Operación House

Bueno volvemos al hospital y decidimos empezar con la operación. La Dra. comenzó a meter la cadena por la manguera, entra con facilidad...PERO, se atranca. ¡No pasa nada!- digo yo. Entonces la Dra. empieza a pensar, ¿cómo lo hacemos? Si atamos un hilo a la cadena y luego en el otro extremo del hilo ponemos un peso, por la fuerza pasará ¿no? Bueno, nos ponemos en marcha, atamos por aquí y por el otro lugar. Procedemos a meter el hilo con el peso en la manguera, todo va bien, pasa y llega al otro extremo, y comienzó a jalar. Cuando la cadena comienza a entrar se rompe el hilo... una oscuridad se apodera de mi.
En ese momento intento mantener la calma. ¿Otra opción? Pensamos un momento y a la Dra. se le ocurré la idea de hacerlo con un hilo y clips de metal. Comenzamos a hacer la cadena con clips, pero se acabaron los de metal y vamos por uno de colorines. Cuando tenemos todo preparado la operación comienza...Todo va genial, ya olemos la victoria...PEROOOOO. NO, resulta que los clips de colorines son poco estables, así que se rompieron. Ya no tengo ganas de seguir, quiero abandonar y la Dra. dice que persevere. En ese momento pienso que ella era como House y yo era Foreman (el negrito), ellos no se llevan muy bien. Uno siempre le dice al otro que va mal y no se que y no se cuanto... por eso yo era él. Entonces la cosa sigué así, yo negándome a cooperar. Pero la fuerte insistencia del Dr. House me evita alejarme del caso. Ya llevávamos matando a dos pacientes, no quería perder uno más. Mi curriculum se vería demaciado negativo. Esta vez me decía que lo lograríamos, no tenía más remedio que confiar en él. Pensamos en una forma de hacer que todo valla bien, hasta que se le ocurré la maravilla de idea de utilizar un trozo de cable viejo. Engancha con un hilo un clip que este a su vez se engancha a la cadena. En el otro extremo pusimos un tornillo para que hiciera peso, después lo atamos a un hilo y este a un clip. Entonces teníamos todo listo, comenzamos...chan chan chan. Ya la cadena venía a medio camino cuando ZAS, se rompe...perdimos al paciente. Miró a House con cara de odio...RENUNCIÓ- dije. Él me dejó marcharme...pasó unas horas y vuelvo , esta vez si que lo conseguiremos. Así que nos pusimos con el mismo invento, más asegurado y lo logramos. Ahora solo faltaba ponerlo en la terraza y hacer todo lo restante...
Después de mucha sangre, muchos muertos, mucho sudor y esfuerzo teníamos el chinchorrito en nuestra terracita...y bien. Esta vez el Dr. House ganó...¡PERO NO SIEMPRE SERÁ ASÍ!
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