Gym para escritores: Segunda Oportunidad

Túturu~

¡Al fin tengo un momento!

Llevo dos semanas bastante intensas, mucho caos en mi vida y pequeños altercados que ha hecho que pierda un poco la energía, pero bueno... Al menos ahora todo está un "poquito" más calmado y creo que pronto volveré a mi pseudo normalidad. Más adelante ya escribiré un poco sobre éstas semanitas... que vaya tela. 

Para no perder un poco el ritmo y las ganas de escribir, retomo el reto de Gym para escritores. Si estás un poco pez y no te enteras de nada, mejor pincha aquí que te lo explicaran mejor y eso.

Por hoy tengo que escribir un relato que tenga de protagonista una hada... no tiene mucho más. 

¡Allá voy!

Segunda Oportunidad

Podía sentir como brotaba la sangre de todas las heridas de mi cuerpo, también oía como los latidos de mi corazón iban ligeramente apagándose. En un segundo no sentí absolutamente nada. Pensé en ese momento que vería la luz o algo así, o que todo estaría negro y ya está, pero la realidad fue muy diferente...

Cuando abrí los ojos me encontraba en un bosque muy verde, con altos árboles vaporosos, tierra húmeda y hermosas flores de colores intensos. En medio de ese ambiente bucólico recordé que me había muerto. Literalmente. Había sufrido un ataque brutal de unos asesinos, perdí la cuenta de los disparos, de las violaciones y golpes al momento que caí al suelo, así que realmente sentí que me moría... pero ahí estaba, viva. O algo parecido. Supongo. 

- Al fin despertaste...

Aquella voz resonó por todo el bosque, no había nadie y tampoco ningún aparato que podía reproducir sonido, así que pensé que era Dios. 

- Eso creo. - contesté algo extraña.

La voz rió y cuando quise darme cuenta me encontraba en otro lugar, seguía estando rodeada de árboles, flores y sonidos silvestres, pero ya no estaba sola. Sentada en una silla hecha dentro del tronco de un árbol se encontraba una hermosa mujer... o hombre. No sabía realmente si tenía algún género concreto. Era preciosa, largos cabellos blancos y lisos, facciones delicadas y un cuerpo alto y esbelto cubierto en un vestido de tela vaporosa y de color azul. Aquella persona me extendió la mano y a penas sin ser consciente me deslice hacia ella. 

En ese instante supe que algo no era normal. Me deslice. Literalmente. Los pies se separaron del suelo y algo me arrastro con delicadeza hasta aquella persona. Cuando me quede delante de aquel ser, fui consciente de que sus espaldas salían unas alas parecidas a las de una mariposa real. Quizás fue intuición o simplemente inercia, pero giré la cabeza un poco hasta darme cuenta que de mis espaldas también salían unas iguales, aunque éstas un poco más pequeñas y menos extravagantes. 

- Te han dado una segunda oportunidad, vive como quieras y se feliz. 

Y antes de que pudiera darme cuenta me encontraba en el mismo bosque donde morí, veía mi cuerpo lívido y golpeado, los restos del asesinato y nadie para socorrer aquel cuerpo sin vida. A pesar de que pensé que tenía que hacer algo, simplemente moví mis nuevas adquiridas alas y me aleje de ahí, de una vida que jamás había querido y de unos recuerdos que hacían más daño que otra cosa.

No sabía que me deparaba el destino en aquella nueva vida, tampoco cómo viviría ni nada parecido, pero no me importaba... ahora tenía unas alas reales para volar y una nueva libertad y vida.