorio de anécdotas escatológicas que me han pasado a lo largo de mis 26 años de vida.
En mi familia (al menos materna) siempre hemos sido de estómago delicado, por lo que hay veces que comemos algo y terminamos encerradas en el baño cagando. Realmente esto no sería algo interesante o digno de recordar sino fuera por el contexto que aparecen éstos pequeños retortijones que te acaban enviando al inodoro aprentando el culo como si la vida te fuera en ello.
Antes de empezar quiero avisarte que ésta entrada será muy pero que muy guarra, quiero decir que diré mierda, caca y cosas asquerosas. Si no te agrada éste tema pues siempre puedes pasarte por AQUÍ y leer algo mío para pasar el rato. Y si eres una morbosa de estas cosas... adelante.
El primer recuerdo que tengo fue en venezuela, cuando tenía unos 3 o 4 años. Creo que estaba con el estómago mal, enferma u algo así, por lo que no fui al colegio y me quedé con mi madre durante todo el día. A la noche tanto mi madre, mi hermano como yo estábamos bañándonos cuando... ¡PUFFFF! Llené la bañera de caca, toda todita. Cada vez que me acuerdo del grito de asco que pegó mi hermano me muero de risa. Veamos no tiene nada de anormal, era un bebé, tenía dolor de estómago y estaba en el baño. ¿Qué hay de malo? Nada. Al menos en éste.
Luego los típicos pedos con sorpresa que tienes cuando estas mal del estómago. Eso que piensas que "está todo bien" y... bueno, ya sabes lo que pasa. Miles de bragas han muerto en combate.
El siguiente episodio fue durante un concierto hace ya un tiempo, estaba cantando toda tranquila cuando comencé con el suave dolor, el sudor frío y los retortijones... pensé que podría aguantar, pero cada vez me sentía peor y supe que debía correr o cagarme en medio de un concierto. Pues tuve que salirme del escenario, buscar un baño dentro de la iglesia donde estábamos cantado y al ver que no había salí a la calle, busqué un bar y encontré uno que estaba apunto de cerrar. Le pedí para entrar y me dejaron, justo unos segundos antes de encerrarme en el baño escuché a unos guiris preguntar si podían entrar, pero le dijeron que no. Imagínate la cara de horror que debía tener para que me dejaran usar el inodoro. Puff... pobre de mi culo.
Otro idilio que tuve no fue hace mucho (unos 4 años más o menos) estaba en México, con mi padre y mi hermano. Obviamente el cambio de alimentación tuvo mucho que hacer en éste suceso escatologico. Recién llegábamos al hotel y me pegó el dolor, corrí al baño, me estaba bajando los pantalones y me salió un pedete...¡y puff!
Y para terminar ésta entrada olorosa contaré las dos anécdotas más "traumáticas" que he tenido. La famosa anécdota de Dublín pasó así: tenía dolor de barriga un fin de semana, pero decidí que debía salir a pasear, por lo que me armé de valor y salí, pero a medio camino comencé con el dolor, los sudores y pensé que llegaría hasta una cafetería, pero ni modo, por lo que di la vuelta y corrí, apretando el culo cuando... subí un escalón y ¡pufff! Toda todita. Lo peor es que no estaba a más de unos 10 metros de mi casa...
La otra ocurrió hace dos días... fui a comer con R y después a dar una vuelta, nos tomamos un café y el susodicho me sentó mal. Fuimos a una tienda y ahí acudí al baño, evacué felizmente y volví a salir. Estuve mirando ropita y bragas, pensé en comprarme unas pero al final decidí que no, cuando... el típico pedito caldoso y adiós bragas. Al final tuve que comprarme bragas... si, señores.
Sé que no es un tema muy agradable, pero ¿a quien no le ha ocurrido? Podemos hablar de sexo, de temas raros... pero ¿de caca? No soy tan fina para sentirme pudorosa. ¿Y tú?¿alguna anécdota?
PD: Unos minutos de silencio por las bragas que han muerto en combate.
Siguiendo la sugerencias de Yessy y Demiurgo me puse a investigar otros saludos. He encontrado algunas páginas decentes, no sé si repetiré los holas, pero al menos seguiré con la dinámica ésta de poner palabras raras.
