Reto 52 #38 al 41: El último adiós
Soy una morbosa, lo sé... pero ¿Qué le voy hacer? Me gustan las cosas moralmente incorrectas y cuanto más morbo le pongas más chachi es.
Haciendo trampas voy a cumplir el final del reto así que es maravilloso, aunque sea a las malas... ¡lo terminaré! En fin, vamos a darle candela....
Tengo que hacer un relato con tema de adicción y que esté en formato de carta... ¡allá voy!
El último adiós
Te quiero.
Te lo he dicho tantas veces que no me acuerdo, pero sé que jamás me creíste.
No he sido el mejor amigo, tampoco el mejor novio y mucho menos como marido, pero de verdad quise mejorar, de verdad lo intenté... pero llegó el niño. Suena a excusa, lo sé... pero me aterraba la idea de ser un mal padre y volví a caer...
Quiero pedirte perdón por esas noches en velas, por esas lágrimas que escondías entre una sonrisa resignada, por no estar cuando más lo necesitabas, por haberte dejado sola y ante todo por no ser esa persona que te juré que sería en el altar.
Unas líneas no borrarán la realidad, tampoco cambiarán nada... pero tengo que hacerlo, forma parte de la despedida.
Me muero. Quizás no lo sabías, quizás te lo esperabas e incluso creo que lo querías. Si es así, no te preocupes, no te culpes... me lo merezco. Mis brazos están llenos de pinchazos, estoy tan delgado que parezco un hueso y mis dientes están tan negros que me da miedo sonreír. Ya ni te cuento el pelo... ¡ya no tengo! Me da rabia, porque sé lo que amabas meter tus manos por él y besarme...
Me muero y no hay remedio para ello, en cierto modo es un alivio y una forma de rendirme ante lo evidente. Soy un fracaso y lo seguiré siendo... pero quiero que me recuerdes como fui en los primeros días que nos conocimos... no como aquel hombre patético que tenías que recoger ebrio en el bar, sino como el jovencito que te dejaba flores en el casillero, como el niño que te hacía pasteles de barro... quiero que intentes recordarme así...
Te quiero y será la última vez que te lo diga.
Me muero y no tengo miedo al más allá, lo que tengo miedo es de dejar dolor y tristeza, por eso te escribo ésta carta, quizás nunca te llegue, quizás nunca la leas... pero como soy un cobarde y patético hombre me siento mejor al hacerlo.
Cuídate, sé feliz y sobre todo olvídame, haz como si nunca hubiera existido, piensa que el niño fue un regalo de los dioses enviado para serte feliz... o simplemente un desliz con un don nadie.
Intenta buscarte un hombre, un padre para nuestro hijo... y ante todo, por favor... no te culpes por dejarme atrás, por apartarme de tu vida en éste momento... no lo hagas porque es lo mejor que has hecho.
Sé feliz y olvídame.
Te quiero
El drogadicto de tu marido
Me preguntaba por donde ibas a ir.
ResponderEliminarCreo que ella habría aceptado mejor una infidelidad.
Demoledor y bien planteado final.
Un abrazo
Gracias, posiblemente una infidelidad es mucho más fácil de aceptar que lo que le pasó a la pobre.
EliminarEl drogadicto de tu marido... que final no me lo esperaba hasta que comenzo
ResponderEliminara describirse a si mismo!
Me sorprendiste...
Besos!
Me alegra haberte sorprendido, esa era mi intención... soy un poco malvada.
EliminarUn besote
¡Hola! He empezado leyéndolo recordándome en todo momento 'Última noción de Laura' de Benedetti, especialmente, cuando dijo que se moría. No me esperaba nada ese final ¡qué vida ha llevado ese hombre! Y lo que le espera a ella si llega a encontrar la carta. Te ha quedado perfecto.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Gracias! Me alegra que te haya gustado. No me he leído ese libro de Benedetti, pero parece interesante.
EliminarUn abrazo
Que emotivo y bello relato, Cath
ResponderEliminarLo he leído de golpe y me sacudió el alma, lograstes ese dificil efecto ante mi, tu lectora. Me encanto ese final muy conmovedor.
Abrazo!
¡Muchas gracias guapa!
EliminarMe alegra que el final te haya gustado.
Un abrazo