Reflexión
Ahora que es tiempo de tomar decisiones, me he puesto a pensar. Sé que aún soy un pollito que acaba de salir del cascarón. Aún me falta mucho por aprender, por descubrir por sufrir. La montaña que tengo que escalar es muy grande y a penas he despegado del suelo. Pero aún así, hay cosas que te dan vueltas por la cabeza.
Hace un tiempo leí "El mundo de Sofía" un libro que me costó leer y entender. Y aún no comprendo, aunque he de decir que tampoco me he esmerado por hacerlo. Un libro de tantos que me quiero leer, que quiero absorber y conocer. Seguramente les suena. Trata de filosofía. Te embarcan en una historia que te pasea por toda la filosofía hasta ahora (en los tiempos del libro). Y por lo tanto se hacen las típicas cuestiones:
- ¿De dónde viene el mundo?
- ¿Quién lo creó?
- ¿Por qué?
Sí, esas preguntas que jamás te hacen hasta que aparecer en tu vida para molestarte.
Muchas personas tiene sus creencias que les ayuda a seguir a delante con la vida, que se apoyan sobre ello y siguen adelante. Otro tanto vive con su propia filosofía y otras nunca se lo han planteado. A lo largo de mis años (como he dicho anteriormente no tengo muchos) he ido pasado de creencia en creencia. En el sentido de ¿Creo en Dios?¿Tengo Fé?¿Creo en el destino? Y tantas típicas preguntas existenciales.
Y he llegado a la conclusión que: Las coincidencias no existen. Todo ocurre por una razón; Uno se enferma porque no se cuida, uno se cae porque no presta atención.
Todo tiene una razón de ser, nada se hace porque si. Uno no estudia porque sí. Al igual que uno no come porque si. Con esto uno piensa que yo creo en el Destino. Puede, no diré que no.
Pero no aquel que está todo está escrito, más bien pienso así:
Cada uno tiene un destino ya marcado, pero no está dicho Cómo llegar a él.
A nadie le gusta pensar que su destino va a ser "ese" que pensó hace veinte o treinta años. A lo mejor tienes cincuenta y aún no sabes cual es tu destino, y te despiertas un día sabiéndolo.
Todo tiene su tiempo. Todo se hace poco a poco. Roma no se hizo en un día. Al igual que no pienso que el mundo de hizo en siete. Todo conlleva su tiempo, y lo harás más rápido o más lento dependiendo de cada uno.
Todo tiene su motivo, su razón de ser. Nada ocurre porque tenga que ocurrir.
Por lo menos yo lo pienso así.
La vida te lleva por caminos distintos, pero tu elijes cual tomar. Si el bueno o el malo.
Prefiero pensar que cada movimiento, cada cosa o cada palabra que digo o que hago tiene un significado escondido. A lo mejor dentro de diez años no pienso lo mismo. O a lo mejor sí.
Aún soy joven, tengo mucho camino por recorrer, pero aún así pienso eso. Todavía tengo que caerme y darme más golpes. Pero de mientras...
prefiero pensar así.
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