Gym para escritores: Sacrificio # 3

Túturu~
Hoy el día esta bastante nublado y es un horror hacer la colada y tender. En serio, entre el polvo y el mal tiempo ésto de hacer tareas hogañeras es un horror. ¿Tienes alguna sugerencia para no morir en el intento? Porque realmente cualquier ayuda para no tirarme por el balcón me ayudaría mucho.

Como sólo tengo dos retos en el tintero, iré escribiendo (a medida de lo posible) más y poniéndome al día, si más adelante veo otro que me interese....quizás, sólo quizás, me una. El día de hoy toca el reto de Gym para escritores (Pincha aquí) y toca inspirarse con ésta imagen.
Al tener la historia de Sacrificio ya empezada quiero cerrarla antes de emocionarme con otra, así que... ¡Allá voy!


Cap 1 - Cap 2 


Sacrificio # 3

Estaba sentada en la cama de su habitación, esparcido por todo el suelo habían cientos de vestidos de telas y dibujos hermosos. En cierto modo se sentía como una princesa, alguien importante, adorada y extrañamente amada. Llevaba viviendo con Lu casi medio año, y a esas alturas nadie de su familia parecía echarle de menos, aunque ella tampoco es que sintiera la necesidad de volver a esa casa. Nunca se había sentido bien recibida en ese lugar, más que nada porque no era hija de su padre, pero él la había criado como tal. Suspiró y volvió a mirar a todos los vestidos, deseando de cierta forma que estuvieran ahí con ella. No tenía apego por ellos, pero si se sentía algo nerviosa en aquel día tan especial. Iba a casarse, de una forma rara, pero iba a pasar el resto de su eternidad con Lu e iban a ser una ceremonia demoniaca, así que lo natural era querer que su familia estuviera con ella.  Se levantó de la cama, cogió uno de los vestidos que más le gusto y con ayuda de la servidumbre se lo puso, se dejó maquillar y cuando estaba preparada se dispuso a salir de su habitación.

Un acantilado era el único testigo de su unión, el viento soplaba sus ropajes y las olas violentas chocaban contra las rocas, animándola a que diera un paso y así terminar con aquel espantoso ritual. Lu había sido claro, si quería vivir eternamente con él debía volverse un espectro del infierno y la única manera era tirarse aquel mar embravecido. Tenía bastante miedo porque no estaba segura si era verdad o no, pero en la mirada tenebrosa de aquel demonio no había resto de falsedad o trampa. Sonrió, le beso en los labios y se dispuso a dejarse caer hacia las furiosas olas.
Tomo aire, estiró los brazos y con ayuda del viento cayó al vacío de la nada, no sabía si se despertaría o no, pero sin ninguna duda ese medio año había sido el mejor de su vida.