Trayectos

Resulta que ayer fui a ver el camino que debía tomar para ir a la Clínica Juaneda. Si señoras y señores, voy a ir a prácticas. Aplausos por favor. Gracias, muy amables. Después de mucho esfuerzo estudiando, al fin da su fruto. A lo que iba, pues eso. Voy, cojo el bus como toca y llegó a la parada donde debo pararme, y me veo que no se donde estoy. Respiro, mantengo la calma y camino un poquito, entonces me encuentro a una señora muy amable que me guía por unas callejuelas hasta que al fin llegué a mi destino. Bueno, la ida fue bien...¿y la vuelta? Yo pensé que seguramente cogiendo el mismo camino llegaré al lugar inicial. He aquí que fue así, pero luego....digo... ¿y donde cojo el bus de vuelta? Y me vez a mi caminando de arriba, para abajo, de abajo para arriba, de un lado para el otro...y así que al final encontré la bendita parada del bus. Me subo y digo: ¡Ay! no me acuerdo como he llegado aquí...
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