Una fantasía en un mundo real: 5. Primera Noche

E kaaro! (Yoruba)
¡Al final terminé con el bloqueo!
Honestamente no he quedado del todo satisfecha con éste capítulo, pero bueno... tenía que escribirlo y salir del momento en que me encontraba para poder seguir escribiendo.

Espero que más o menos te guste y si te hace ilusión que lo siga, aunque si no te hace ilusión lo seguiré escribiendo (Obviamente). 
Antes de seguir quiero pedir disculpas por los horrores ortográficos y las repeticiones de palabras que habré puesto en el capítulo, vuelvo a repetir que estaba en el bloqueo y no quería simplemente parar y que se me olvidara la idea...

Sin más te dejo con el capítulo.

Si no tienes ni idea de que va te recomiendo que pinches AQUÍ y así te enteraras un poco de todo.


5. Primera noche:

La ropa se me ceñía al cuerpo y comenzaba a notar que las ingles y los brazos me escocían. No quería decir nada para así evitar romper el mágico momento que ambos habíamos creado. Desde que salimos de la clínica no habíamos parado de caminar, de pasear e ir por todos los lugares que siempre había soñado ir con él. Era el sueño que siempre había querido vivir, por eso no quería que se acabara, pero la razón comenzaba a hacer acto de presencia y obviamente no podía alargar más ese momento. Principalmente porque la lluvia comenzaba a ser más pesada y más fría, las manos me temblaban y juraba que los labios se me ponían de un color azul. Tampoco quería decir nada porque Milos parecía muy cómodo a mi lado, caminando tranquilamente y sin decir nada. O al menos eso creía cuando nos detuvimos delante de una finca antigua. No sé en que momento había perdido la noción del tiempo y de dónde estábamos. Le miré algo perdida a lo que él sonrió y señaló un piso. Frunce el ceño y cerré un poco los ojos para poder leer el botón dónde él señalaba. En el ponía su nombre y poco a poco fui entendiendo donde estábamos. Mi cara se ruborizó al momento que un calor poco agradable me invadió todo el cuerpo. No dije nada, pero tampoco impedí que me sujetara de la cintura y me llevara al interior de su piso…


La casa era bastante sencilla, austera y con poca decoración. No había nada más de lo necesario y quizás con un poco de buen gusto algún cuadro o marco de foto. Todo su apartamento reflejaba como era él: serio, ordenado y tranquilo. En ningún momento pareció incómodo mientras buscaba una toalla y una camisa para ofrecerme. Con voz ronca me indicó el baño y me comentó que prepararía algo caliente. Yo casi como una autómata obedecí y fui a encerrarme al baño, para cambiarme la ropa y estar un poco más cómoda. Aunque eso era prácticamente imposible, estaba en la casa de mi recién adquirido novio, sola y con una tormenta que dejaba bastante claro que no me iba a dejar salir de esa casa. Tragué saliva mientras me iba quitando la ropa y observaba la decoración escueta del baño, al igual que toda la casa. Al acabar de vestirme salí y me lo encontré en la sala, con dos tazas en la mano y una sonrisa algo avergonzada…

- No te comeré...- me dijo para tranquilizarme mientras me ofrecía una taza.- parecía que no querías volver a tu casa...- siseo y se sentó en el sofá.

- No, realmente no...- contesté y me senté a su lado.- pero no esperaba que me llevarías a tu casa.- murmuré avergonzada.

- Yo tampoco lo tenía pensado, pero tenía un aspecto bastante preocupante…


Al ver mi cara comenzó a reírse, algo que no pude evitar y me uní a él. Después de unas cuantas risas, algunos comentarios inocentes nos pusimos a ver la tele y en menos tiempo del que me hubiera gustado me quedé dormida sobre él, sintiendo su tranquila respiración y el calor de su pecho.
Arropada entre sus brazos y con la nana de su respiración fui consciente que esa era la calma antes de la tormenta, y era totalmente conscientes quién serían los causantes de la tormenta, y por mucho que quisiera aplacar la tormenta sabría que tarde o temprano ésta llegaría. Suspiré en sueños y me prometí sacar el tema al abrir los ojos, pero de mientras quería disfrutar de ese momento… un momento que parecía eterno.

Comentarios

  1. ¡Hola! Te ha quedado muy tierno el capítulo <3 ya me da cosita que pase al otro y la baje de un hondazo de nuevo a la tierra >.< espero a ver qué sucede con ellos.

    ¡Un abrazo!

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    1. ¡Gracias! Eso pretendía, todo ñoño y bonito. Ya veré como sigue la cosa.
      Un abrazo

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  2. ¿No falta el capítulo 4? Leí lo anterior y te dejé algún comentario.
    Se entiende el deseo de Dana de no volver a su casa. Milos captó el deseo de ir a casa de él. Muy preceptivo.

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    1. Hola, no no faltó... esta publicado, quizás se saltó. No lo sé.
      Si, la pobre no quiere ir a su casa, y su subconsciente solo quiere estar con Milos.
      Un saludo

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  3. Te recomiendo esta historieta, en la que tengo algo que ver.

    http://kebondi.blogspot.com.ar/search/label/la%20mina%20de%20los%20miercoles

    Un abrazo

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  4. Me encanto este capitulo.
    La escena es muy romántica y sensual. Espero que lleguen a entenderse muy bien. Nos dejas en suspenso, espero la continuacion.
    Habria jurado que te habia comentado anteriormente.
    Bso

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    1. ¡Bien! Gracias, me alegra que te haya parecido sensual... pronto escribiré.
      Un besote

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  5. Muy buen capítulo. Es normal que te bloquees... muajajajajaj

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