Un poco de...

Túturu~
Después de varias semanas tras revelar mi estado de gravidez, de tener tantas cosas que quiero hablar, de tantas emociones, sentimientos y miedos... me siento un poquito más preparada y lista para escribir. Posiblemente vuelva a hacer alguna otra entrada sobre todo ésto, o quizás hasta que nazca el Alien no lo vuelvo a mencionar... vete tú a saber. Soy escritora, siempre tendré cosas que contar, si no de ésto de lo otro...

Quizás las cosas que vaya hablar no te interesen, quizás no te resulten reveladoras o quizás, consideres que es una pérdida de tu tiempo pararte a leer algo así, pero bueno... Aunque hable más del embarazo que otra cosa, creo que entraré en temas que no sólo afectan a las embarazadas sino también al resto de mujeres del mundo, también puede despertar cierto miedo o inquietud, o simplemente todo ésto se pueda extrapolar a otros temas de la vida diaria. Tú ya decidirás...

TRABAJO
Sé que si llevas bastante tiempo conmigo, sabrás sobre mis periplos laborales y si no... te haré un breve resumen para que entres en órbita. Hace 10 años me gradué de Auxiliar de enfermería y de masajista, pero no fue hasta hace unos 4 años que comencé a indagar en el mundo laboral. En esos años que no estuve trabajando me dediqué a estudiar (me saqué el Bachillerato y un Grado Superior en Integración Social) y buscar un poco que era lo que realmente me gustaba... algo que la mayoría de humanos hacen constantemente.
He estado trabajando en Clínicas Dentales y en Clínicas privadas de consultas, pero a pesar de que es un trabajo muy conciliador con una vida familiar, para la Cath de aquel entonces no era un puesto de trabajo satisfactorio. No fue hasta cierto día que me llamaron de una Residencia de Ancianos, ahí fue dónde encontré mi pedazo de mundo... Sentí que había encontrado el trabajo hecho a mi medida, y aunque ya te lo puedas imaginar, es un trabajo que exige mucho de ti. No sólo a nivel físico sino a nivel psicológico. Los ancianos son muy dependientes a nivel emocional, y yo... soy demasiado dada a entregar mi amor a la gente. Estuve trabajando ahí medio año, el contrato se me acabó y terminé en el Hospital Público de mi Isla, una maravilla en todo, después trabajé con personas con Autismo, lo dejé por muchas cosas (una organización horrible, problemas de pago...) y volví a las residencias, ahí volví a encontrar mi hueco en el mundo... hasta que una fuerte realidad me abofeteó. El personal geriátrico no está bien cuidado y con sólo 27 años (si, el año pasado) terminé con una desviación de la columna por sobre carga... en ese entonces tuve que hacer un STOP. Mágicamente conseguí trabajo otra vez en el Hospital y tras unas semanas trabajando... apareció la noticia del Alien. Obviamente me dijeron que en la UCI no podía trabajar, así que cuando se me acabó el contrato comencé la idílica vida de buscar otra vez empleo pero... ¿De qué? No fue prácticamente hasta los 3 meses que me di cuenta que tristemente no podía trabaja de lo mío, por muchas ofertas de Auxiliar de geriatría o de gente discapacitada que me dieran, no podía... Y ahí conocí el complicado mundo de buscar trabajo siendo mujer y embarazada. ¿He de decir que estoy embarazada? ¿Me cogerán estando embarazada?¿Me pondrán malas caras si no lo digo?¿Y si me quedo en el paro?
En ese momento me sentí MUY desamparada, a pesar de que hemos conseguido grandes avances con los derechos de la mujer estando en una empresa, sigue habiendo un feo agujero negro. ¿Por qué me obligan a contestar si quiero o no quiero tener hijos?¿Si estoy o no casada?¿Si cuido o no cuido a alguien? Y con todas estas preguntas una elije si dice la verdad o no. Yo opté por mentir en las primeras entrevistas, pero a medida que pasaban las horas terminaba resignada y confesando lo que a ojos de un contratador parece un crimen. Y obviamente en TODOS los trabajos que no eran de lo mio, me rechazaron por estar embarazada. Y no es que CREA que fue por eso, sino es porque lo sé. Quizás mi CV no era muy adaptado, pero mi competencia era penosa... así que, tristemente optaron que por estar embarazada no podía trabajar.

Es triste que en pleno siglo XXI se considere a la mujer embarazada como una apestada (hablando en término laboral, claro) y que no se nos ayude en la hora de buscar trabajo. O no sólo en la hora de buscar trabajo, sino al momento de parir... ¿Sólo 14 semanas de baja por maternidad? A los 3 meses o 4 meses un bebé sigue necesitando a su madre... es horrible que una mujer deba elegir dejar a su retoño en cuidado de otra, porque el estado piensa que un crío de 3 meses pueda vivir sin su madre. En otros países de la Unión Europea, las madres tienen como mínimo 1 año de baja de maternidad. 1 año señora. 1 año. Y encima el estado paga esa baja y no te mira mal a la hora de volver a incorporarte al trabajo, no pone pegas... Aquí sí.
Es verdad que ciertos puestos de trabajo, una mujer embarazada corre más o menos riesgos, que según el embarazo lo lleve mejor o peor... pero eso no nos incapacita y mucho menos nos hace mejor o peor trabajadoras.
Quedarnos embarazadas no nos debería dar miedo, y mucho menos hacernos sentir menos profesionales.

