Mundial de escritura: Abuela

¡F duerme!

Creo que he encontrado la manera para hacer todo lo que quiero, incluso estoy pensando en ponerme hacer ejercicio... bueno, intentar hacer ejercicio. Al menos comer más sano ya lo estoy haciendo, aunque esto del deporte... creo que es necesario. Mi barriga fofi me lo pide... y no por que me sienta gorda, ni fea. Simplemente creo que es necesario por si acaso me descuido un pelín más y ya estaría más gorda de lo que me gustaría. 

Hoy comienzo otro reto, aunque realmente no sé como irá esté. No tengo ni idea si es mensual, si es diario o qué. Lo pillé de un blog de Roxana y dije ¿por qué no? En éste tengo que escribir una carta que nunca voy a enviar, por problemas reales o simplemente porque no quiero. Y yo voy a escribirle esa carta que nunca escribí y nunca pensé a mi abuela, que murió hace bastantes años y lamentablemente hasta un año o dos antes de morir comenzamos a llevarnos bien. Cosas de la vida. 

¡Allá voy!

Abuela

Ahora que soy madre, que veo a mi hija crecer siempre pienso en ti. Me imaginó con que ojos mirarías a tu bisnieta, cómo llorarías cada vez que te tuvieras que marchar, cada carta y email que me enviarías exigiendo ver fotos de ella. Como está haciendo ahora mi madre. Ojalá estuvieras aquí, para verla crecer, para ver en que clase de mujer soy y para poder preguntarte en qué clase de persona creías que era. 

Ya no te guardo rencor, tampoco odio y mucho menos lástima. Tan sólo me gustaría que estuvieras aquí, para poder compartir éstos momentos tan bonitos, para poder recuperar el tiempo que perdimos sin conocernos realmente. Ojalá estuvieras aquí y pudiera preguntarte cosas que jamás pensé que sería capaz de hacerlo. Quizás nos echemos a llorar o quizás te enfades y volvamos a pasar una temporada odiándonos mutuamente... no lo sé, jamás lo sabré, pero me hubiera gustado. Me hubiera gustado darte esa oportunidad de hablar, de escucharte y dejarte contar tu historia.

Abuela, te echo tanto de menos de una forma que jamás pensé sentir. Ya no soy esa niña que conociste aquel Enero, y tu ya no eras esa abuela que conocí cuando pude entender la vida. Quizás no me valorabas o quizás me querías tanto y veías tanto en mi que te daba miedo decirlo por si iba a desaparecer... y quizás fue eso, que no dijiste pero hiciste que te hizo desaparecer tan pronto como nos volvimos a encontrar y a querernos igual.

Te fuiste y no conociste a tu bisnieta, tampoco a mi marido y mucho menos a la mujer que soy ahora y quizás, tengas un poco de culpa de que sea como soy, y por eso te doy las gracias. 

Gracias abuela, por hacerme como soy.

te quiere, tu nieta.