52 Retos: Pesadilla

¡Hola!
Como ya he hecho reseñas, ahora toca mis retos para poder irme poniendo al día y así escribir con más libertad y llenar el mundo de felicidad... ¿Qué te parece?
Vengo unas vez más con el reto de 52 retos, que en teoría son 52 días escribiendo, pero como bien sabes me paso las reglas por el forro, así que... ¿para que explicar?

El reto trata de escribir la noche más horrible que hayas tenido, y honestamente... he tenido tantas. Cuando tengo ansiedad las noches son lo peor que hay, así que no podría decir cual es la peor de todas porque en ese momento todas son horribles... pero hay una, sólo una que supera todas las anteriores...

Pesadilla
El móvil me suena de golpe, me alejo de mis amigas un momento para atenderlo y veo en la pantalla que es mi padre quien llama. Sorprendida lo atiendo, él con voz suave y tranquila me pregunta que en dónde estoy, le explico que con unas amigas y con el mismo tono neutro que segundos atrás me dice que han atropellado a mi hermana pequeña. En ese instante no sé que pensar, si es una broma o qué, pero sin pensarlo me despido de mis amigas y corro hasta el hospital...
Al llegar busco el box donde se encuentra mi madre junto con mi padre y en la camilla acostada está ella, de lado y con su pequeña espalda descubierta y llena de heridas. Con su voz quejosa dice "Papi, me duele" y en ese instante siento que mi mundo se rompe.

Salimos del hospital, ella está bien, sólo tiene golpes en el cuerpecito y un enorme chichón en la cabeza. Al caer la noche le invito a dormir en mi cama y le concedo hasta el más tonto de los caprichos.

Es bien entrada la noche y me despierto agitada, veo a mi hermana y espero ver su respiración. Tranquila intento volver a dormir, pero las dudas comienzan a golpearme la cabeza. ¿Y si no despierta nunca?¿Y si el golpe la mata?¿Por qué los médicos le dieron el alta? ¡Solo tiene 5 años!

No sé en que momento me dormí, pero ella al día siguiente está correteando feliz y llena de energía como siempre. Tomo un gran suspiro aliviada, deseando que esa sea la última noche de pensar que perdería a la persona más importante de mi existencia: mi hermana.