K: Hueco

Sous dey! (Camboyano)
Y mira que intento cumplir mi propósito de año nuevo (levantarme más temprano y escribir más) pero me está costando bastante... pero bueno también se debe al trabajo y la mudanza que no salgo de una para meterme en otra. Pero ahora que ya está todo más estable a ver si lo logro...
Tengo una lista de cosas para escribir y una de esas es mi propio reto. Escribe con K, si quieres unirte adelante... sólo me lo tienes que avisar para que pueda ir a ver lo que has puesto.

Sin más... ¡allá voy!


Reto de Emociones

Normas:
- Escribe pensando como te sentirías con ese sentimiento.
- Puedes basarte en experiencias propias o en otras.
- Disfruta mientras lo haces.

Nivel 3: Escribe un relato con una emoción tan fuerte que te cause dolor físico.

Hueco

Él no está más a cuatro asientos delante de mi. Su mirada pasa de su libro a nosotros, de nosotros a su libro y de vez en cuando apunta algo en la pizarra. Intento prestar atención a aquello que explica, pero su clase me resulta tan aburrida que tan sólo me entretengo mirándole. Es alto, estilizado, de piernas fuertes y espalda ancha. Su cabello desordenado y barba de pocos días le da un aspecto de descuidado que me vuelve loca, y aquellos ojos negros oscuros que sin darme cuenta me miran hacen que se me olvide respirar. Le amo. Es una verdad irrefutable. 

El timbre suena y todos mis compañeros se marchan, pero yo espero como cada día que él se de cuenta de mi presencia, se acerque a mi y me pregunte con esa voz cascada si me ocurre algo. Al igual que otros tantos días, lo hace, niego con la cabeza y me quedo mirando sus labios gruesos y muerdo el mío. ¿Como sería besar aquella boca? Él se queda mirándome, la intensidad y profundidad de sus ojos me hiela en la silla, siento como si la tensión entre nuestros cuerpos comenzaran a explotar. Involuntariamente me levanto hasta que nuestros rostros quedan muy cerca del otro. Veo como él se aproxima a mi, puedo notar el calor de sus labios casi rozando los míos. Estamos apunto de besarnos cuando tocan la puerta y nos separamos tan rápido como podemos. En sus ojos veo el dolor, la molestia y las ganas terribles de querer hacer lo mismo que yo. Maldigo para mis adentros y me marcho de la clase. 

La repetición del día anterior ocurre los días siguientes. Siento su mirada, noto su calor pero nada ocurre entre los dos. A veces lo encuentro mirándome, otras buscando algún pretexto para estar solos pero nuestros intentos siempre salen mal. No podemos estar juntos y a él eso le está matando...

Su rostro poco a poco se apaga, el brillo de su mirada desaparece y sus constantes intentos decaen... el amor lo está matando, el no tocarme lo consume... todo por mi culpa. 

Aquel pensamiento provoca que un fuerte dolor me invada el pecho, me paralice y no tenga más que ganas de llorar. Jamás pensé que amar doliera tanto... la sensación de felicidad ahora se transforma en angustia y dolor... supongo que lo mejor es dejarlo ir.

Adiós mi amor... adiós sensación de felicidad. Adiós a todo. Adiós.