Siempre puedo poner una palabra al azar en un idioma diferente y fingir que es un hola. No tengo ni idea, ésto de no escribir a diario me llena la cabeza de ideas... ¡maldito cansancio! Me deberían haber avisado que ser adulta era difícil... ¡exijo una carta de reclamación!
Hace un par de meses hablé sobre algunas cosas asquerosas que me pasaron en Dublin, pero no estoy muy segura si conté la anécdota al completo o si sólo dije el resultado final, y como no lo sé y tampoco me pondré a buscarlo pues haré un pequeño recopilatorio de anécdotas escatológicas que me han pasado a lo largo de mis 26 años de vida.
En mi familia (al menos materna) siempre hemos sido de estómago delicado, por lo que hay veces que comemos algo y terminamos encerradas en el baño cagando. Realmente esto no sería algo interesante o digno de recordar sino fuera por el contexto que aparecen éstos pequeños retortijones que te acaban enviando al inodoro aprentando el culo como si la vida te fuera en ello.
Antes de empezar quiero avisarte que ésta entrada será muy pero que muy guarra, quiero decir que diré mierda, caca y cosas asquerosas. Si no te agrada éste tema pues siempre puedes pasarte por AQUÍ y leer algo mío para pasar el rato. Y si eres una morbosa de estas cosas... adelante.
El primer recuerdo que tengo fue en venezuela, cuando tenía unos 3 o 4 años. Creo que estaba con el estómago mal, enferma u algo así, por lo que no fui al colegio y me quedé con mi madre durante todo el día. A la noche tanto mi madre, mi hermano como yo estábamos bañándonos cuando... ¡PUFFFF! Llené la bañera de caca, toda todita. Cada vez que me acuerdo del grito de asco que pegó mi hermano me muero de risa. Veamos no tiene nada de anormal, era un bebé, tenía dolor de estómago y estaba en el baño. ¿Qué hay de malo? Nada. Al menos en éste.
Luego los típicos pedos con sorpresa que tienes cuando estas mal del estómago. Eso que piensas que "está todo bien" y... bueno, ya sabes lo que pasa. Miles de bragas han muerto en combate.
El siguiente episodio fue durante un concierto hace ya un tiempo, estaba cantando toda tranquila cuando comencé con el suave dolor, el sudor frío y los retortijones... pensé que podría aguantar, pero cada vez me sentía peor y supe que debía correr o cagarme en medio de un concierto. Pues tuve que salirme del escenario, buscar un baño dentro de la iglesia donde estábamos cantado y al ver que no había salí a la calle, busqué un bar y encontré uno que estaba apunto de cerrar. Le pedí para entrar y me dejaron, justo unos segundos antes de encerrarme en el baño escuché a unos guiris preguntar si podían entrar, pero le dijeron que no. Imagínate la cara de horror que debía tener para que me dejaran usar el inodoro. Puff... pobre de mi culo.
Otro idilio que tuve no fue hace mucho (unos 4 años más o menos) estaba en México, con mi padre y mi hermano. Obviamente el cambio de alimentación tuvo mucho que hacer en éste suceso escatologico. Recién llegábamos al hotel y me pegó el dolor, corrí al baño, me estaba bajando los pantalones y me salió un pedete...¡y puff!
Y para terminar ésta entrada olorosa contaré las dos anécdotas más "traumáticas" que he tenido. La famosa anécdota de Dublín pasó así: tenía dolor de barriga un fin de semana, pero decidí que debía salir a pasear, por lo que me armé de valor y salí, pero a medio camino comencé con el dolor, los sudores y pensé que llegaría hasta una cafetería, pero ni modo, por lo que di la vuelta y corrí, apretando el culo cuando... subí un escalón y ¡pufff! Toda todita. Lo peor es que no estaba a más de unos 10 metros de mi casa...
La otra ocurrió hace dos días... fui a comer con R y después a dar una vuelta, nos tomamos un café y el susodicho me sentó mal. Fuimos a una tienda y ahí acudí al baño, evacué felizmente y volví a salir. Estuve mirando ropita y bragas, pensé en comprarme unas pero al final decidí que no, cuando... el típico pedito caldoso y adiós bragas. Al final tuve que comprarme bragas... si, señores.
