Regla
Siempre escribo mucho sobre la regla. Es un tema recurrente en mi, y cada mes tengo algo nuevo a decir. ¿Por qué? Quizás me sorprenda porque durante toda mi adolescencia tuve (y sigo) problemas hormonales y la regla era casi como un milagro para mi. Obviamente preñada no estaba, a menos que Dios hubiera enviado al Espíritu Santo a consagrarme... así que tuve que acudir al Sr. Chocho (Sr. Vagina= Ginecologo) para hacer la pregunta mágica ¿Qué me pasa? El diagnóstico fue bastante sencillo "Ovarios poliquísticos". Al parecer es un desajuste hormonal bastante común entre la especie femenina... así que no me asuste mucho. Después de unos cuantos años tomándome la pastillita rosa, me cansé y me revelé contra ella. Así estuve 3 meses sin la señora roja. Y volví a visitar al señor simpático y me regañó... su diagnóstico fue el mismo pero con consecuencias más dolorosas para mi. Si no hay pastillas, mis ovarios se marchitan. Vamos, mi reloj biológico tiene los días contados...
Desde ese día, cada vez que veo mis inocentes braguitas teñidas de rojo doy gracias a las señoras rosas. El problema es que son un incordio...
Y desde que me tomo las señoritas y llevo una "regularidad" me sorprende lo maravilloso que es el mundo menstrual. Y al mismo tiempo un completo asco.
Las mujeres estamos hormonadas una media de 24h los 365 días del año. El problema es que cada 28 días, estas hormonas hacen una reunión de marías (definición aquí) y se armó la gorda. En esa reunión se planeas homicidios, raptos y planes de amor.
Es alucinante como el humor te cambia de un momento a otro, y lo más divertido de todo es cuando te das cuenta que tu humor ha cambiado. Véase que ayer, estaba yo toda normal un lunes por la mañana, cuando llegué al cole (dónde estoy haciendo las prácticas) y veo que todos los profes (que trabajan en mi clase, conmigo) están hablando y no se dignaron a colocar las sillas, y tuvo que ir la negrita cucurumbe a poner las sillas. Mira tú que es una tontería, pero se me enervó la sangre. Después de tener las sillas colocadas, me percaté de lo sensible que estaba... Y si, ahí estaban las marías jodiendo un poco.
Después de los sentimientos que están en un colador, van los cambios físicos. A mi personalmente se me hincha la barriga como una pelota, luego me sale un grano. Sí, tengo la suerte de no tener granos, pero cuando la señora aparece, un maldito grano se posa en mi cara. Es totalmente puntual. Y luego que siempre me duele algo. Indiferentemente de lo que sea. Cada mes es algo diferente... y obviamente, las marías comienzan a jugar con mis ovarios como si fuera un saco de boxeo.
Otras mujeres se les hinchan las tetas, las caderas... dependiendo. También hay que les da por comer, a otras por no... pero creo que hay algo que para todas es universal. El chocolate se nos vuelve nuestro mayor tesoro.
Y como última anotación, cuando las mujeres estamos hormonales... vamos muy muy felices. Necesitamos el amor en todas sus cualidades. Así que si, HOMBRE me estás leyendo, y tienes a tu pareja por ahí al lado... prepárate.
No digo MUJERES, porque todas las mujeres sabemos que con la regla, vamos más salidas que una perra en celo.
No, no, no señorita... los sueños húmedos son claros de una necesidad fisiobiopsico... así que cuenta.
Evidentemente aunque vayamos tontas perdidas, si estamos en el pico menstrual de enfado, mejor no te acerques. Sólo lo digo por tu seguridad.
Desde ese día, cada vez que veo mis inocentes braguitas teñidas de rojo doy gracias a las señoras rosas. El problema es que son un incordio...
Y desde que me tomo las señoritas y llevo una "regularidad" me sorprende lo maravilloso que es el mundo menstrual. Y al mismo tiempo un completo asco.
Las mujeres estamos hormonadas una media de 24h los 365 días del año. El problema es que cada 28 días, estas hormonas hacen una reunión de marías (definición aquí) y se armó la gorda. En esa reunión se planeas homicidios, raptos y planes de amor.
Es alucinante como el humor te cambia de un momento a otro, y lo más divertido de todo es cuando te das cuenta que tu humor ha cambiado. Véase que ayer, estaba yo toda normal un lunes por la mañana, cuando llegué al cole (dónde estoy haciendo las prácticas) y veo que todos los profes (que trabajan en mi clase, conmigo) están hablando y no se dignaron a colocar las sillas, y tuvo que ir la negrita cucurumbe a poner las sillas. Mira tú que es una tontería, pero se me enervó la sangre. Después de tener las sillas colocadas, me percaté de lo sensible que estaba... Y si, ahí estaban las marías jodiendo un poco.
Después de los sentimientos que están en un colador, van los cambios físicos. A mi personalmente se me hincha la barriga como una pelota, luego me sale un grano. Sí, tengo la suerte de no tener granos, pero cuando la señora aparece, un maldito grano se posa en mi cara. Es totalmente puntual. Y luego que siempre me duele algo. Indiferentemente de lo que sea. Cada mes es algo diferente... y obviamente, las marías comienzan a jugar con mis ovarios como si fuera un saco de boxeo.
Otras mujeres se les hinchan las tetas, las caderas... dependiendo. También hay que les da por comer, a otras por no... pero creo que hay algo que para todas es universal. El chocolate se nos vuelve nuestro mayor tesoro.
Y como última anotación, cuando las mujeres estamos hormonales... vamos muy muy felices. Necesitamos el amor en todas sus cualidades. Así que si, HOMBRE me estás leyendo, y tienes a tu pareja por ahí al lado... prepárate.
No digo MUJERES, porque todas las mujeres sabemos que con la regla, vamos más salidas que una perra en celo.
No, no, no señorita... los sueños húmedos son claros de una necesidad fisiobiopsico... así que cuenta.
Evidentemente aunque vayamos tontas perdidas, si estamos en el pico menstrual de enfado, mejor no te acerques. Sólo lo digo por tu seguridad.
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