El consuelo de tontos

" Para cuidar a otros, te debes cuidar a ti misma"

Fue una frase que me dijo un médico hace muchos años. Recuerdo que había ido al hospital porque tenía una tortículis, y me dijo que posiblemente era debido al estrés. Me hizo un par de preguntas y terminó diciéndome eso... ¿Quién me hubiera dicho que esa frase marcaría tanto mi vida?

Desde que me convertí en madre, he puesto mucho interés en curar heridas viejas. En mejorar interiormente y exteriormente. Todo por el bien de F, para que tenga un ejemplo bueno de madre y que, si por desgracia tiene heridas de infancia, al menos éstas sean diferentes a las mías... porque las mías duelen mucho. 

A pesar de que no tuve una mala infancia, no tengo un recuerdo dulce de ésta. Es verdad que he estado llena de amor y jamás me ha faltado de nada. Al menos de lo básico, pero si que durante toda mi vida me he sentido sola y poco merecedora de amor y afecto. No fue hasta bien entrada la adolescencia que me di cuenta que la gente me podía querer simplemente por el hecho de ser yo. Qué no tenía que ofrecer nada a cambio para que las personas me amen. Y aunque mi dolor no es visible, aunque mis heridas no se vean... duelen y sangran. 

Siempre que escucho desgracias ajenas, que me cuentan infancias de mierda hay una voz dentro de mi cabeza que me dice, " ¿y tú te quejas?" y me da tanta rabia. ¿Por qué tenemos que comparar el dolor? Es verdad que el ser humano vive a base de comparaciones, y saber que hay alguien peor que tu, se siente un alivio falso... pero ¿por qué?

¿Por qué las heridas visibles son más importantes que las del alma?

Esa mala costumbre de evaluar el dolor de los demás y quitarle importancia al propio. Creo que el dolor es completamente subjetivo, no se debería tratar de ponerlo de forma objetiva... porque sino, le estás quitando importancia a lo que uno sienta.

No sé si se siente, quizás divago un poco ¿que opinas?