Una fantasía en un mundo real: Capítulo final


¡Y estoy aquí de nuevo!
Aproveché el día libre para ponerme al día con mi historia que ¡al fin terminé! Quizás no me ha salido tan larga como la original, pero digamos que con los cambios que hice las cosas  no podían seguir alargándose...  pero bueno, espero que te haya gustado.
Sin más te dejo leer...

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8. Madurez:

Al salir de la universidad el aire pesado nos golpeó a las dos, nuestras manos unidas comenzaron a sudar y el calor que habíamos sentido anteriormente se calmó para dejar paso al agobio del verano. No pudimos respirar tranquilos hasta que nos encerramos en la cabina de su coche y encendió el aire acondicionado. Al sentir el aire fresco ambos suspiramos relajados y nos miramos divertidos rompiendo a reír de una forma un poco exagerada. La tensión que minutos atrás habíamos experimentado había desaparecido totalmente. Ya no quedaba rastro de dolor o tristeza, solo quedaba la esperanza y el amor, algo que si mi mente no fantasiaba más de la cuenta íbamos a consumar…

Su casa seguía igual que siempre, nada había cambiado aunque el olor a cerrado y la ropa amontonada en las esquinas dejaba bastante claro que no tenía tiempo material para arreglar. De forma instintiva comencé a recoger todo lo que veía a mi paso, olvidándome que aún teníamos una conversación a medias y que teníamos que plantarnos el futuro juntos, porque después de todo aceptar su mano conllevaba no sólo volver a ser novios, sino a enfrentarnos a las personas más importantes de nuestras vidas.

Casi por inercia inconsciente llegué hasta su habitación con los brazos llenos de camisas y pantalones. Sonreí al ver que la cama estaba desecha, las cortinas echadas y un par de boxers tirados por el suelo. Tenía intención de acercarme para recogerlos cuando él se me acercó por detrás y me abrazó. Su barba incipiente me rozó el cuello y cada vello de mi piel se erizó, incluso los del monte de venus. Automáticamente cerré las piernas, conteniendo el calor que me quemaba en el interior.

- No sabes… lo mucho que e he echado de menos. - me susurró al oído mientras me daba pequeños y discretos besos en el cuello.

Solté un pequeño gemido cuando sentí que su mano se metía dentro de mi camisa y se deslizaba hasta mi sosten. En ese instante mi consciencia se desactivo para dejar paso al instinto. Dejé caer toda la ropa al suelo y me giré para poder besarle, pegarme más a él y sentir su miembro duro y prominente.

- ¿Estás segura?- me preguntó sin alejar sus manos de mi.

- Nunca he estado tan segura de algo en mi vida…

Para mi desgracia después de aquel beso, aquellas caricias y sentir todo su cuerpo sobre mi, me quedé totalmente dormida y relajada, por lo que al día siguiente tenía un Milos malhumorado y gruñón. Intenté disculparme e intentar motivarlo a un segundo intento, pero la realidad de ser profesor y estudiante era mucho más apremiante que el simple deseo de yacer con la persona amada.

Mientras desayunábamos tranquilamente decidí proseguir el tema que habíamos dejado a medias el día anterior, después de todo al salir de su casa teníamos que afrontarlo todo, además todavía no le había comentado qué fue lo que me había hecho tomar aquella horrible decisión…

- Tu madre me dijo que… perderías tu trabajo.- murmuré avergonzada, me sentía como una niña acusando a otro compañero.- y… me entró miedo.

Su mirada se fijo en mi, suspiró y se rascó la cabeza, para luego colocar su mano en mi cabeza y acariciarme con ternura y amor.

- Ahí se nota la diferencia de edad entre nosotros...- sonrió y pasó su dedo por mis labios.- ¿Realmente crees que puede hacerme perder mi trabajo?¿Qué tiene que ver ella en mi vida laboral?- enarcó la ceja.

- Pues… si mis padres te pusieran una denuncia por pedofilia...- dejé caer mi peor miedo.

Él se cayó de golpe, reflexionó durante un minuto mis palabras para luego sonreír algo más calmado.

- Ahora eres mayor de edad… ¿qué problema tendrán ahora tus padres?

Con esas palabras terminó nuestra conversación y el tema no volvió a salir. Desde ese día recuperamos todos los días perdidos, nos conocimos un poco más y comenzamos a ser planes de futuro, pero aún nuestra relación seguía en sombras y la única que podía hacer que ésta saliera a la luz era yo.

- Le amo.- dije con voz segura delante de mis padres y los suyos.

- ¡Eres una cría! ¡Que carajo sabrás tu del amor!- gritó exasperada la madre de Milos.

- ¡No le hables así a mi hija!- explotó a su lado mi madre.

Durante una larga e intensa hora tanto sus padres como los míos se enfrascaron en una discusión que no nos involucraba en absoluto a nosotros, la cosa era así que incluso pudimos aislarnos de ellos durante un tiempo, para hablar a solas, reflexionar sobre lo que haríamos y crear alternativas diferentes si ellos no aceptaban lo nuestro.

Medio ida como estaba no me di cuenta cuando él se marchó y volvió a mi lado con una pequeña caja de joyería…

- Cásate conmigo. - abrió la cajita y me dejó ver un pequeño anillo con una piedra verde pequeña.- Aún eres joven, pero… es la única manera que veo para que...- movió la cabeza señalando a los adultos que seguían gritando en la otra sala.- ...nos dejen estar juntos. Yo voy enserio...- me miró serio.- ¿Tú?

Miré el pequeño anillo aún dentro de la caja y recordé las conversaciones que había tenido con mis padres y los suyos meses atrás. Era verdad que era joven, inmadura y que aún me quedaba mucho camino por recorrer, pero antes de todo eso, sólo había una cosa que me sentía totalmente adulta, y esa era Milos. Le amaba, con todo mi corazón. Sonreí avergonzada y cogí el anillo para ponérmelo en el dedo anular.

- Quiero… madurar a tu lado.- le dije sintiendo mis mejillas arder.

- Y yo quiero que lo hagas…

Sonriendo se acercó a mi y me besó, fue uno dulce, con sabor de café amargo pero uno de los mejores besos para iniciar una vida juntos. Aún tenía mucho camino que recorrer, todavía tenía muchas lágrimas que derramar pero mientras que todo eso lo hiciera con él… nada me importaba.

Comentarios

  1. Muy tierno el final. El matrimonio y la madurez son desafíos enormes por separado, si los sumamos ya se hace un poco más difícil, pero si es con la persona indicada puede salir bien.
    Felicidades por terminar la historia.
    Seguiré leyéndote.
    ¡Besos!

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  2. ¡Hola! Qué tierno final, qué amor más idílico que han encontrado los dos. Me gusta su propuesta de madurar a su lado, es una ternura <3

    ¡Un abrazo!

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  3. Me gusto la pelea de las madres de ambos. Se quedaron discutiendo mientras los protagonistas deciden casarse.
    Saludos.

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  4. Un final super empalagoso, como en los fics 😂 Ay,los echo de menos...

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  5. Que romantico y tierno. Me gusto la escena de las madres, y ese final tan arrollador y sublime.
    Lo acepto, y acepto madurar a su lado, aun estando en contar los padres, muy buena decisión.
    Bsos

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  6. me encanta como escribes
    abrazos desde Miami

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