Sé que no es un tema muy agradable, pero ¿a quien no le ha ocurrido? Podemos hablar de sexo, de temas raros... pero ¿de caca? No soy tan fina para sentirme pudorosa. ¿Y tú?¿alguna anécdota?
PD: Unos minutos de silencio por las bragas que han muerto en combate.
Jajajaj yo no tengo anecdotas de ese tipo y es que soy todo lo contrario, me cuesta ir al baño ;)
ResponderEliminarPues que suerte... xD a mi me gustaría ser así.
EliminarUn saludito
El concepto escatológico de tu entrada me ha matado de risa, casi me meo. Pero la verdad, no estoy segura si este es un relato del mundo de la fantasía o real. En todo caso, Tienes razón, nadie le gusta hablar de los excrementos, ni mucho menos de sus propias experiencias. Se necesita tenacidad, como el hablar de sexo que a nadie le importa contar como entra y sale, quizá, porque es menos bochornoso? Pestilente?
ResponderEliminarComo controlar el colon? No se puede, no poseemos una llave como las de agua para cerrarlo. Este tío necesita expresarse a su manera. Después de todo es la culpa de su dueño por engullir algo que lo enfermo. !Ojo con lo que se come, especial en lugares públicos!
Anécdota, no creo tener. Yes, my dear, believed or not. Más que flatulencias, de tipo normal, algunos con notas altas y bajas.
Mi estómago es fuerte, quizá lo heredé de mi padre. Ya que mama siempre decia: Tu padre puede comer muertito y sigue vivito sin ningún retorcijoncito. Espero seguir así por muchos años, que mira, dicen que cuando se pone viejo la cagadera es peor! Me gusto tu texto, y no, no senti ningun mal olor al entrar.
Beso!
Es tan cierto como la vida misma, éstas cosas me pasan mucho... soy así de triste.
EliminarMe alegro que te hayas meado de la risa, al menos alguien se ríe también.
Y es verdad, ojalá pudieramos controlar el colon... sería divertido xD.
un besote guapa
Son más de 6.900 idiomas repartidos a lo largo y ancho de más de 190 países.
ResponderEliminarSi ya los tienes todos, que tal los dialectos? Como el de Australia, el de los Zulúes, los Kaixana. Solo ideas. =0)
Tendré que ponerme a buscar :D
Eliminar¡Hola! ¡Ah, qué tema! Me he divertido mucho leyéndote y no he podido evitar pensar en mi madre, ella siempre habla de estos temas como cosa cotidiana, sin pelos en la lengua, lo denomina 'la caguitis' y si es duradera 'caguitis crónica'. De pedos, ni contar.
ResponderEliminarAfortundamente, he nacido con un estómago capaz de digerir un zombie y seguir como si nada (?) Ok, no tanto así pero mi mayor problema ha caído siempre en la ácidez, que comer ajo por ejemplo, me deja terrible >.< igual que el picante, son dos cosas que mi organismo no tolera en lo más mínimo :,D lo malo es que el ajo me encanta xD
Volviendo al tema, hay un libro que encontré una vez en la biblioteca llamado 'el arte de tirarse pedos', así, tal cual y había una frase muy particular 'Hay que ser claro: el pedo es un acto de afirmación existencial solo al alcance de aquellos que han conquistado su libertad más allá de los prejuicios sociales'. Te lo recomiendo, ya que es cortito el libro y muy divertido.
¡Un abrazo! Y un buen té de hierbas sirve bien para esos casos —la canela es muy buena—.
Soy muy divertida, aunque en ese momento no me río mucho. Sip, es que la caca es algo normal en mi vida. Eso de los zombies no es rico... pues me pondré a ver el libro.
EliminarUn besote
Desde luego, yo no soy de las que se asustan por caca, mierda o lo que sea. Te supero hablando en modo guarro. xD Y conocía alguna anécdota tuya. jajajajaj
ResponderEliminarEso me consta xD
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