Un año y medio de cambios

 

¡Túturu!

Hacía tanto tiempo que no me sentaba a escribir que en cierto modo me da hasta llorera. Posiblemente muchas personas habrán dejado de leerme por ausente, quizás otras de vez en cuando se acuerden de mi y el otro tanto aún sigue aquí... ¡Al pie del cañón! A todas éstas personitas tan sólo quiero decirles ¡Gracias! 

Mi vida ha cambiado tanto y no he tenido tiempo psicológico para asimilarlo a un nivel más personal que práctico. Obviamente el día a día con F es un non-stop, con tiempos de tranquilidad, otros de plena actividad y otros tantos de nulidad absoluto. De estar tirada en el sofá o en la cama sin ganas de hacer nada... y no porque ella sea un bebé excesivamente demandante o exigente, más bien me ha tocado una niña lo más buena imposible; tranquila, dulce y se entretiene ella sola. Honestamente no me puedo quejar, pero aún así... como he dicho antes, he podido adaptarme físicamente, prácticamente y emocionalmente, pero psicológicamente como ser humano, diferente a madre-esposa-trabajadora no he tenido ese momento. Ese instante que me recuerdo que soy un ser individual y que tengo mis propios intereses... aunque obviamente, mis intereses han cambiado por completo. 

Quiero hablarte un poco de éste año y medio, como me he sentido, como me he adaptado y como estoy intentando volver a ser un poco como antes. No hay duda que no volveré a aquellos tiempos que tan sólo trabajaba y escribía o existía para mi misma... pero aún así, quiero encontrar algo de espacio para mi, como mujer y escritora. No soy un bicho de salir de fiesta o de quedar en demasía con mis amigos, así que tan sólo quiero recuperar éstos momentos donde solo estoy yo con mi parte literaria. A veces creo que es muy fácil volver, otras que es completamente complicado y otras tan solo pienso que... no necesito TANTO esos momentos, pero... quizás, sólo quizás, quiera intentar quererlo un poco más. He de confesar que mi momento estelar para echar mi imaginación a volar era la noche, cuando nadie me interrumpía y no me moría de cansancio. Sí... aquellos tiempos que estudiaba o que mi trabajo no me exigía más alma que energía. Actualmente mis noches aunque tranquilas, tampoco me sentía con el espacio (físico) para escribir. F hace colecho con mi Sr. marido y claro, escribir con un mini bebé que se mueve cual gusano pues no es que sea muy agradable... así que no me era posible, pero ahora... quizás, con un poco de suerte F aguante más en su cuna (que está al lado de mi cama) y puede dedicarme más a mi. Vamos a ir probando.

Volviendo a éste año y medio... ha sido intenso, lleno de cambios, de momentos inquietos y de tomar decisiones que marcarán un camino distintos y con muchos baches. Tener a F fue un decisión de mi Sr. marido y mía, pero también significa un sacrificio más grande para mi que para él. Como mujer me resulta muy complicado anteponer mis sentimientos ante las necesidades de mi hija, anteponer mi vida social y mental a la de ella, pero es una realidad que cualquier madre debe hacer. Me hubiera gustado pasarme el primer año completamente dedicada a mi hija (Incluso algo más) pero por culpa de la pandemia tuve que incorporarme a trabajar mucho antes de lo que quisiera, y justamente mi trabajo no es uno que te dejé poder hacer una vida intelectual normal. Mi trabajo al ser físico y emocional, me dejaba echa mierda y prefería estar con ella antes de hacer cualquier cosa...y después el tema de la casa y las cosas que un adulto independiente y responsable debe hacer, pues me aparte un poco de mi esencia como ser vivo... ¡PERO! La llegada de F a mi vida y los cambios en mi cuerpo me han hecho mucho más fuerte, más feliz y más segura de lo que quiero en mi vida... 

Antiguamente no me importaba dejar mi salud por mi trabajo, tampoco me importaba hacer un horario de locos y mucho menos hacer favores como una descocida... y también, y quizás, lo más importante... no me importaba en absoluto mi físico. Nunca he sido una mujer muy arreglada y actualmente tampoco lo soy, pero si que estoy aprendiendo a cuidarme, a atender aquellas "dolencias" que he estado apartando y apartando... y sobretodo a amar mi cuerpo. 

También he aprendido a priorizar las cosas, en ordenar mi mente para poder ser más efectiva y pensar más a corto plazo que a largo. A disfrutar cada pequeño instante que tengo con ella, que tengo con mi Sr. marido y sobretodo a ser feliz... En éste mundo de la maternidad hay mucha competitividad y es algo horrible, pero inevitable... y al mismo tiempo, estoy comprendiendo más a mi madre, a las madres en general y he llegado a varias conclusiones...

Y como quiero seguir mejorando, también he de aprender que tengo que disfrutar también de escribir y quiero hacerlo y ahora que siento que es el momento... voy a darlo con toda mis ganas. 

Tengo muchas ideas en mente, pero como mi tiempo es limitado he decidido que quiero centrarme, que necesito ir poco a poco y antes de empezar algo, quiero terminar lo otro. Así que... no haré mas historias hasta terminar "El Anti-paraiso", que no será muy larga, pero eso no implica que no seguiré haciendo pequeñas historias y participando en aquellos pequeños retos que van saliendo. 

Y quiero empezar una aventura con otro blog, algo más dedicado a mi parte como madre, así no llenaré éste blog de esas cosas que a lo mejor, no te interesa...No sé, será bastante divertido y canalizaré mejor mis energías. Igualmente escribiré cosas sobre mi maternidad aquí, no sufras...

Y para acabar este post informativo, lo digo bastante pero bueno... ¡Tengo Instagram! ¡Facebook y Twiter! Suelo escribir bastante en esas redes sociales, así que si no estoy por aquí, seguramente estaré por allá... Y por último.

¡Mi libro! Los piratas del tiempo se puede comprar en amazon y encargar en diferentes librerías de España. Si quieres un ejemplar y no eres de españa, ponte en contacto conmigo y yo te haré el envío... ¡Y con una dedicatoria! Of course...

En fin, espero poder escribir dentro de poco.