Romance Patologicamente Prohibido
Después de mucho sufrimiento, noches en el baño vomitando y lavarme con lejía todo el cuerpo, he decidido contar la historia de amor más horrible que podría haber experimentando...
Todo ocurrió un maldito miércoles de Septiembre, cuando una inocente yo iba a clase. Entré en mi aula, tan inocente y enamorada del amor cuando lo vi por primera vez. Era una especie de orco de mordor, mezclado con un chimpance y el bicho gordo de Star War. Al principio pensé que era un sueño, pero me di cuenta que todas mis compañeras contemplaban lo mismo que yo... ¡No era un sueño! ¡ESO existía!
Al principio pensé que sería un sujeto sin importancia en mi vida, hasta que me guiñó un ojo en clase. Sentí miedo. Terror. Pero ignoré aquel gesto aparentemente inocente. Después de aquello comprendí que todo lo que hacía con su cuerpo, era dirigido para mi. Tocarse la barriga, meterse la mano en el pantalón, subirse los pantalones y rascarse la calva. Todo era en torno a mi. Tenía miedo, por lo que acudí a mis amigas R y A, para que me ayudaran a afrontar esta terrible situación...
Al entender que ESO estaba enamorado de mi, tan sólo se me ocurrió lo mejor: Ignorarle. Quien me hubiera dicho que eso tan sólo aumentaría su interés en mi. Ya no sabía que hacer, y estaba desesperada. Los exámenes llegaban y sentía miedo que cuando corrigiera el mio me enviará mensajes de amor, que me lanzara papelitos durante la clase y los guiños fueran más obvios...
Unos días antes del examen decidí ir a hablar con él. Tenía que acabar con ese ciclo de pesadillas antes que fuera demasiado tarde. Pero tan sólo fue otro error más.
Eso: Te quiero.
Yo: Soy lesbiana- dije pensando que me dejaría en paz.
Eso: No importa, te haré volver al armario, después de todo yo también soy lesbiana. Me gustan las mujeres.
Yo: Es que, soy tan lesbiana que me gusta hacer la tijerita doble...- contesté aterrorizada, al ver que el hombre insistía- Además... soy ¡musulmana! ¡Tengo muchos maridos!
Eso: No soy celoso, te puedo compartir.
Yo: ¡Es que veras...! ¡Soy asexual! No siento deseo sexual, soy totalmente asexuada. - grito aterrada.
Eso: Iremos a terapia juntos... yo te acompañaré.
En ese entonces sólo supe que tan sólo tenía una opción... ¡MAAMAAAAAAAAÁ!
PD: Historia creada por la mente perturbada de dos amigas en una clase totalmente aburrida y con un profesor totalmente asqueroso. Si hay algún parecido con un profesor real, es pura coincidencia. Esto es pura ficción.
Si ocurriera... me daría mucho miedo.
Todo ocurrió un maldito miércoles de Septiembre, cuando una inocente yo iba a clase. Entré en mi aula, tan inocente y enamorada del amor cuando lo vi por primera vez. Era una especie de orco de mordor, mezclado con un chimpance y el bicho gordo de Star War. Al principio pensé que era un sueño, pero me di cuenta que todas mis compañeras contemplaban lo mismo que yo... ¡No era un sueño! ¡ESO existía!
Al principio pensé que sería un sujeto sin importancia en mi vida, hasta que me guiñó un ojo en clase. Sentí miedo. Terror. Pero ignoré aquel gesto aparentemente inocente. Después de aquello comprendí que todo lo que hacía con su cuerpo, era dirigido para mi. Tocarse la barriga, meterse la mano en el pantalón, subirse los pantalones y rascarse la calva. Todo era en torno a mi. Tenía miedo, por lo que acudí a mis amigas R y A, para que me ayudaran a afrontar esta terrible situación...
Al entender que ESO estaba enamorado de mi, tan sólo se me ocurrió lo mejor: Ignorarle. Quien me hubiera dicho que eso tan sólo aumentaría su interés en mi. Ya no sabía que hacer, y estaba desesperada. Los exámenes llegaban y sentía miedo que cuando corrigiera el mio me enviará mensajes de amor, que me lanzara papelitos durante la clase y los guiños fueran más obvios...
Unos días antes del examen decidí ir a hablar con él. Tenía que acabar con ese ciclo de pesadillas antes que fuera demasiado tarde. Pero tan sólo fue otro error más.
Eso: Te quiero.
Yo: Soy lesbiana- dije pensando que me dejaría en paz.
Eso: No importa, te haré volver al armario, después de todo yo también soy lesbiana. Me gustan las mujeres.
Yo: Es que, soy tan lesbiana que me gusta hacer la tijerita doble...- contesté aterrorizada, al ver que el hombre insistía- Además... soy ¡musulmana! ¡Tengo muchos maridos!
Eso: No soy celoso, te puedo compartir.
Yo: ¡Es que veras...! ¡Soy asexual! No siento deseo sexual, soy totalmente asexuada. - grito aterrada.
Eso: Iremos a terapia juntos... yo te acompañaré.
En ese entonces sólo supe que tan sólo tenía una opción... ¡MAAMAAAAAAAAÁ!
PD: Historia creada por la mente perturbada de dos amigas en una clase totalmente aburrida y con un profesor totalmente asqueroso. Si hay algún parecido con un profesor real, es pura coincidencia. Esto es pura ficción.
Si ocurriera... me daría mucho miedo.
Estás fatal de la cabeza... ¿Te lo había dicho ya? xD
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