Sabes que eres buena...

Desde hace unos 6 años aproximadamente estoy escribiendo una novela. Mi gran novela, como la llamo yo. Una historia que se me ocurrió a mis inocentes 18 años, al irme de viaje a Venezuela... No era una historia normal, como las que solía escribir en aquel entonces. Tenía mucho contenido, bastantes personajes y un mensaje profundo. Evidentemente tuve que investigar mucho, estudiar y imaginarme como sería la obra...
6 años después he logrado acabarla, aunque técnicamente ya lo estaba, el problema es que, cuando empiezas a escribir una novela con 18 años, al llegar a los 23 te das cuenta que tu redacción ha cambiado un montón. Para mal o para bien, tuve que volver a leérmela toda y corregir todo aquello que no me gustaba... ahí es cuando comienza el problema. 

Todo escritor tiene unas ciertas manías y costumbres. La primera es borrar todo lo que escribe si no le gusta. Y después si le gusta, no volver a leerlo...¿por qué? Si no, no te gusta y lo borras entero. Si, es como el pescado que se muerde la cola.
Después hay una alta posibilidad, que durante esa lectura se te ocurran cosas y las quieras agregar, pero el resultado es que modificarías toda la historia...y cuando llevas escribiendo una novela durante 6 años, y que te está gustando el resultado, hacer eso...¿cómo decirlo? Cuesta un huevo... y eso que no tengo huevos. 
Después de haber llegado al final de tu obra, estar satisfecha con lo que tiene la guardas, hasta que te pega la dèria (el pronto) de corregirla...
Te das cuenta que tu obra es buena, cuando te emocionas leyendo, cuando no te acuerdas de lo que pasa y te vez totalmente emocionada por saber que pasa. 
Cuando te encariñas de tus propios personajes y llorar la muerte de alguno.
Cuando al terminar de leerlo dices: "Soy un puto crack".
Y lo mejor de todo, es que no necesito a nadie que me lo diga. Aunque modestia a parte, ojalá pudiera haber alguien que la quisiera leer.
Es la típica obra que no se debe quedar encerrada en un portátil.