CONSEJOS
Desde que estoy embarazada me veo rodeada de gente que piensa que su forma de vida o de pensamiento es lo correcto. Es verdad que aún sin estarlo, esas mismas personas seguía inculcándome sus valores pensando que eran los mejores, el punto es que en ése entonces no me sentía asustada y no necesitaba apoyarme en nadie, pero ahora...
Parece que todo el mundo sabe más que tú, que los consejos que ellos te dan son los únicos posibles y, para demostrar su tesis te cuentan su periplo. Obviamente todo el mundo queremos contar nuestras experiencias, nuestras vivencias e incluso nuestros males, pero ahora... me estoy dando cuenta de una cosa. ¿Cuando lo que te cuentan es una historia de corazón o cuando es una historia de comparación y hacerse mejor?
Cada persona cuenta su vida, sus sucesos y lo hace como si fuera lo peor y se tiende a compararse y a ver quién a sufrido más. No es algo malo, puesto que al ser humano nos gusta sentirnos entendidos y en cierto modo que nos compadezcan, pero... hasta ahora esto nunca me había llegado a molestar.

Todas las mujeres que han sido madres, creen que sus vivencias han sido las peores o mejores. En el embarazo, en el parto, en la lactancia... y creen que sus consejos son los mejores, incluso te pueden tachar de mala madre cuando ofreces un punto de vista diferente. Es algo duro ver como dos personas con vidas y situaciones diferentes se contradicen en algo que es maravilloso...
Un tema que aún me cuesta asimilar o decidir es la lactancia. Ese gran mundo de dar o no dar pecho, de qué es lo mejor para el bebé o qué es lo mejor para la mamá... se supone que debe ser una elección íntima y personal, que nadie debería opinar o imponer su criterio, pero aún así... lo hacen.
Algo muy curioso que me he dado cuenta es que, la población más joven (mujeres entre 20 y 45 años) creen que su opinión es la mejor y son las más duras referente a éste tema: Pro leche materna absoluta. En cambio, me he dado cuenta que la población más adulta, aunque son conscientes de los beneficios de la leche materna, saben y comprenden que las alternativas funcionan también.
Mis compañeras de trabajo (la mayoría de ellas han sido madres y sus hijos ya tienen hijos y están bien criados) me han aconsejado que... me relaje. Que mi Alien y yo nos iremos conociendo, iremos viendo y probando lo que nos va bien y lo que no... que no hay que escuchar a los demás, sino a uno mismo.
Me pareció algo bonito, interesante y tierno, que gente de una generación más cerrada y escéptica me den un consejo tan tranquilo y liberal. A veces los consejos menos interesados son los mejores.

Creo que en éste mundo donde las personas intentamos sobresalir entre los demás, debemos hacer un pequeño pensamiento, ser conscientes que nuestras vidas, nuestras teorías o nuestras vivencias no se pueden imponer a todos. No a todo el mundo tus consejos les irán bien y mucho menos, cuando se los estés dando deberías hacer que esa persona se sintiera obligada a hacerlo... porque eso ya no se vuelve un consejo, sino una orden o una doctrina.

PENSAMIENTOS FINALES
El embarazo y la maternidad te cambian en absoluto. No vuelves a ser la misma persona que lo eras antes. Cambias de una forma tan simple y natural que ni te das cuenta, las cosas que antes creías no importan, ya no piensas en ti, sino en el futuro de tu hijo... Ya no haces las cosas por ti, sino para ese Alien que nada en tu interior. Es una experiencia de crecimiento interior que es un lujo poder sentir y experimentar, pero... siempre debe ser una opción, una elección y si se hace, hacerla consciente de todo lo que puede cambiar al futuro.

Soy de las que piensan que no toda mujer puede ser madre, no porque no puedan biológicamente, sino porque psicológicamente no están preparadas y en cierto modo, la sociedad te obliga a estarlo o, de una forma u otra, te hace sentir mal si no lo eres...
Creo que cuando una mujer quiere ser madre, ese pensamiento se vuelve una necesidad, y cuando esa necesidad comienza a doler en tu interior... es cuando realmente estás preparada para ello. Quizás nunca sea el momento adecuado, quizás nunca tengas todo lo que crees que deberías tener para ese momento, pero... eso realmente deja de importar, porque cuando tu cuerpo y tu mente te dicen "es el momento", simplemente hay que hacerle caso, porque después de todo... el cuerpo es sabio.