Confeccionando Sueños

 


¡Feliz año nuevo! 

Espero que éstos días los hayas gozado y hayas hecho lo que más querías. Deseo que éste año que entra te traiga maravillosas experiencias y que se cumplan todos tus deseos y anhelos. Quizás es tarde para hacer la reflexión del año, pero teniendo en cuenta que soy bastante inconstante en el blog, creo que es evidente que la haga ahora pero a diferencia de los años anteriores, ésta reflexión está más centrada en una reflexión sobre un tema que siempre me ha rondado en la cabeza, pero que hasta ahora no he podido descifrar...


Desde siempre he sido muy soñadora, me pasaba las horas vacías imaginándome historias y creando pequeñas novelas que luego, escribía y otras, tan sólo se quedaban en mi cabeza. Nunca me había puesto a reflexionar sobre éste acto que hacía de forma inconsciente y que me llenaba de alegría y me acompañaba durante mis paseos o trayectos hacia la escuela o el trabajo. Simplemente dejaba que la música ahogara mi voz interior y luego por arte de magia las imágenes aparecían en mi mente. A veces se podían enlazar a los sueños u otras simplemente las creaba tras un pensamiento, imagen o simplemente alguna copia de algo que veía...

Al menos eso era lo que pensaba hasta que todo tuvo sentido. Si mal no recuerdo hace un par de años escribí sobre mi obsesión con los médicos y el motivo de ello. Y casi sin darme cuenta de ello, poco a poco he podido ir deshilachando el significado de mis sueños. 

Quizás si se lo cuento a mi madre, padre o a E les cause algún que otro dolor del corazón, pero... ¿Qué puedo hacer? Como niña y adolescente no podía hacer nada, y ahora cómo adulta ¿Qué hago? Son cosas del pasado, y el pasado no se puede cambiar... y si soy honesta, no creo que lo cambie. Si cambiarlo supone cambiar mi presente actual... me quedo con mis heridas y lágrimas.

Después de entender que mi obsesión con los médicos venía de una necesidad de protección superior a mi familia, comencé a comprender que mis sueños o fantasías, tan sólo mostraban un deseo de cambio de mi situación actual. Cuando soñaba de encontrar una pareja, por algún motivo loco, tan sólo era el deseo de que alguien me amara y que yo (al menos en ese entonces) no podía tener o creía que no merecía. Traumitas, señores. Traumitas.

Con ésta idea, cada vez que mi mente ya adulta tenía ideas de bombero, entendía que lo que buscaba era una forma de conseguir algo que siento que no puedo. Actualmente, con mis casi 35 años, sé que muchos de esos sueños los puedo conseguir con esfuerzo y quizás, con un poco de suerte... pero eso no quita que cuando alguna idea loca se me pase por la cabeza, disfrute en secreto de aquel momento de falsa fantasía.

No se si se ha entendido mucho, pero para mi es todo un descubrimiento.

Comentarios

  1. A veces los sueños son nuestro subconsciente queriendo darnos un mensaje.

    Un beso linda desde Plegarias en la Noche

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