Día de lluvia

Desde niña la lluvia me daba miedo, por lo tanto siempre que comenzaba a llover me ponía nerviosa y deseaba que antes de irme a dormir la lluvia parara. Pero como ser vivo maduro y crezco y por lo tanto la lluvia no es uno de mis terrores más cercanos. También he de decir que a veces la lluvia me pone de malhumor o de buen humor, y hay que agregar también que me inspira bastante.

Hoy un día como cualquier otro día de lluvia de mi vida, he descubierto otra cosa buena de la lluvia. Una amiga ( la misma amiga del pozo) y yo habíamos salido por la tarde, después de comer ya que necesitaba comprar una cosa. Muy bien las dos nos calzamos los zapatos, los abrigos y cartera. Miramos a fuera y comienza a llover. Sonreímos y salimos.

Ahora viene lo bueno. De vuelta a casa había escampado y ambas íbamos caminando por blanquera muy tranquila. La portadora del paraguas era yo y por lo tanto tenía el poder de todo. Normalmente pones la traveta o vas dando vueltas a lo chaplín. Yo soy más original y más vaga así que lo arrastro por el suelo. ¡Genial!

Así un rato arrastrando comienzo a aburrirme y empiezo a hacer este sonido: ¡Plap,Plap, Plap!

Mi amiga me mira de reojo y sonrío: ¡Tac,Tac,Tac!

Vuelve a mirarme esta vez con otra cara y yo vuelvo a sonreir y decido portarme bien. Pasa un ratico y comienzo: ¡Grrrrrrrr!

En ese momento ella estalla y me dice : ¡Cata te voy a estampar! (no fue exactamente esas palabras, pero más o menos). Me comienzo a reír y decido portarme bien el resto del camino.

Pero el aburrimiento era más grande que yo así que vuelvo a empezar...

¡Y así descubrí que me gusta empreñar a la gente cuando llueve!