Animales
quedarme con ellas a pesar de haber sido la que los quería.
Mi primera interacción con un gatito, fue en Venezuela (cuando vivía ahí) debía tener unos cinco o seis años, mi abuela por mi cumpleaños me regalo una gatita negra. Le llamé Corchea. No tengo muchos recuerdos con ella, alguna trastada de críos y listo. Un día llegué a casa y ya no estaba. Según mi mamá rompió algo y la regalo.
En ese momento era una niña pequeña, tampoco pude decir nada. Por otra parte mi padre en su casa, tenía varios perros y me regaló dos a mi. Un perro tres leches llamado Ruben y un pastor alemán llamado Balto. Obviamente yo no estaba mucho con ellos, porque vivía con mi madre y unos pocos años después me vine a España. Compartí con ellos lo minimo.
En España, al llegar teníamos un golder retriver llamado Leto. Vivimos mucho tiempo con él, hasta que nos mudamos y no pudimos traerlo con nosotros. Y lo regalamos a una de nuestras hermanas mayores (somos 10 hermanos). También en esa casa tuvimos un gatito llamado Misu. Ésta quizás es una de las historias que más me duelen, porque fui presente de todo... pero claro, seguía siendo una niña. Mi madre lo dejó en un descampado... ¿por qué? No me acuerdo.
Unos años más adelante y ya con pelos en el papo, adopté un gatito negro y lo llame Kyo. Era mío, mi responsabilidad. Como todo gato hacía sus trastadas y llegó el día que me tenía que ir de Erasmus y me dijeron que el gato no se iba a quedar en casa. Así que lo tuve que regalar a una de mis mejores amigas de ese entonces. Otra vez, no pude negarme. Poco tiempo después, E y mis hermanas decidieron adoptar a otro gatito, se llamó Sushi. Y por una mala temporada que había muchos ingresos al hospital me obligaron a devolver al gato donde lo adopte. No sé cuanto tiempo estuvimos con el. ¿Un mes?¿Dos?
Después de los gatos y entre esos gatos, tuvimos a una perrita llamada Samba. Muy buena, muy cariñosa. Ella estuvo viviendo con nosotros hasta que E y mi madre se separaron. Samba pasó a vivir con mi madre, tiempo después conmigo y otro tiempo con una de mis hermanas (la misma que se quedó con Leto). Y por último conmigo.
Después del desencanto con Kyo, me rebelé y adopté a Mimi. Ella estuvo conmigo mucho tiempo, hasta que un día llegue a mi casa (ya estaba casada y posiblemente F estaba en mi barriga) y me la encontré muerta envuelta y calentita entre las sabanas. Un veterinario me dijo que posiblemente estuviera enferma, pero como los gatos no muestran el dolor... pues se mueren en silencio.
Con el dolor de mi alma, decidí no tener más gatos y porque estaba centrada con F. Pero siempre me han gustado los gatos y adoptados a Blue. Él estuvo un tiempo con nosotros hasta que a Sr. Marido le dio un fuerte ataque de alergia y tuvimos que regalarlo. En ese tiempo yo no sabía que habían métodos para aplacar la alergia.
Después de unos años, adoptados a Yule... y el karma volvió a atacar, pero ésta vez con F. Y obviamente la salud de mi vida con la alergia imperaba. A Sr.Marido no le importaba aguantar la alergia, pero F aún es una niña pequeña y aún no sabemos que tan potente es su alergia... así que la regalamos.
En ese punto decidí no tener más animales. Mi corazón estaba destrozado y ya había entendido que no estaba hecha para criar una criatura así... pero otra vez el karma me cogió del cuello.
¿Te acuerdas de Samba? Pues después de 2 años viviendo con mi hermana, ha estado entrando y saliendo de mi vida porque mis demás parientes no querían saber nada del tema. Total el animal tiene 16 casi 17 años, está vieja, sorda, ciega, delgada, sin fuerza y sin control de sus extremidades... Ya sabíamos que en algún momento moriría, pero aguantaría... hasta que me dicen que he de decidir yo si dormirla o no.
La he tenido durante sus dos ultimas semanas de vida, limpiando mierda, paseándola, dandole mimos y amor, maldiciendo de lo injusto que han sido todos en estos temas... Siempre me he tenido que comer el dolor y los marrones de todo, cuando en principio era el animal de todo. Me refiero con Samba. Y así tomamos la decisión de dormirla... no quería ir a ver como lo hacían, mi corazón no lo iba a aguantar, pero no quería que E fuera solo y mucho menos L... así que fui.
Ayer despedí a Samba, el animal que más tiempo ha estado conmigo, quien me ha visto crecer, llorar, con quien he llevado un amor-odio en toda regla, pero sobre todo un miembro activo de mi familia. Si me lees desde hace tiempo, sabrás la mierda de familia disfuncional que tengo y todos los problemas que he tenido que enfrentar hasta llegar aquí y ella, siempre ha estado conmigo. Con su partida en cierto modo se cierra un capítulo, un enlace del pasado y el comienzo de algo nuevo.
Sé que en el cielo de los perros Samba me estará mirando, saltando como un conejito y teniendo una existencia feliz y sin dolor.
PD: Si no tienes nada bueno que decir o alguna crítica constructiva abstente de comentar. Ya sé la responsabilidad de tener un animal, sé que fui egoísta y todas las cosas que me puedan decir... pero no estás en mi situación, en mi vida y lo que supone.
No quiero expiarme con éste post, simplemente desahogarme de una u otra forma.



Este es tu espacio, podés usarlo para deshogarte como para contar ficción, resumen de libros, etc.
ResponderEliminarEntiendo la conexión que se puede tener con animales, considerarlos casi parte de la familia. A veces, la mejor parte.
No considero que hayas sido egoísta. Me parece que no siempre pudiste tomar las decisiones. Y otras te tocaron imprevists, como alergias.
Fuiste muy atenta con Samba y seguro que hablará-ladrará a tu favor.
Un abrazo empático.
Gracias (l) Ojalá esté velando por mi allá donde este.
EliminarLa verdad que te super entiendo con mi familia todavía no podemos superar la muerte de Rusia una boxer blanca que rescatamos de la calle que estaba a punto de morir, estuvo 5 años con nosotros pero como ya era adulta cuando la rescatamos y los boxer blancos no viven lo suficiente como otros perros, sufrimos mucho su muerte más porque la paso muy mal empezó a quedarse ciega, sorda y después tuvo parálisis en la mitad de su cuerpo que fue lo que más sufrió porque ya no podía comer. Así que estamos con los michis que ya tienen 10 años pero todavía seguimos sin querer ningún perrito 😢
ResponderEliminarUn beso amiga desde Plegarias en la Noche
Ay que lástima... es una situación muy incomoda, pero ni modo... se lleva como se puede. Un besote grande
Eliminar